Amores Enemigos

49. Avanzando

—¿Me pasas la sal?

Alonso enarcó una ceja.

—Está bien de sal, Lando —Comentó incrédulo de que el chico ingiriera en cantidades "exorbitantes" sal.

—Fernando, te pedí la sal. No que me dijeras si estaba bien o no —El joven piloto de la escudería de McLaren se cruzó de brazos por encima de su pecho, observándole de forma desafiante.

El piloto asturiano tomó la sal y se la entregó sin decirle más. No deseando discutir por pequeñeces del momento, sobre todo porque estaban compartiendo mesa con sus amigos y estos, ya les comenzaban a ver.

—Gracias —Sonrió el omega, dedicándose ahora a su comida.

—Como decía —Ricciardo aclaró su garganta, enfocándose ahora en los demás y atrayendo la atención a él — ¿Ya tienen planeado a dónde la pasaran esta semana y media? — Encuesta el piloto de reserva de RBR.

Sergio permanecía a unos cuántas sillas de distancia del australiano, encontrándose desocupadas aquellas que les separaban por el hecho de que algunos pilotos amigos aún no se presentaban, teniendo a su derecha a Max.

—Aún no tenemos un plan —Piastri observó a Norris, buscando su mirada — Nuestra escudería está planeando hacer exhibiciones en Woking — Explicó — Así que posiblemente, vacaciones-vacaciones, no tendremos — Auguró el piloto australiano.

Lando miró a Jack. Asintiendo mientras metía a su boca otro trozo de pechuga y ensalada de verduras.

Óscar apartó la mirada, divertido de la imagen que su compañero de escudería le proporcionó. Aclaró su garganta h continuó con su imperturbable actitud.

—¿Qué hay de los demás? —Hamilton encuesta.

—Iré a casa a pasar un tiempo con mi familia —Nyck puso al tanto, manteniéndose inexpresivo hasta cierto punto, ocultando sus emociones.

Ambos holandeses se observan por inercia. Max admitía que a pesar de pertenecer a los Países Bajos, justo como Nyck, no se sentía tan familiarizado con el lugar como contrario.

Pasaba más tiempo fuera y en Mónaco, que en el mismo Hasselt. Quizás, planearía una salida a finales de año hacia el lugar en dónde nació.

—Justo —Albon señala a de Vries, bebiendo un poco de agua al sentir que el bocado se ha demorado un poco en pasar — También iré a casa. Aunque también por la escudería — Aclaró finalmente.

Daniel asiente.

—Yo aún no sé qué hacer —Resopló el australiano mayor, haciendo un mohín con sus labios.

—¿Qué no Red Bull planearía algo sobre marketing? —Charles encuesta, comiendo un poco de su waffle con crema chantillí y frutos rojos encima u esparcidos en el plato.

Carlos creía que Charles tenía el paladar de un niño de seis años. Pero nunca le reprimía, pues sabía que su novio comía lo indicado.

—¿Ah? —Daniel parece un poco perdido — ¡Ah sí! — Recuerda finalmente.

Quizás no debió ignorar las palabras de su asesora. Estaba tan metido haciendo ejercicio, que sólo le dedicaba asentimientos y sonidos en positiva.

—Creo que haremos dos paradas —Verstappen desconoce parte de la realidad.

Checo niega. Ocultando rápidamente su mirada en su platillo y llevando un trozo de su alimento a la boca.

Yuki, Charles, Lando y George se sienten nerviosos, como si lograran percibir en su conexión de "madre-hijo" que se formó por la unión de la manada, la ansiedad de Sergio.