#La carta.

250 12 4
                                    

Pareja: Wendy y Taro.

Narrador omnisciente:

-Una cálida tarde de verano, Wendy y Taro se encontraban en el departamento de ella, rodeados de cajas y muebles a medio empacar. El ambiente estaba lleno de la mezcla de nostalgia y emoción por el nuevo capítulo que estaban por comenzar juntos. La mudanza a la nueva casa que compartirían juntos estaba en marcha, y aunque el proceso era agotador, ambos lo hacían con ilusión:

Wendy: ¿Sabes, Taro? No recordaba que mudarse fuera tan horrible y agotador...-Comentó con un suspiro mientras cerraba una caja llena de recuerdos.

Taro: Sí, lo es. Pero imagina hacerlo sola...Te tomaría dos años terminar-Bromeó, lanzándole una sonrisa divertida.

Wendy: ¡Jajaja! Es verdad...Gracias por ayudarme-Agradeció mientras se acercaba a él, apoyando su mano en su brazo.

Taro: No tienes que agradecerme, princesa. Te ayudé a mudarte al departamento y ahora a empacar para mudarnos a nuestra casa. Todo por ti-Dijo con una sonrisa cálida, envolviéndola en un suave abrazo.

Wendy: Eres el mejor, mi artista. Es tan emocionante pensar que vamos a estar en nuestra propia casa, juntos-Respondió antes de robarle un beso rápido.

Taro: Tienes razón. Todavía no me cae la ficha, pero estoy emocionado. Feliz de compartir este nuevo paso contigo-Asintió con una sonrisa.

Wendy: ¿Y tú ya empacaste?-Preguntó con curiosidad mientras lo miraba con cariño.

Taro: Primero quería asegurarme de que tus cosas estuvieran listas. Después me encargaré de las mías-Respondió, restándole importancia.

Wendy: Bueno, cuando termines aquí, te ayudaré con tus cosas. No me parece justo que hagas todo solo-Dijo, sonriendo dulcemente.

Taro: Está bien, princesa, gracias. Seremos un gran equipo-Le guiñó un ojo mientras continuaban empacando.

-Entre risas y una playlist de fondo que ambientaba el lugar, ambos se sumergieron en recuerdos compartidos, guardando cada objeto con cuidado. Parecían tan concentrados en la tarea que no se dieron cuenta del paso del tiempo.

De pronto, Taro alzó un pequeño cofre que encontró en una esquina del armario:

De pronto, Taro alzó un pequeño cofre que encontró en una esquina del armario:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Así, solo imaginen que son Taro y Wendy).

Taro: Oye, princesa...¿Y este cofre? Me resulta familiar...-Preguntó, arqueando una ceja mientras lo examinaba.

-Preguntó, arqueando una ceja mientras lo examinaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Wendy: ¿Ese? No lo recuerdo...Vamos, vamos a descansar un poco y ver qué tiene dentro-Dijo con curiosidad, tomando el cofre y sentándose en el suelo, invitando a Taro a acompañarla.

-Ambos se acomodaron en el suelo, el cofre entre ellos. Wendy lo abrió con cuidado, y dentro encontraron una serie de fotos de su infancia y preadolescencia, una caja musical en forma de unicornio y un montón de cartas:

Taro: ¡Wow! Estas fotos...nos traen tantos recuerdos. Mira cómo éramos de niños...-Comentó mientras pasaba las imágenes, su sonrisa creciendo con cada foto.

Wendy: Éramos tan adorables-Rió tiernamente-Y mira, hay un montón de cartas. Vamos a leerlas-Dijo emocionada, tomando una pila de ellas.

-Ambos comenzaron a leer las cartas. La mayoría eran de Taro, escritas durante sus viajes con su padre. Las leían en voz alta, riendo por el contenido y recordando viejas historias. A veces, Wendy interrumpía la lectura solo para robarle un beso a Taro, sus mejillas encendidas de nostalgia y cariño. Hasta que llegaron a una carta en particular, una que hizo que Wendy se sonrojara de inmediato al ver a Taro comenzando a leerla:

Wendy: Oh, espera...no esa carta...-Intentó detenerlo, pero ya era demasiado tarde.

Taro: Estimado futuro esposo..."-Leyó, y alzó la vista con una sonrisa aún más grande-Oh...esta parece interesante-Comenzó a leer con una sonrisa traviesa en los labios.

Wendy: ¡No sigas!-Suplicó, y se tapó la cara con las manos, completamente avergonzada, aunque en el fondo, la curiosidad la dominaba.

Taro: ..."No quiero que seamos esos padres que nunca actúan románticos delante de sus hijos..."-Continuó, ignorando sus protestas-"Quiero que nuestros niños aprendan a amar realmente a alguien, como lo hice yo. Así que bésame en la cocina mientras me sirvo cereales, abrázame en el sofá durante una noche de película en familia y toma mi mano cuando vayamos al súper. Vamos a mostrarles lo que es el verdadero amor, para que cuando lo encuentren, nunca lo dejen ir. Atentamente, Wendy Torres🦄-Cuando terminó de leer, la sonrisa en su rostro era tan suave como radiante. Wendy, por su parte, estaba completamente sonrojada.

Wendy: ¡Ni una sola palabra, Taro Misaki! Tenía solo siete años cuando la escribí-Le advirtió, con el rostro completamente rojo.

Taro: Yo no iba a decir nada-Respondió, sin borrar la sonrisa de su rostro.

Wendy: Sí, claro...y yo soy rubia. No puedo creer que haya escrito eso...-Murmuró, intentando ocultar su sonrojo.

Taro: Princesa, ¿Todavía quieres eso?-La miró con ternura y suavidad, tomando su mano y le preguntó, obligándola a mirarlo a los ojos.

-Wendy tragó saliva, su corazón latiendo fuerte en el pecho. Después de un momento, asintió:

Wendy: Bueno...sí. Sí quiero eso, cuando llegue el momento-Confesó, aún sonrojada, pero con sinceridad.

-Con esas palabras, Taro la besó con dulzura, prolongando el momento. Wendy respondió al beso, y cuando se separaron, ambos tenían sonrisas en los labios:

Taro: Me alegra escucharlo, porque yo también quiero eso. Es bueno saber que estamos en la misma sintonía. Porque yo también quiero eso. Quiero que nuestros hijos crezcan viendo lo que es el verdadero amor-Le dijo cuando se separaron.

Wendy: ¿De verdad lo quieres?-Preguntó, aún sorprendida por su sinceridad.

Taro: Claro que sí, princesa. Además, es importante para mí saber lo que quiere mi prometida y futura esposa-Dijo, acariciando la mano de Wendy, en la que brillaba el anillo de compromiso.

Wendy: Y yo estoy tan feliz de que tú seas mi prometido y futuro esposo, mi artista-Respondió antes de besarlo de nuevo-Te amo, Taro-Sonrió, su corazón lleno de amor, antes de besarlo con amor.

Taro: Y yo a ti, mi princesa. Te amo más de lo que puedas imaginar...-Susurró, devolviéndole el beso con la misma intensidad.





















































-Y así, en medio de cajas y recuerdos, Wendy y Taro encontraron no solo objetos de su pasado, sino también una carta que una niña de siete años escribió para su futuro esposo, quien resultó ser exactamente quien ella soñaba: Taro.













Voten y comenten.

One shot de Capitán Tsubasa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora