#Melodía de un Destino Entrelazado.

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Pareja: Taro y Wendy.

Narrador omnisciente:

-La luz del atardecer se filtraba a través de las cortinas, bañando la habitación en tonos dorados y anaranjados. Taro se encontraba frente a un antiguo piano de cola, sus dedos acariciaban las teclas con una delicadeza nacida de años de práctica y pasión. Frente a él, sentada en una silla de terciopelo rojo, estaba Wendy Torres, su mirada perdida en la danza de las sombras que jugueteaban en las paredes:

Taro: ¿Lista para escuchar, princesa?-preguntó, una sonrisa suave adornando sus labios.

Wendy: Siempre lo estoy cuando se trata de ti, mi artista-Asintió, su corazón latiendo con anticipación-Hace mucho no te escuchaba cantar ni tocar el piano. Estoy emocionada-Añadió con una sonrisa.

-Con un suspiro cargado de emoción, Taro comenzó a tocar. Las primeras notas de "Sirviente del Mal" resonaron en la habitación, llenándola de una melancolía dulce y poderosa. La canción hablaba de amor y sacrificio, de un sirviente dispuesto a darlo todo por su amada princesa.
Mientras tocaba, Taro cantaba con una voz que parecía acariciar cada palabra:

Taro: "Mi querida princesa, siempre estaré aquí
Tu sirviente fiel, yo soy, hermanos de corazón
Vine al mundo para darte total protección
Mi vida por ti daré..."

-Wendy cerró los ojos, dejándose llevar por la música que fluía de Taro, su Taro, que con cada nota le declaraba su amor incondicional:

Taro: "Cuántas cosas nuestro destino nos dará...
Hasta el fin del mundo mi alma te cuidará
Y el verte feliz, siempre desearé.."

-Las velas parpadeaban al ritmo de la música, como si incluso las llamas danzaran para ellos. Wendy sentía cada palabra impregnarse en su alma, cada promesa de lealtad y devoción:

Taro: "Tu sonrisa real volvió
Mi vida por fin brilló..."

-La melodiosa voz de el joven castaño llenaba la habitación, mientras su novia sentía cada nota:

Taro: "Aunque el mundo vaya en contra de los dos
Contigo a mi lado siempre caminaré
Nunca olvides que siempre yo te cuidaré
Y verte sonreír siempre desearé...
Estará bien, tú y yo somos similar
Nada me pasará
Ya no debes de llorar...

Mi querida princesa, siempre estaré aquí
Tu sirviente fiel, yo soy, hermanos de corazón
Vine al mundo para darte total protección
Mi vida por ti daré...

Si pudiera lograr yo volver a nacer
Pediría jugar contigo otra vez"

-Cuando la canción llegó a su fin, un silencio cargado de emociones llenó la habitación. Wendy abrió los ojos, las lágrimas brillando en ellos, y se levantó para acercarse a Taro:

Wendy: ¿Por...qué...esa canción?-Preguntó, su voz temblorosa.

-Taro se levantó, enfrentándola con una seriedad inusual:

Taro: Porque así como el sirviente del mal, yo haría cualquier cosa por ti. Mi amor por ti es incondicional, Wendy-Respondió con amor y serenidad.

Wendy: Y yo te amo a ti, Taro, por todo lo que eres-Dijo abrazándolo, sintiendo la verdad en sus palabras.

-En ese abrazo, sellaron una promesa silenciosa de estar juntos, sin importar los desafíos que la vida les presentara. Porque su amor era una melodía que trascendía cualquier canción, un lazo que ni el destino podría romper.

Esa misma noche:

-La noche había caído, y las estrellas comenzaban a titilar en el cielo. Taro y Wendy se encontraban ahora en el balcón, mirando el vasto universo ante ellos:

Wendy: Es hermoso, ¿No es así?-Murmuró, su voz apenas un susurro.

Taro: Lo es, pero no tanto como el brillo de tus ojos cuando miras las estrellas-Respondió con sinceridad.

Wendy: Taro, ¿Alguna vez piensas en el futuro?-Preguntó con el sonrojo en su rostro, su corazón se aceleró ante el cumplido.

-Taro la miró, su expresión se tornó pensativa:

Taro: A menudo. Pero más importante que el futuro es el ahora, y ahora estoy contigo-Contestó luego de unos segundos.

Wendy: ¿Y si el destino nos separa?-Preguntó, la incertidumbre teñía su voz. Ella no se imaginaba una vida sin en él, se conocía desde que nacieron y su amor fue creciendo a medida que ellos también lo hicieron.

Taro: Entonces lucharé contra el destino. Nuestro amor es como una melodía, princesa. Puede cambiar de ritmo, pero nunca se detiene-Respondió tomando su mano, entrelazando sus dedos con los de ella.

Wendy: Prométeme que siempre tocarás nuestra melodía, mi artista-Pidió y se apoyó en su hombro, confortada por sus palabras.

Taro: Te lo prometo-Contestó-Nuestra melodía del destino entrelazado nunca dejará de sonar-Prometió antes de besarla con amor y protección.






























-Y así, bajo el manto de la noche, con las estrellas como testigos, Taro y Wendy se prometieron amor eterno, un amor tan profundo y constante como la melodía que los había unido.




















Dedicado a: @Luana10ozora, espero te haya gustado el One-shot.




















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