Capítulo 28

803 62 18
                                    

- Christopher muévete - Dije.
- ¿No querías que te abrazara bien? - Inquirió.
- Cuando tenía frío, ahora ya no, además, quiero ir al baño -.
- Bien -.

Él se giró dejando de abrazarme, me puse de pie y salí corriendo al baño.
Cuando terminé me lave las manos y salí mucho más tranquila, encontrándome con Christopher acomodado boca abajo.

- Levántate hombre, tenemos mucho que hacer - Mencioné.
- Podemos hacerlo más tarde, aún no he descansado bien - Respondió.
- Christopher, son las dos de la tarde - Le dije mirando la hora en mi celular - Vamos, por tu culpa se hará más tarde -.
- ¿Por qué mi culpa? Te recuerdo que fuiste tú quien me pidió abrazarte y me contagio el sueño - Se quejó.
- Ni siquiera habías abierto bien los ojos, no sé cómo recuerdas eso, pero no olvides, tú de tu lado, y yo del mío, además, muero de hambre y estoy segura de que no tienes nada que podamos cocinar, ¿Pedimos algo a domicilio? - Pregunté.
- Quiero probar el sazón de mi novia - Dijo.

Por fin se sentó en la cama mirándome mientras se frotaba los ojos.

- ¿Sabes cocinar? - Preguntó.
- ¿Lo dudas? - Lo miré mal.
- Un poco - Se encogió de hombros.
- Levanta ese trasero, vamos a comprar los ingredientes, te haré una comida que querrás chuparte los dedos - Aseguré.
- ¿Ah sí? -.
- Vamos, vamos - Lo apresure.
- Podemos pedirlos a domicilio -.
- No, vamos a comprar, ¿Quieres que cocine? Bien, pero a mi modo -.
- Está bien señorita mandona - Terminó por aceptar.

(...)

- ¿Y? ¿Qué te pareció? La verdad - Dije.
- Bueno, tú ganas, sabe muy bien - Admitió.

Yo lo miré con una gran sonrisa, le había gustado la comida.

- Bueno, ¿Qué te digo? Creo que estoy lista para vivir sola -.
- Si cocinas todos los días, puedes quedarte aquí - Mencionó.

Yo reí fuerte llamando su atención.

- No cariño, necesitas mucha suerte para lograr eso - Respondí.
- Estómago lleno corazón contento, dicen que conquistas al hombre por medio de la comida, tú ya me tienes a tus pies, puedes quedarte para siempre -.
- ¿Te tengo a mis pies? Es la mentira más bonita que he oído, sin duda alguna - Comenté.

Me levanté y comencé a recoger los platos sucios.

- Vamos, mientras yo lavo ésto tú limpia la mesa -.
- Eres muy mandona, ¿Sabes? - Continuo con sus quejas.
- Solo poquito, ¿Aún quieres que me quede para siempre? - Inquirí.
- Ya lo dudo -.

Reí y negué con la cabeza, él tenía razón, vivir juntos algunos días sería divertido.

(...)

- ¿Quieres conocer el estudio dónde ocurre la magia? Los chicos y yo tenemos que terminar el video de nuestro nuevo tema, ¿Te gustaría ser la primera en verlo? - Preguntó con una sonrisa.
- ¿En serio puedo ser la primera? - Inquirí emocionada, nada me gustaría más.
- Privilegios de ser mi novia - Dijo orgulloso de sí mismo.
- Por esta vez te daré la razón, pero que conste que no estoy contigo por eso - Mencioné divertida.
- Porque me amas demasiado, yo lo sé mi amor -.
- Sí claro, me alegra que lo tengas seguro - Dije divertida.

Ahora fingir este amor ya no era tan difícil, podíamos jugar con ello pero solo en privado.

- Entonces vamos por nuestras cosas que debemos salir ya para el estudio - Dijo.
- Que bendita emoción - Comenté con una sonrisa.

(...)

Cuando llegamos al estudio el primero que ví fue a Zabdiel, así que por instinto me acerque rápidamente a él para abrazarlo.

- Hola Zab - Lo saludé.
- Hey, ___, ¿Cómo estás? ¿Qué tal te va con Christopher? - Preguntó amable.
- Todo super bien, creo que no somos tan malos romies -.
- ¿Aún no te ha hecho enojar? -.
- No mucho aún - Respondí divertida.

Ambos reímos y nos acercamos a los demás para que yo pudiera saludarlos.

- ¿Quieres escuchar el nuevo sencillo que vamos a lanzar? - Preguntó Erick emocionado.
- ¿Puedo? Porque me encantaría - Aseguré.
- Dinos que opinas, con total honestidad - Pidió Zabdiel.
- De acuerdo - Acepte.

Los chicos pusieron la canción que de inmediato comenzó a inundar mis oídos, y vaya, se escuchaba tan fantástica.

- No lo puedo creer, chicos increíble, me siento especial por ésto, se escucha tan genial - Comencé a decir.
- ¿Te parece? - Cuestionó Zabdiel.
- Jamás había tenido la oportunidad de esta experiencia, no podría mentirles cuando lo que hacen es increíble, en verdad se escucha fantástico, los felicito demasiado chicos, gracias por ésto -.
- Que bueno que te gustó, y que se haga costumbre porque como nuestra amiga tendrás esa oportunidad cada que quieras - Comentó Richard.
- No me digas eso porque no querré salir de aquí - Bromee.
- Nosotros felices de tenerte - Intervino Erick.

Sonreí con ternura hacia ellos, en verdad son unos chicos maravillosos que me alegro de haber podido conocer, no bajo los términos de un romance acordado con uno de ellos, pero sin duda me hacía feliz que ya formaran parte de mi vida.

(...)

- ¿Qué haces? - Me preguntó Christopher mirando sobre mi hombro lo que tenía en las manos.

Ya era un poco noche cuando volvimos del estudio.

- La verdad es que había olvidado que la tenía, cuando estaba empacando la encontré y me dió curiosidad pero no me atreví a abrirla así que solo la traje, llevaba mucho tiempo guardada y no sé que tan prudente sea ver su contenido - Dije soltando un suspiro.

Christopher se sentó a mi lado en la cama, ambos detuvimos la misión desempacar nuestras maletas.

- Después de que los padres de Alexander murieron lo último que él le dió a mis papás fue una carta destinada a mí, nunca fui capaz de abrirla pero tampoco quería romperla así que solo la guarde, en todo este tiempo tú has sido la única persona a la que he podido contarle esa historia controlando el dolor, ¿Vemos juntos que dice? - Pregunté mirándolo a los ojos.
- Si me tienes la suficiente confianza para hacerlo yo estoy encantado, podemos leerla juntos porque estaré para apoyarte -.
- Gracias Chris - Respondí con una sonrisa mientras mis manos comenzaron a abrir el sobre que traía aquella carta.
- Solo recuerda una cosa - Dijo antes de que pudiera desdoblar la hoja.
- ¿Cuál? - Cuestione.
- Lo que sea que diga esa carta forma parte de tu pasado, ahora eres una persona completamente nueva que merece ser feliz, y aunque la relación es fingida el cariño que ya siento por ti no lo es -.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora