Capítulo 75

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- Yo sabía que la belleza que su mamá les heredó no iba a pasar desapercibida - Dijo besando mis labios para después seguir mirando el celular.

La verdad es que por ahora agradezco que la atención este más encaminada al hecho de que Chris es papá y no al hecho de que volví con él, quizá esa noticia ya estaba mejor digerida, al final ante todos llevábamos un año y medio de relación.

- Debo admitir que me siento tranquila al saber que tomaron muy bien la noticia de los bebés, es que míralos, ¿Quién podría no morirse de amor por ellos? Son condenadamente hermosos - Dije.
- Mi amor, son cosas que tarde o temprano tienen que pasar, y me hace feliz que las fans puedan ser testigos de lo inmensamente feliz que soy a tu lado, ya te dije que nada tiene que perturbar tu mente o hacerte daño porque yo no lo voy a permitir, eres la luz de mi vida, el tesoro más grande que tengo ahora aunado a mis hijos, así que contra viento y marea voy a protegerte -.
- Recién comienzan a controlarse mis hormonas de nuevo, no me hagas llorar porque después nada me podrá hacer parar - Mencioné frunciendo los labios tras sus palabras.

Es que no me cabe en la cabeza como es posible que en mi camino un hombre que de verdad me ama se haya cruzado, es tan sorprendente pero simplemente lo mejor que pudo pasarme.

|Semanas después|

Chris y los bebés estaban en su departamento, hemos estado pensando en adquirir nuestra propia casa, algo que sea de los dos, pero mientras encontramos la ideal nos quedamos en mi departamento ya que están mis cosas y las de los bebés, aunque claro que también estamos en el de Chris, él quiere que los gemelos se vayan relacionando también con las cosas de su papá, porque aunque hay algunas en mi departamento, la realidad es que todo lo demás está en el suyo.
Tuve que salir un momento porque olvide los pañales, estaríamos un rato ahí y después nos iríamos a la casa de mi suegra.
Tomé lo que hacía falta y estaba dispuesta a volver con mis hombrecitos, sin embargo cuando abrí la puerta una adrenalina inmensamente potente me recorrió el cuerpo entero, el miedo se hizo presente y sentí que todas mis terminaciones fallaban.

- No otra vez, basta ya de ésto, déjame tranquila, ya no me atormentes más - Pedí con un hilo de voz.

No quiero que me vea vulnerable pero la realidad es que quiero que ésto acabe.

- Tranquila, por favor, solo necesito que me escuches, será la última vez, te lo juro - Dijo suplicante mirándome a los ojos.
- Sé breve, ya no quiero verte -.

Alexander asintió, ni siquiera sé de donde estoy sacando fuerzas.

- Eres la mamá más bonita que mis ojos pudieron ver, esos bebés tan hermosos que tu vientre protegió por nueve meses son encantadores, y a pesar de que me habría encantado que fueran míos, ya entendí que mi tiempo se acabó - Comenzó a decir.

¿Qué?

- Creí que te podría recuperar, mi mente creyó que tal vez podría volver a ser feliz contigo, pero merezco lo que tengo, mi mujer me dejó y se llevó a mis hijos lejos, pensar en ti mientras estaba con ella no era vida, me alejé tanto de ella como de mis hijos que sencillamente se hartó y buscó su felicidad, no tuve el valor de detenerla y luchar porque me equivoqué desde el inicio, si te hubiera contado la verdad, si hubiera sido sincero contigo quizá habría podido amar sin condiciones a mis hijos mientras mi mujer eras tú, mientras ese amor que me dabas era compartido, pero fui un idiota que la cagó de la forma más grande posible y ahora tengo mis consecuencias - Mencionó mientras lágrimas recorrían sus mejillas - Ya entendí que alguien más llegó a tu vida, alguien que supo valorarte, que supo llegar a tu corazón y demostrar que lo cuidará sin condición, además, te ha dado dos hermosas razones para vivir y no pienso quitartelas porque tienes razón, ya no tengo que atormentar tus pensamientos, tu existir, solo quería verte por última vez, quería decirte que mi amor por ti es tan sincero como alguna vez fue el tuyo, pero me di cuenta tarde y jamás me lo voy a perdonar, deseo con toda el alma que seas la mujer más feliz del mundo porque te lo mereces, porque realmente ese brillo tan especial en tus ojos es signo de que estás saliendo adelante con quién amas y te ama, perdóname por favor por todo, quiero encontrar un poco de paz porque me siento perdido, y ver tu rostro por última vez es lo que más deseaba -.

Se acercó un poco a mí y dudoso tomó mi mano, que no pude apartar.

- Mi bella flor paso a ser de alguien que sí te merece, y no sabes lo feliz que me hace verte bien, me llena el alma como no lo imaginas, por favor ___, perdóname - Suplicó sin dejar de verme a los ojos.

Santo Dios, de todo lo que creí que pasaría, jamás imaginé ésto.

- Hace mucho tiempo que te perdone, y quizá necesitaba verte por última vez para confirmar que alguien más llegó a cerrar por completo el capítulo que viví contigo para escribir uno nuevo y esta vez el libro completo, los errores del pasado nos hacen aprender pero debe quedarse atrás porque no podemos avanzar, así que de corazón te perdono, estoy segura de que aún te queda mucho que vivir y aprender, encontrarás tu camino, de eso estoy segura, mi historia contigo ya terminó, así que espero que logres encontrar la paz que necesitas, porque sé de sobra que la calma cuesta conseguirla, pero cuando lo hagas, será para siempre, cuídate Alexander, aquí terminó todo - Dije segura y quitando mi mano de entre las suyas.
- Cuídate florecita, adiós - Concluyó para después darme una pequeña sonrisa y sin más desaparecer de mi vista.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora