|Dos extraños| Christopher Vélez

Capítulo 42

Estuvimos hablando un poco más de tiempo hasta que Chris y yo teníamos que irnos ya, sentí que dejaba una gran parte de mí en el departamento de Zabdiel, una parte que sería testigo de lo que ellos harán en la soledad, de lo felices que serán juntos, de ese pronto nombre que le darán a lo que tienen, y entonces tendré que tragarme lo que siento hasta el final, tendré que mantener en secreto algo que me está matando por dentro, algo que jamás podrá darse porque Christopher y Zabdiel son amigos, y ni ahora, ni después eso cambiará, no seré la causante de un problema dónde no lo hay.
Ambos nos despedimos de Olga y Zabdiel y salimos de su departamento, en cuanto subí al auto solté un suspiro, por al menos dos semanas no saldré con Zab, él no va a quitarle su atención a Olga por dármela a mí, no hay razón para hacerlo.

- ¿Todo bien? - Preguntó Christopher una vez que subió al auto también.
- Sí Chris, todo bien, ¿Por qué lo preguntas? - Cuestione.
- Bueno, te noto rara, no sé, pareces triste, molesta, no sé cómo interpretarlo - Se sincero.

Carajo, tengo que quitar mi cara de amargada o no tendré como justificarla.

- Para nada, todo está bien, no te preocupes - Aseguré.
- ¿Segura? -.
- Completamente, al contrario, estoy feliz de que mi mejor amiga esté aquí -.
- ¿Crees qué vayan a dar el siguiente paso? Zabdiel dice que Olga le parece muy bonita y ya le está tomando un gran cariño, quizá su estancia aquí sirva para que ellos decidan ser novios al fin - Comentó.

No dudo de sus palabras, es que hasta Chris lo notó, además, Zabdiel se lo dejó saber, ¿Qué me queda por decir o hacer? Ellos van a ser novios sí o sí, está muy claro.

- Bueno, eso es cuestión de ambos, supongo que nos lo dirán cuando pase, no me quiero adelantar a nada - Dije tratando de no sonar molesta o triste.
- ¿Estás segura de qué estás bien? Sabes que puedes confiar en mí - Insistió.
- Estoy bien Chris, de verdad, pero, ¿Qué te parece si te invito unos tragos? La noche está bonita y me gustaría salir a distraernos, ¿Qué dices? - Propuse tratando de cambiar el tema.

Es que definitivamente necesito esos tragos con urgencia, necesito obtener valor, necesito olvidar por un momento que no puedo con la idea de Olga y Zabdiel juntos.

- Esa idea suena bastante bien, tú dime a donde quieres ir, me tienes a tu disposición -.

Reí y le indique el camino hacia el lugar donde podríamos pasarla bien.

(...)

Una vez que llegamos de inmediato comenzamos a beber, y después de algunos drinks se nos ocurrió la maravillosa idea de bailar un poco, honestamente me estaba riendo demasiado con Chris, me la estoy pasando muy bien, no puedo negar que me divierto mucho con él.

- No sé si los tragos me dan valor, pero no puedo evitar decirte que te ves tan bonita, me gustan tus piernas ¿Sabes? - Dijo en mi oído.

Yo reí coquetamente y pase mis manos alrededor de su cuello.

- ¿Y por qué me lo dices hasta ahora? Me encantaría haberlo escuchado sobrios, ¿Sabes? - Mencioné.

Chris hizo una mueca graciosa y se acercó más a mí.

- Me gustaría decirte muchas cosas, pero no sé como puedas tomarlo y eso me confunde un poco, a veces siento que - Se quedó callado.
- ¿Qué Chris? - Insistí tras su repentino silencio.
- Nada, no tiene caso, quizá son ideas mías - Mencionó.
- Dímelo Chris, confía en mí - Lo anime.
- A veces creo que sientes algo por Zabdiel - Soltó.

Vaya, ¿Tan obvia soy? Que tonta.

- ¿Por Zabdiel? Es una completa locura - Dije mintiendo en grande - Y para que saques eso de tu cabeza, podemos divertirnos un poco - Comenté coqueta.
- ¿Ah sí? Ya te dije que estoy a tu disposición - Respondió del mismo modo.
- Que bien suena eso -.

No lo pensé más y lo atraje hacia mí de manera que comencé a besarlo con una pasión incontenible, dejándole saber que puede hacerme sentir tanto sexualmente, y lo que comencé a sentir sobre mi abdomen, me dejó claro que yo causo lo mismo en él.

- Vamos al auto - Dije con la respiración acelerada.
- Mm, ¿Estás segura? - Preguntó.
- ¿Por qué no habría de estarlo? Andando guapo, tú y yo tenemos temas pendientes -.

Chris rió, tomamos nuestras cosas y salimos del lugar, una vez en el auto él avanzó hacia una calle donde no pasaba mucha gente, y gracias a los vidrios polarizados, no pensé ni dos segundos en ponerme encima de él para comenzar a moverme aún con la ropa puesta sin dejar de besarnos.

- Me gustan mucho esas ganas que tienes de sentir la adrenalina a todo lo que se puede - Mencionó con dificultad entre besos.

Yo reí.

- Querido Chris, eres mi novio y me encanta si puedo sentirla contigo, es divertido - Dije.
- Aprovecha que somos novios, anda que no me opongo -.
- Eso voy a hacer exactamente guapo - Afirmé.

|Días después|

Mi cabeza estaba en todo menos en lo realmente importante.
Olga me había pedido salir, sin embargo, y gracias al cielo, había tenido mucho trabajo con los chicos, están por sacar temas nuevos y me estoy moviendo para la publicidad y todo eso relacionado a su imagen, prefería ésto que tener que escuchar lo bien que la está pasando con Zabdiel, me muero porque se vaya antes de que se termine el trabajo para mí, si se harán novios, pues entonces que no lo compartan conmigo.
Cerré los ojos con frustración, otra vez lo arruiné, borro, trazo, borro, trazo y vuelvo a borrar porque mis pensamientos parecen en la luna, sino me concentro jamás voy a terminar.
Tengo ganas de irme y no volver a ver a nadie nunca más, quiero poder huir y gritar porque no me puedo desahogar con ninguna persona, me siento tan sola como lo estoy, y eso se debe a que sencillamente no hay ser humano en este mundo que me pueda dar un consejo que me saque a Zabdiel de la mente, abrir la boca no es mas que un suicidio del que no quiero llevar las riendas, y ya no sé que hacer al respecto.