Capítulo 69

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Lo que estaba experimentando en estos momentos me daba escalofríos, pero no en un mal sentido, ella se siente igual que yo, también prefirió callarse porque no sabía con exactitud lo que había detrás de todo.

- No sabía cómo decírtelo porque finalmente corro el riesgo de que ahora me digas que solamente yo soy la única que comenzó a sentir amor de verdad, y voy a entender si es otra persona la que te hace vibrar como tú a mí, solo sé con seguridad que necesitaba decírtelo, ya había sido suficiente de callarme -.

Sus ojitos me dejaban ver ese brillo especial, ese toque de verdad en cada palabra que sale de su boca, no había nada que pudiera llenar más mi corazón.

- ¿No estás jugando conmigo? - Pregunté

Es que no puedo creer que compartimos algo tan grande como es el amor.

- Chris, después de todo eso que sabes de mi vida, ¿En serio crees que así tan fácil te habría dicho que estoy enamorada de ti, y sobre todo, que tendría dos hermosos bebés tuyos? - Cuestionó.

Tiene razón, pero sigo sin creerlo.

- Bonita, es que por mucho tiempo estuve esperando que algo así saliera de tus labios, lo veía tan lejano, como una fantasía sin futuro, y ahora que lo dices con todas sus letras la magnitud de tus palabras me hace sentir en la nube más alta de la que no quiero bajar nunca - Mencioné.

Ella me miró sorprendida, tanto como yo lo estaba cuando ella habló.

- ___, algunos meses después de que comenzamos con nuestra relación falsa comencé a sentir cosas por ti, y me di cuenta porque verte tan cercana con Zabdiel me hacía tener celos de que con él parecías más feliz que conmigo, aunque fuera de amigos - Dije honesto.

Quiero ser lo más sincero posible con ella.

- Te veías tan segura de ti misma, y me refiero al hecho de que no había algún rastro o indicio que me dijera que si yo te expresaba lo que sentía tú ibas a corresponderme, estabas tan centrada en cuidar tus sentimientos, y no digo que estuviera mal, solo que los tenías tan encerrados en una cajita de acero que algo ya me decía que mi intento sería en vano, además, también parecía evidente que con Zabdiel estabas dispuesta a dejar ese miedo que conmigo no -.

Recordarlo, pensar que si Olga no estuviera con Zabdiel las cosas serían tan distintas ahora, me da pánico imaginarlo.

- Aquel que aprendiera a conocerte como yo, se habría dado cuenta de que Zabdiel no te era indiferente, al principio por mi cercanía con Abigail te dejé tanto de lado que quizá fue mi culpa y te puse en bandeja de oro a mi amigo, pero pasaban los días y ver que era motivo de tu sonrisa no me gustaba para nada - Admití.

Ella solamente me miraba fijamente pero con sorpresa en su expresión, la verdad es que para este punto ya me siento más seguro de decirle las cosas.

- ___, Abigail quedó atrás para mí, nunca estuve más seguro de decirlo, ella volvió a buscarme cuando se enteró que habíamos terminado, pero mi respuesta seguía siendo no, mi corazón, todo de mí ya se había quedado contigo, no tienes idea de lo mucho que me dolió cuando el contrato terminó, fui muy cobarde porque aunque por dentro me moría, no fui capaz de decirte lo mucho que ya albergaba mi corazón por ti, quería seguir cerca tuyo, pero tampoco quería ser egoísta y hacer algo que fuera a lastimarte, me encontraba entre la espada y la pared, pero muy seguro de lo que ya sentía por ti - Dije acercándome a ella para acariciar una de sus manos después de tomarla - Todo ese tiempo que ni siquiera un mensaje pudimos compartir por tontos, el hecho de verte aunque sea de lejos era mi consolación, no alcanzaba a satisfacerme, pero al menos sabía que estabas bien -.

Ella dejó salir una sonrisa ladina que me lleno el alma.

- ___, necesito tus besos, tus caricias, a ti, lo que siento creció de tal forma que estoy seguro de lo que quiero, y ya no importa nada, decírtelo es lo que me hacía falta, además, dos bellas razones nos van a unir para siempre, y una tercera también, que me enamore de ti - Confesé de una vez por todas.

La paz de poder liberar al fin mi sentir a esa hermosa mujer no tiene explicación.

- No quiero que te sientas presionada, eso siempre tenlo presente, pero tampoco quiero estar lejos de ti, no quiero que tengas que sentir dudas o algo parecido, quiero estar presente en todo el embarazo, en todo lo que sientas, eres tú ___, tú y nadie más con quién me muero por estar - Aseguré.

Sus ojitos comenzaron a llenarse de lágrimas, entonces se acurrucó en mi pecho y lo mejor que pude hacer fue acariciar su cabello y besar su frente.

- No bonita, no llores porque me partes el alma - Dije afligido tras ver su llanto.

No soporto verla llorando, no tiene que llorar por nada ni nadie.

- Es que estoy muy hormonal - Mencionó haciéndome reír - Pero además me cuesta trabajo creer que todo este tiempo tuve frente a mis ojos al hombre que me haría creer de nuevo en el amor, que haría todo por verme feliz y que además prefirió callar para no ser egoísta conmigo, sin presiones Chris, no hizo falta de eso para que yo finalmente pudiera comprender que ya estoy completamente bendecida porque te amo, porque ya nada me importa mas que hacértelo saber todos los días -.

¿Te amo? Esas dos palabras bastaron para que no quisiera otra cosa mas que estar con mi bonita, la madre de mis hijos, el amor de mi vida sin ninguna duda.

- Te amo ___, yo también quiero que lo sepas, te amo y no sabes cómo me gustaría que estemos juntos, pero está vez sin mentiras, sin contratos de por medio, sin terceras personas o algo parecido, ya no quiero que seamos dos extraños, quiero que lo seamos todo, absolutamente todo - Dije cerca de sus labios, deseando besarlos una y otra vez.
- Entonces, ¿Me lo vas a pedir o tendré que tomar yo la iniciativa? - Preguntó divertida.

Aquí está la mujer de la que me enamoré.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora