One shot de Capitán Tsubasa.

#Tienes que decirle.

Pareja: Taro y Wendy

Narrador omnisciente:

-La selección japonesa llevaba varios días concentrada en la universidad de Catar, preparándose para los partidos del Mundial. Tras haber logrado pasar a las semifinales, Kira, el director técnico, decidió darles un respiro a los jugadores, permitiéndoles celebrar su última victoria contra Países Bajos con sus familias. Después de más de diez días sin verlos, todos estaban ansiosos por reencontrarse.

En una de las habitaciones del hotel donde se alojaban las familias, Wendy Misaki Torres se apresuraba a preparar a sus hijos para la reunión:

Wendy: Muy bien, mis tesoritos, ya están listos. ¿Emocionados por ver a papá?-Preguntó con una sonrisa cálida mientras ajustaba la ropa de sus hijos.

Tom: ¡Sí! ¡No veo la hora de abrazarlo!-Respondió emocionado, sus ojos brillando de anticipación.

Emma: Yo también lo extraño mucho...-Añadió, reflejando el mismo entusiasmo.

-Wendy suspiró, tratando de ocultar la mezcla de emociones que llevaba dentro. Se ajustó el saco elegante sobre su vestido y miró a sus hijos con ternura:

Wendy: Yo también lo extraño, pequeños. Pero hoy es una noche especial, al menos podremos estar juntos aunque sea un rato-Hizo una pausa antes de continuar, su tono más serio-Pero recuerden, por favor, no le mencionen nada a papá sobre... lo que me está pasando. Él necesita estar completamente concentrado en ganar el Mundial. ¿De acuerdo?-Pidió, mirando a sus hijos con seriedad y amor en sus ojos.

Tom: Mamá...pero si te pasa algo, papá debería saberlo, ¿No?-Preguntó frunció el ceño, su pequeño rostro mostrando preocupación.

-Wendy se agachó hasta ponerse a la altura de sus hijos y los abrazó con fuerza:

Wendy: No te preocupes, mi tesoro. No va a pasarme nada. Tienen a sus tías y a mí cuidándolos, y estoy bien, de verdad. Pero ahora es importante que su papá se enfoque en ganar. ¿Hacemos una pinky promesa?-Ofreció, extendiendo su meñique.

Emma: ¡Pinky promesa!-Dijo con una sonrisa, entrelazando su dedo con el de su madre.

Tom: Pinky promesa...-Añadió, aunque aún con algo de duda en su voz.

-Wendy sonrió, satisfecha, y se levantó para abrir la puerta:

Wendy: Vamos, nos están esperando. ¡A disfrutar la noche!-Exclamó animada.

-Al llegar a la recepción, las esperaban sus amigas de toda la vida:

Todas: ¡Hola, pequeña! ¡Hola, niños!-Las saludaron con sonrisas amplias.

Emma/Tom: ¡Hola, tías! ¡Hola, chicos!-Respondieron al unísono, corriendo a abrazarlas.

Wendy: Perdón por la tardanza. ¿Ya estamos listas?-Preguntó, mirando a sus amigas.

Sanae: Sí, no te preocupes. Los niños pueden ir con Yukari y Maki en el otro coche, y nosotras iremos con Flor. Así podremos charlar tranquilamente-Sugirió.

Wendy: Perfecto. ¡Vamos, niños, portense bien durante el trayecto!-Pidió con una sonrisa a sus hijos.

Tom/Emma: ¡Sí, mamá!-Respondieron al unísono mientras subían al coche con las demás.

-En el coche, una vez que los niños se alejaron, la atmósfera cambió ligeramente. Flor, que conducía, rompió el silencio:

Flor: Pequeña...ya que no están los niños, ¿Cómo te sientes? ¿Has tomado la pastilla?-Preguntó, preocupada.