Capítulo 73

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El camino fue un infierno total para ___, la buena suerte es que al ser las tres de la mañana no había tráfico y llegamos lo más rápido que me fue posible al hospital, de inmediato la recibieron y me pidieron esperar afuera en lo que la estabilizan o no sé que, yo solo pedía porque todo estuviera bien.
Llame a sus padres, quienes entrando el mes 9 comenzaron a rentar un departamento cerca para estar pendientes, y a mi mamá, en cuanto les dije lo que pasaba no dudaron en venir, tal vez con ellos cerca ésto se sienta menos intenso para mí.

- Necesito verla, saber que está bien - Dije caminado de un lado a otro.

Realmente necesito estar seguro de que ella está bien.

- Tranquilo hijo, está bien, estoy segura, debes tener paciencia, así es estar en labor de parto - Explicó mi mamá.
- Pero quiero estar con ella, tomar su mano, aunque por dentro sienta que me voy a desmayar - - Mencioné.
- Y podrás estarlo, eres el papá y serás parte, solo ten un poco de paciencia, en cuanto esté lista nos lo harán saber y podrás estar con ella - Comentó mi suegra.
- Cuando estés ahí vas a sentir que la sangre abandona tu cuerpo, lo mismo sentí yo cuando mi hija nació, pero debes ser fuerte por los dos, ella necesita todo el apoyo posible, y tú serás su fuerza Chris - Dijo mi suegro.

Asentí nervioso.
Si pudieran sentir el miedo que tengo seguramente podría ser entendido, pero mi suegro tiene razón, debo ser fuerte por los dos.

- Christopher, es hora, ___ esta lista para dar a luz, vamos - Mencionó la doctora en cuanto se paró delante de mí.

Con todo el miedo del mundo comencé a caminar detrás de ella, las enfermeras me dieron guantes y un cubrebocas y entonces estuve listo para entrar.
Ahí estaba ella, con lágrimas resbalando por sus mejillas, en cuanto me miró trató de sonreír pero entendí que ya había comenzado el verdadero dolor.

- ¿Lista ___? - Le preguntó la doctora.

Mi novia asintió.
Tome su mano y besé su frente.

- Vamos juntos mi amor, tú puedes, ánimo mi bonita, vamos - La anime.
- Puja ___, puja - Le decían.

Podía escuchar como sus dientes chocaban pues ella temblaba y trataba de no gritar demasiado mientras pujaba una y otra vez.
Mis ojos querían dejar salir las lágrimas, pero tenía que resistir un poco más, necesito que ___ sea fuerte.

- Así vida mía, lo estás haciendo bien, vamos amor mío - Seguía hablándole.
- Otra vez ___, sigue así -.

No puedo ni imaginar por lo que está pasando, pero en verdad admiro lo valiente que es.

- Tres con cincuenta minutos de la mañana, tenemos al primer pequeño - Informó la doctora en cuanto un llanto se escuchó.

Dios de mi vida, el primero estaba aquí.

- Falta poco ___, sé fuerte, tú puedes - La animaban.

___ comenzó a pujar de nuevo, con tanta fuerza que tras un par de minutos más, otro hermoso llanto inundó la habitación.

- ¡Ah! - Dejó salir mi novia en un suspiro cuando había terminado.
- Tres con cincuenta y tres de la mañana, tenemos al segundo bebé - Mencionó la doctora.

Envueltos en una sábana trajeron hacia nosotros a ambos bebés, mi novia tomó al que nació primero y yo al que nació después.

- Mira lo que hiciste mi amor, mira que cositas tan bonitas me has regalado - Dije con tanta emoción que mis lágrimas cayeron.
- Nuestros gemelos, nuestros pequeños gemelos - Dijo del mismo modo que yo.
- Solo nuestros mi vida, que valiente fuiste corazón mío, no tienes una idea de lo mucho que te amo -.

Con cuidado me acerque a besar sus labios, al fin nuestra familia.

(...)

Ya habían cambiado a mi novia de habitación, ella se sentía mejor y parecía haber recobrado la vida en cuanto todo terminó.
Estaba encantada mirando como los abuelos mimaban a los bebés, esos pequeños llenos de luz que alegran nuestras vidas.

- Eres la mamá más sexy que he visto - Dije cerca de su oído para después besar su mejilla.
- Y tú eres el papá más guapo que mis ojos han visto, gracias por acompañarme mi cielo, no sabes cuan reconfortante fue -.
- Jamás voy a dejarte sola, mucho menos ahora que estos seres de luz han llegado, ya somos papás oficialmente -.
- Felicidades papá Chris - Mencionó con una sonrisa.
- Se escucha tan bonito, te amo tanto mi amor -.

Besé sus labios y acaricié su cabello.

- Estoy cansada - Dijo soltando un suspiro.

Se recargó en mi pecho y ahí se quedó mientras yo besaba su cabeza.
Cuando me moví creí que ella también lo haría, sin embargo seguía quieta, me reí y la agite tratando de hacer que emitiera movimiento, pero nada, entonces la mire y tenía los ojos cerrados.

- ___, mi amor, abre los ojos - Dije esta vez serio, ¿Qué está pasando? - Amor, no juegues así, por favor abre los ojos -.

Mis suegros y mi mamá se acercaron puesto que llame la atención.

- Llamen a la doctora, por favor, ___ no reacciona - Dije sosteniendola entre mis manos.

Su papá salió de inmediato y volvió con la doctora y algunas enfermeras.

- Dame espacio Christopher, por favor -.

Me hice a un lado y me quedé junto a mi mamá y mi suegra, quienes tenían a los bebés en sus brazos, me estoy muriendo de nervios, ¿Qué está pasando?
Tras unos minutos, en dónde mi campo de visión estaba siendo obstruido por la doctora, por fin pude acercarme, ___ ya tenía los ojos abiertos.

- Amor, ¿Estás bien? - Pregunté besando su frente.
- Estoy bien cariño, tranquilo - Mencionó.
- ¿Qué pasó doctora? - Le preguntó mi mamá.
- Me parece que tenemos una descompensación, al ser un embarazo doble hay cosas que se pueden llegar a complicar, el hecho de que los gemelos nacieran completamente sanos dice mucho de los cuidados que ___ tuvo todo el tiempo, pero ya le inyectamos tratamiento, vamos a tener que estar aquí un par de días más, por lo tanto estos angelitos tampoco se podrán ir - Nos dejó saber.
- ¿Pero mi hija va a estar bien? - Inquirió mi suegra.
- Claro que sí, estará bien, además de todo el esfuerzo que hizo hoy es relativamente normal que ésto haya pasado, pero todo mejorará porque vamos a cuidarla y ella tendrá que hacerlo por fuera también, pero hasta que no esté estable no se irá, así que no se preocupen porque todo va muy bien -.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora