19. Pilotos amigos

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—Charles, calma un poco.

Sainz intenta tranquilizar a su actual pareja.

—¿Cómo te atreves a decirme eso? Es indignante, ¡Checo es mi mejor amigo! Y no tuvo la confianza en comentarme esto —Dramatizó el monegasco.

—En realidad, debería ser yo quién se sienta profundamente ofendido —Fernando Alonso se cruza de brazos sobre su pecho — En realidad lo estoy.

Carlos mira a Max. Esté último sólo entornó los ojos.

—Quizás no nos mencionó nada por el hecho de que Max, no se ha declarado —Expresó. Exhibiendo lo hablado.

Max se indignó, sintiéndose traicionado incluso.

—Debí saber que no eras capaz de guardar un secreto —Dramatizó el neerlandés.

—Bien, no exageren —Charles se añade nuevamente — Max, necesito una respuesta clara de lo qué estoy a nada de preguntar — Le escudriñó severo — ¿Qué intentas con Checo? — Su cuestionamiento sale con un gruñido.

Max le mira imperturbable.

—Escucharon mal.

—Max —Advierte el monegasco.

—Intento cortejarlo —Respondió finalmente.

Alonso y Leclerc entreabren la boca con asombro.

—¿Y él qué te ha dicho? ¿Te ha dejado hacerlo? —Vuelve a atacarle con preguntas.

—Algo así.

Charles siente las mejillas arder.

—¡¿Acaso quieres dañarlo?! ¿Estás jugando con él? —Reaccionó negativamente. Realmente el omega recesivo prefería descubrir la intención de Max Verstappen hacia Sergio Pérez.

Después de todo, sólo podía ser una estrategia del neerlandés.

—Charles, tranquilo —Carlos le detiene. Intentando que el omega no ocupase la violencia.

El más joven del grupo sabía defenderse. Lo había dejado en claro al español con anterioridad.

—No estoy jugando con él —Se encoge de hombros, un tanto avergonzado. Cerciorándose de que nadie más que no fuesen los pilotos amigos le escuchasen — Sólo estoy intentando acercarme a Sergio, con el único objetivo de hacerlo mío — Confesó sin pudor.

Charles siente que el corazón da un terrible pero exquisito vuelco dentro de su pecho al escucharle. Su aroma se transforma a uno alegre, casi enormemente enorgullecido.

Los tres alfas dominantes lo perciben.

—Amor —El español le suelta finalmente y más aliviado. Revuelve su cabellera castaña, esponjosa y sedosa del menor.

Max se siente enternecido.

¿Algún día podría él intentarlo con el mexicano? Quizás. Sólo si así le nacía y Sergio se lo permitía.

—Dijiste que has intentado cortejarlo, ¿no ha funcionado?

Max le obsequia una negativa ante el cuestionamiento de Fernando Alonso.

—Es sólo que se presentaron complicaciones —Apartó la mirada. Recordando la situación entre su padre y él — Hace unos días Sergio me permitió cortejarlo, recién comenzaré a hacerlo como se debe — Aseveró seguro.

—Parece que vas muy en serio, Max —Fernando se cruza de brazos por encima de su pecho. Pronto dibuja una sonrisa suave y sincera — Estoy orgulloso de que al final has logrado buscar parte de tu felicidad. Casi puedo asegurar que Jos Verstappen se ha ido en contra de tu decisión — Se mantiene parsimonioso el conductor de Aston.

El aroma del neerlandés se agrió un poco al escuchar el nombre de su padre.

—He omitido parte de la verdad a él —Se cruzó de brazos. Intentando recobrar la neutralidad — Le he dicho que me relacionaría con Checo y ustedes, más no románticamente con Pérez — Confesó.

—¿Y planeas decirle? —Charles le encuesta.

Max asiente.

—Es mi padre. Tiene derecho a saberlo —Alegó sin severidad o molestia — Pero por ahora, esperaré al momento indicado para comentárselo — Comentó su decisión final.

Fernando le da una palmada en el hombro del neerlandés.

—Tienes mi profundo apoyo —Su tono es honesto y su mirada conecta con sus buenas intenciones — Pero lamento informarte que si te atreves a dañar a Checo o me entero que es alguna clase de estrategia para apartarlo o retener su carrera, me haré cargo de ti — El piloto 14 no bromeaba cuando le mencionaba esto.

Ciertamente Sergio era como su hermano menor y el predilecto. Amaba a Pérez con profundidad, y aunque sabía que él omega recesivo sabía defenderse muy bien y hacerse cargo de sus asuntos, no dudaría en defenderle de aquellos que le hicieran daño.

Max esbozó una sonrisa ladina y casi burlesca, desafiante.

—No te arriesgues, Alonso —Y alivianó su sonrisa — Pero no me permitiría dañarle, de verdad estoy intentando hacer las cosas bien, iniciando por mí — Suspiró. Agobiado.

Jamás creyó que intentar cambiar y arreglarse emocionalmente sería tan complicado. Creía que sólo eran cursilerías, justo como Jos Verstappen mencionaba.

Ahora entendía que su padre estaba equivocado.

—Debemos irnos a descansar. Mañana será un gran día —Suspiró el español menor — Admito que no he tenido muy buenos días, últimamente — Se encogió de hombros.

Era cierto, su desempeño se había oscurecido un poco, tenía la cabeza en otra parte menos en la pista.

Quizás se debía a Charles y su extraño comportamiento. Su alfa le gritaba por el que su omega estaba en cinta, pero de ser así Leclerc no sé lo ocultaría.

Charles le dedicó una suave sonrisa. Asintió.

—Cuídate Max y salúdanos a Checo —Pidió dulcemente.

Max asintió.

—Hasta luego —Se despidió del monegasco y observó a ambos españoles — Gracias por escuchar, pero quisiera que mantuviéramos esto en silencio hasta que Sergio y yo decidamos mencionarlo — Comentó tranquilamente.

—Claro —Aceptó el 55 sin conflictos.

Los demás asintieron.

—Por suerte Pierre no estaba aquí para escuchar —Sonrió bobamente el monegasco — Sería difícil lidiar con su lado bocazas — Se rió tiernamente.

Max sonrió. Tenía razón, Pierre era un buen amigo pero sin duda no sabía mantener secretos, sobretodo cuando se encontraba con el japonés.

—Vámonos. Antes de que tengamos que dar explicaciones —Sugirió Carlos.

Todos asintieron y sin más, se separaron como si nada. Al menos Max se sentía menos abrumado por sus emociones y nuevas noticias, le daba gusto saber que contaba más de lo que creía con los pilotos que cargan el número 14, 16 y 55.

Max se fue con una gran sonrisa en el rostro. Necesitaba ver a Checo.

Amores EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora