53. Austria

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—Todo indica que el embarazo va de maravilla, Checo.

La doctora le dedicó una amable y suave sonrisa, quitándose los guantes y depositándolos en la basura. El omega dominante bajó su playera, sentándose en la orilla de la camilla y observando la fotografía de la ecografía.

Era diminuto, y apenas sus piernas brazos y pequeños dedos se habían formado. Impresionaba lo reducido que era su tamaño y sin importar aquello, Sergio estaba dispuesto a protegerle a costa de todo.

Ahora, todo aquello no parecía ser más un sueño inalcanzable. Se sentía tan real, que, le provocó ansiedad pensar en el hecho de que en algún momento él no fuese capaz de soportar el arduo camino de la gestación.

—Es normal sentirse asustado, Sergio —Trajo de regreso a la realidad y calma a su compatriota — Pero si te comprometes a llevar una dieta adecuada, descansos y actividades físicas necesarias, todo saldrá bien — Le recordó sus sugerencias — Igual, sí tienes alguna duda o sientes síntomas que te alarmen, no dudes en acudir conmigo o con algún médico cercano, siempre puedes pedir segundas opiniones — Declaró tranquila y académicamente.

Checo asintió, sintiendo como lentamente la ansiedad se dispersaba fuera de su cuerpo.

—No he presentado síntomas ¿acaso eso es habitual? —Encuestó el mexicano, dubitativo.

—No todos los omegas o mujeres presentan los mismos rasgos durante la gestación —Inició a explicarle con calma — Algunos muestran síntomas como las náuseas, los calambres en el vientre e incluso perciben sus emociones a flor de piel, pero estas características no son de ley para todos — Sonrió con genuina amabilidad — Puedes ser un omega gestante muy afortunado que no presente demasiados síntomas, sabemos que a nadie le fascina la idea de despertar a mitad de la noche por las náuseas — Bromeó un poco para apaciguar a su amigo, quien era su paciente por ahora.

Sergio sonrió. Negándose a sentirse atraído hacia aquella idea y situación, dándole la razón a su compatriota.

—Pero mientras más avance tu embarazo, iremos observando tus síntomas. Por ahora, me queda decirte que nos veremos en la siguiente revisión ¿de acuerdo? Sí tienes alguna duda o preocupación, no dudes en acudir al médico —Sugirió de forma profesional.

Checo asintió, satisfecho de recibir tal atención y preocupación.

—Oh, una duda más —Sergio lo recordó al último instante.

—Dime.

—¿Cuántas semanas tengo? —Encuestó, intrigado.

—Ocho semanas. Lo que significa que has cumplido la mitad de tu primer trimestre, Checo —Aclaró, con una expresión neutral.

Y el corazón de Sergio bombeó aún más rápido. Dos meses.

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George cambió el nombre del grupo a "Fancy Omegas".

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