Capítulo 26

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Chris y yo terminamos de hablar con mis padres, mi mamá entre algunas lágrimas me lleno de besos y abrazos al igual que papá, sentía el corazón tan frágil que terminaría llorando también, así que lo mejor que hice fue fingir que estaba feliz, y no es que no lo estuviera del todo, pero honestamente ésto lo estaba haciendo por Christopher y la falsa relación que tenemos, porque aunque influye un poco el trabajo, la realidad es que me necesitan con él en eventos importantes y no conviene que haya chismes de que la distancia nos va a separar.
Ambos subimos a mi habitación al estar más tranquilos.

- Adelante amor, ponte cómodo - Dije para finalmente cerrar la puerta.

Ahora sí, nadie podía oirnos.

- Es muy linda tu habitación - Mencionó.
- Gracias - Respondí para después soltar un suspiro y dejarme caer en la cama boca abajo mientras él se sentaba a mi lado.
- Tranquila, entiendo que es muy difícil todo esto, pero tus padres no lo tomaron tan mal y te apoyan, mira ese lado -.
- Creí que me dirían que no, vaya giros de la vida - Confesé.
- Es que en verdad confían y creen en ti -.
- Sí, creo que eso hacía muy difícil mentirles desde el inicio, aunque las cosas ya están hechas y me iré a vivir a Miami -.
- ¿No estás feliz? - Preguntó.
- Digamos que es complicado - Dije sincera y me puse de lado de modo que pudiera mirarlo - ¿Qué tal te pareció convivir con mis padres? - Pregunté.
- Mis suegros me caen muy bien, jamás imaginé que serían tan agradables y amables - Dijo.
- ¿Lo dices en serio? - Inquirí.
- No podría mentirte, en verdad me gustaría seguir tratando con ellos, aunque lo nuestro no es en serio -.
- Créeme cuando te digo que eres el primer hombre que tratan de esa manera - Admití.
- ¿Has tenido muchos novios? -.
- Formales no, sí tuve algunos pero mis padres no los conocieron así que no cuenta, el único que conocieron fue a Alexander, y para ser honesta lo trataron con mucha seriedad, tal vez porque era muy chica aún, ahora tú eres el segundo y luego de varios años, en verdad finges muy bien porque creyeron que me amas - Comenté.
- ¿Crees que podría ser actor? - Cuestionó divertido.
- Solo si la protagonista soy yo - Respondí del mismo modo.
- Así que quieres seguir probando mis besos, ¿Eh? - Mencionó coqueto.
- Ja-ja, esos los tengo sin necesidad de ser actriz - Afirmé.
- ¿Y por qué estas tan segura? -.
- Pues fácil, porque soy tu novia y lo seré por varios meses más, no me puedes negar tus besos -.
- Sí puedo - Aseguró.
- No, no puedes -.
- Claro que puedo - Insistió.
- No Chris, no puedes, eso no se le hace a tu novia -.
- Sí cuando cree que los tiene sin límite -.
- Es que es verdad -.
- No, estás muy mal - Dijo moviendo la cabeza en forma de negación.

Yo quería seguir molestandolo así que me puse de rodillas sobre la cama para poder quedar de frente a él.

- Mira ese cuadro - Dije señalando un cuadro cualquiera de los que tenía colgados en mi habitación haciéndolo voltear, así que sin que lo viera venir tomé su rostro entre mis manos y sin más uní sus labios con los míos en un beso que él no dudó en corresponder - Te dije que no podías negarte - Mencioné con una pequeña sonrisa de satisfacción aún cerca de sus labios.
- Eres una tramposa - Se quejó del mismo modo que yo.
- Dime que querías alejarte y te creeré - Lo rete.
- A veces siento que debes dejar de hablar -.

Tomándome por sopresa Christopher volvió a besar mis labios, y claro que yo tampoco podía negarme.

- Me lo confirmas, yo tengo razón querido Chris -.
- Ya no digas nada - Dijo resignado mientras yo reía.

|Días después|

- ¿Ya llevaste tus documentos a la universidad? - Me preguntó Olga mientras comía de su helado.

Hoy por fin me había atrevido a hablar con ella acerca de mi partida de México.

- No pulga, aún no - Respondí.
- ¿Cómo que no? Entramos la próxima semana - Comentó sorprendida.
- Es que justo de eso te quiero hablar - Mencioné.
- ¿Pasa algo? - Preguntó curiosa.
- Bueno, aún nadie lo sabe y no es realmente necesario que lo hagan, pero firmé un contrato de trabajo con el equipo de CNCO, me apoyan con mis estudios mientras trabajo, así que me toca comenzar y por ello me voy a vivir a Miami - Dije sin rodeos.

Olga me miró incrédula, se había quedado pasmada.

- Me voy la próxima semana, comienzo la universidad en línea -.
- ¿Estás jugando conmigo? - Inquirió.
- No podría, no con ésto, sé que es difícil de creer pero es necesario ya que básicamente voy a diseñar para ellos, tú sabes lo pendiente que debo de estar para todo, Haisam y Clara van a apoyarme con esa parte y mis padres están de acuerdo aunque también es difícil para ellos - Admití.
- Ay amiga, voy a llorar, no quiero que te vayas porque te voy a extrañar con locura, pero sé que es una mega oportunidad, o sea trabajas con el equipo de tu novio, ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Además de que estarás cerca de él, vaya, tengo una mezcla de sentimientos - Confesó.
- Pulga tú y yo somos más que amigas, claro que también te voy a extrañar pero no dejaremos de hablar porque eres como mi hermana, además, debes saber cómo van las cosas con mi guapo novio - Aseguré.
- Ay amiga yo estaré hasta el final de los días contigo, que felicidad, espero en serio que te vaya de maravilla, tienes que invitarme en algún momento a tu nuevo hogar -.
- Cuando me establezca, tú serás la primera en vomitar en el baño por tanto beber - Dije divertida.
- Ow, eso suena interesante -.

Ambas reímos y seguimos platicando acerca de la nueva aventura que iba a vivir lejos de casa, siendo novia de un famoso y viviendo literalmente a un lado de su departamento, ésto era tan loco como suena pero había una chispa dentro de mí que me causaba emoción, al final experimentaria y aprendería demasiadas cosas, tanto en mi vida personal como en la laboral.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora