Capítulo 8

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La llamada de un número desconocido se hizo presente, dudosa la acepte.

- ¿Hola? - Dije con intriga, ahora mismo estoy un poco paranoica.
- Hola ___, habla Christopher -.

Su tono de voz era bastante normal, me refiero a que no se escuchaba enojado o desesperado como creí.

- Oh, hola Christopher, ¿Éste es tu número? - Pregunté.
- Así es, puedes registrarlo, ya agende el tuyo -.
- Bien, ¿Tengo que usar algún apodo bonito y corazones? - Inquirí.
- Pues sí, se supone que eso hacen los novios - Dijo sonando obvio.
- Bien, ¿Cómo me agendaste tú? -.
- Los chicos dijeron que amor y un corazón estaría bien - Respondió con una risita nerviosa.
- Vale, haré lo mismo, ahora ¿A qué debo tu llamada? - Pregunté.
- Quería saber ¿Qué tal las cosas con tus padres? -.
- Pues, estaban muy confundidos y no lo podían creer, por cierto, tendré que contarte una historia personal, esto es básicamente para que cuando los conozcas sepas actuar bien y demuestres mucho amor, creo que mi cara de tonta enamorada logró convencerlos, pero les falta ver la tuya, solo necesito que prometas que no me verás diferente ni contarás nada de lo que te diga -.
- Está bien, lo prometo -.
- En persona lo harás también, ¿Ya hablaste con tu familia? - Cuestione.
- Saben que tengo novia y que la mostraré a las fans, cuando les conté de ti les dije que no eres la típica modelo o actriz que alguna vez imaginaron que tendría a mi lado, ellos saben que me enamore de ti por tu personalidad, belleza inigualable y la forma en la que demuestras tu amor, así que por favor, demuestra que me amas como loca o no me van a creer - Pidió.
- Ya me dirás como te gusta que te demuestren amor, tenemos mucho de que hablar, pero no por aquí - Mencioné.
- Estoy de acuerdo, ¿Ya vienes al hotel? -.
- Apenas voy de salida, así que te dejo, ¿Te llamo a ti cuando este allá? -.
- Sí, llámame cinco minutos antes para salir y encontrarte, hay algunas fans que ya saben donde estamos y de vez en cuando pasan, puede ser perfecto para que comiencen a vernos -.
- Está bien, ya te regreso la llamada, bye -.

Colgué y guardé mi celular en la parte trasera de mis bolsillos del pantalón con un poco de dinero.
Que miedo, la oportunidad perfecta para que comiencen a vernos, una sola foto y mi rostro estará en las redes sociales por culpa de Christopher, que gran noticia.
Me di una última mirada en el espejo y salí de mi habitación.

- Mamá, papá, ya me voy - Grité cuando estuve frente a la puerta.
- Cuídate mucho ___, te quiero temprano en casa - Me dijo mi mamá advirtiéndome con el dedo.
- Aquí estaré mamá - Aseguré.
- Con cuidado pequeña, llámame si necesitas algo -.
- Claro papá, nos vemos más tarde, los amo -.
- Nosotros a ti -.

Salí de mi casa y tomé un taxi que me llevara al hotel.

(...)

A una cuadra de llegar llamé a Christopher al celular.

- Estoy a punto de llegar - Le dejé saber.
- Ya bajo -.
- Bien -.

Colgué y esperé a que el taxista me acercara.

- Vaya, otra chica que espera ver a esos ?muchachos - Mencionó la persona que conducía.
- ¿Disculpe? - Pregunté confundida.
- Con usted, van siete viajes que hago hasta este hotel, y las chicas solo hablan de lo emocionadas que están porque esperan que unos artistas puedan salir a verlas - Dijo.

Vaya, no puede ser.

- Yo no vengo esperando a que salgan - Mencioné.
- ¿Ah no? - Cuestionó.
- No, de hecho vengo para entrar al hotel - Aseguré.
- Entiendo, creí que venía por lo mismo -.
- No, mi destino es distinto -.

Pagué el viaje una vez que llegamos, y cuando baje del taxi pude ver a Christopher parado en la entrada del hotel junto algunos guardias.
Nerviosa caminé hasta él, si ese señor del taxi no me hubiera dicho que van siete viajes que hace hasta este hotel, no estaría casi sudando por sentirme observada por tal vez más de cinco chicas que esperan ver a CNCO.

- Dime que soy una paranoica y que solo estamos tú y yo - Le dije una vez que estuve de frente a él.
- Atrás del árbol que está en el otro lado de la calle, hay una chica que está apuntando con su celular hacia aquí, así que actúa normal, no te pongas nerviosa, imagina que no hay nadie - Dijo sonriente mientras ponía un mechón de cabello detrás de mi oreja.
- ¿Cómo se supone que debo saludarte? - Pregunté con una sonrisa, igual de fingida que la suya.
- Solo besa rápidamente mi mejilla, seríamos muy obvios con un beso en los labios - Respondió.
- De acuerdo -.

Sin más que esperar me puse de puntitas para poder besar su mejilla fingiendo cariño.

- Te rodearé la cintura, vamos adentro - Avisó.

Yo asentí y dejé que Christopher pasara su brazo alrededor de mi cintura mientras caminábamos al interior del hotel, en donde poco a poco nos perdiamos de la entrada para poder subir a los ascensores y ahora sí, poder dejar de tocarnos y sonreírnos como idiotas.

- Ya nos vieron juntos, creo que viene un bombardeo de preguntas al máximo - Mencioné mientras me recargaba en la pared del ascensor.
- Lo sé, tú deberás mostrarte en todo momento como si no supieras nada, por ahora nadie sabe quién eres, hasta que la noticia se difunda será mejor que no revises redes sociales - Aconsejó.
- Ay Christopher, ¿En qué lío nos metiste? - Pregunté poniendo los ojos en blanco - En fin, todo es mental -.

Una vez que las puertas del ascensor se abrieron, ambos salimos y caminamos hasta que él abrió la puerta de la que al parecer, es su habitación.

- Los estilistas vendrán en unos minutos para arreglarte, yo estaré en la habitación de Zabdiel, si necesitas algo llámame o a Clara, la habitación de Erick está a la derecha de ésta y la de Zabdiel a la izquierda, Richard está en frente, pero para evitar confusiones usa el celular, ahora te envío el número de los demás - Me dijo.

Yo solo asentí.
Muy bien, aquí comenzaba algo nuevo e intenso para mí.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora