Capítulo 46

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- Otra maldita vez me lo hiciste, ¿Qué te cuesta decirme que tienes cosas más importantes que hacer como tirarte a la mujer por la que estoy metida en este estúpido lío? Yo hago todo para que tú estés bien y tu reputación sea la mejor mientras la mierda me consume, mientras me aguanto todo y me callo, ¿Qué carajo necesitas para madurar? Si te gusta lucha por ella y ya deja de esconderte, deja de involucrar a más gente para que limpie tus estupideces - Me atrevo a decir.

Ni siquiera estoy siendo consciente de lo que está saliendo de mi boca, pero estoy segura de que es la verdad, por su culpa yo tuve que tomar desiciones que jamás imaginé, por su culpa conocí a Zabdiel y me hice ideas fuera de lugar con él, por su culpa siento cosas tan feas por Olga, mi mejor amiga, por su culpa vivo una mentira con mis padres, ¿Y qué hace él? Cogerse a esa estúpida niña que no es capaz de enfrentar los problemas con él, ah, pero ___ tiene que joderse y arreglar las malditas mierdas de todos.

- ___, yo sé que - No dejé que hablara.
- No Christopher, tú no sabes nada, solo te importas tú, tú y tú -.

No tendría que estarle recriminando nada pero ahora mismo se me han juntado los sentimientos, creo que ya debo cerrar la boca.

- Mejor vete, de verdad, estoy diciendo cosas sin sentido y sé que me voy a arrepentir, olvídalo y vete, por favor - Le pedí dándole de nuevo la espalda.
- No ___, sin sentido no, dijiste la verdad, y en serio lamento tanto haberlo hecho, voy a dejarte sola para que te calmes, pero tenemos que hablar -.

Escuché como soltó un suspiro y sin más salió de mi departamento.
¿Hablar? No quiero tocar este tema nunca más.

|Al día siguiente|

- ¿Erick estás libre? - Pregunté después de saludarlo.
- ¿Iremos por ese lindo auto? - Preguntó emocionado, lo que me hizo reír.
- Así es, ¿Puedes acompañarme? -.
- Pero claro que sí, encantado, te veo en media hora afuera de tu departamento, que genial la vamos a pasar -.
- De acuerdo, aquí te veo, gracias -.

Corte la llamada y terminé de arreglarme y acomodar mis cosas para poder esperar a Erick.
Sin embargo, antes de poder salir una vez que me dijo que estaba afuera, la silueta de Christopher se hizo presente en la puerta de mi departamento.

- Buenos días, ¿Podemos hablar? - Preguntó un tanto apenado.
- Buenos días, lo siento, ahora mismo no puedo, voy de salida, me esperan abajo - Respondí.
- ___, tenemos que hablar de verdad -.
- Christopher, cuando una persona tiene compromisos con alguien los cumple, Erick me está esperando abajo y no pretendo dejar que me espere más tiempo, así que, ¿Quieres hablar? Ok, vamos a hablar, pero será en otro momento porque me tengo que ir - Dije tratando de mantener la calma, no quiero gritarle ni enojarme más con él.
- Está bien, pero llámame cuando estés libre, por favor - Pidió.
- Bien, lo haré, ahora con permiso, tengo que irme -.

Cerré la puerta de mi departamento y sin más subí al elevador, que dolores de cabeza me provoca este hombre.

(...)

- ¿Este es el que te gusta entonces? - Preguntó por quinta vez mirando bien el auto.
- Sí, ¿Te parece buena opción? - Cuestione.
- La mejor, está muy lindo, entonces hagámoslo oficial -.

Yo sonreí y le confirme al vendedor que este sería el auto que vamos a llevarnos, por fin me hacía acredora de mi propio auto, Dios, ¿Cuándo iba a imaginarlo? Que bonita sensación.

- Que genial, ya podremos entrar a las carreras clandestinas - Comentó Erick.
- No me tientes porque te voy a ganar -.
- Uy, eso suena a desafío -.
- Es que no me gusta la derrota - Dije divertida.
- A mí tampoco, ya nos probaremos -.
- Perfecto, acepto entonces -.

Reímos y sin más nos acercamos a terminar con los trámites.

(...)

Para celebrar Erick y yo fuimos a comer y tomar una copa, que divertido es este hombre, y lo mejor, ni él me gusta, ni yo le gusto, puedo tratarlo sin tener que callarme sentimientos o sin tener que aguantar que está con otra.

- ¿Cómo vas con la chica? - Le pregunté recordando aquel consejo que una vez me pidió.
- Seguimos en ese proceso donde no queremos darle un nombre oficial, pero que seguimos buscando -.
- Que bueno Erick, no sabes cuánto me alegra oír eso, te dije que callar no era lo mejor -.
- Y tenías razón, las cosas marchan bien y me siento con un peso menos encima -.
- Disfrútalo, cada vez veo más enredos en mi vida y siento que me voy a volver loca - Confesé.
- ¿Problemas con Christopher? - Preguntó.
- Es todo Erick, demasiadas cosas en mi cabeza, lo de ayer detonó en un enojo grande, me molestó tanto lo que Christopher me hizo, pero no porque haya sentimientos de por medio, sino porque se me hace tan injusto que yo arriesgue todo y haya dejado todo en México para que él arreglara sus problemas mientras busca otros y de paso me jode también - Dije sincera - Yo sé que las oportunidades que ahora tengo en lo laboral, académico y en cierta parte en mi vida personal, son muchas, y lo agradezco infinitamente, pero sentimentalmente me siento caminando en un hilo y ya no sé que hacer - Me abrí sentimentalmente con él.
- ¿Eso es por qué te enamoraste de Christopher o de alguien más? - Preguntó curioso.
- Es un secreto que me aterra revelar, ni siquiera he sido capaz de aceptarlo a mí misma -.
- ¿Así de grave es? - Me miró preocupado.
- Así de grave, solo te puedo decir que no es Christopher -.
- Bueno, puedes confiar en mí, cuando estes lista y lo necesites créeme que voy a escucharte y tratar de aconsejarte, me falta aprender mucho de la vida aún pero espero y confío en que sabré que hacer o decirte tan solo para apoyarte - Mencionó amable.
- Erick eres demasiado lindo, en serio, no dudes que voy a tomar tu palabra porque necesito con urgencia desahogarme con alguien - Admití.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora