Capítulo 60

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Justamente el mes que dejamos pasar para que la voz se corriera había terminado.
Estar con mi familia en México me hizo sentir mucho más tranquila de lo que esperaba, aunque por las noches miles de pensamientos llegaban a mi cabeza, y todo dirigido a Christopher y lo que siento por él, quiero seguir creyendo que no tiene que ver con algo más allá que cariño, pero este mes lejos fue complicado sin verlo, lo extraño, ni siquiera hablamos porque no tenemos nada que decirnos ahora que se acabó, o que por lo menos está próximo a terminar.
Clara y Haisam nos citaron para que Chris y yo firmemos como concluido el contrato y por nuestro silencio, además de que ambos nos comprometemos a subir un comunicado donde seremos breves, pero damos a entender que terminamos por muto acuerdo, que seguiremos siendo amigos pero que nuestros caminos tienen rumbos distintos.
Vaya estupideces, ¿Rumbos distintos? ¿En serio es eso lo que va a convencer a todo el mundo de que un año y medio se tira a la basura? Después del regreso de Alexander la forma en la que Chris estuvo cerca de mí fue tan profunda que nada ni nadie más estaba en mi cabeza y corazón que él, me cuesta trabajo aceptar que ya se terminó.
Así como aceptar que Zabdiel despertó algo en mí me costó trabajo, ahora me cuesta el doble de trabajo querer ver dentro de mí y descubrir que al final Christopher no me es indiferente en lo absoluto, es que, ¿Cómo no confundir las cosas? ¿Solo era amabilidad? ¿Por qué se sentía como algo más allá? ¿Cómo es posible que por quién estabas segura de no sentir nada, ahora te haga sentir que no respiras al saber que se alejará?
¿Cómo voy a ser capaz de olvidar todo ésto? Quisiera haberle hecho caso a Erick y atreverme a hablar, pero no pude, no sé cómo hacerlo, como verlo a la cara, fijamente a los ojos y confesarle mi sentir, no puedo, no quiero volver a llorar por un hombre que no siente nada por mí, no sé si seré capaz de soportarlo.
Cuando llegué a mi departamento después de haber firmado me quedé sentada en el sofá mirando a la nada, Christopher y yo ya no nos dijimos nada más, sus ojitos me miraron y solo atino a regalarme una sonrisa, mismo gesto que le regrese, el estómago me dolía conforma avanzaban los minutos, miles de comentarios inundaban nuestros comunicados, algunos estaban tristes porque "podía verse el amor a cientos de kilómetros", otros decían que que bueno que me dejara porque "solo quería mi momento de fama", algunos otros le daban su apoyo y unos pocos me lo brindaban a mí, la verdad es que ya ni siquiera me importaba lo que opinaran, al final había algo que dolía más que unas palabras de extraños que no me conocen en lo absoluto, no tanto como el hombre con el que ya se acabó.
Creí que estaría por lo menos en paz un tiempo, sin embargo no pare de recibir llamadas de mi familia y de Olga, no puedo dejarlos con la preocupación, debo hablar de una vez por todas.

- ¿Qué pasó cariño? Hay tantas cosas en redes sociales, estoy preocupada mi amor, ¿Qué sucedió con Chris? - Preguntó mi mamá con gran preocupación.

La realidad es que comencé a llorar, ¿Para qué seguir fingiendo que nada pasa? Al final tengo que aprovechar que ahora sí puedo desahogarme con mi mamá.

- Se acabó mamá, hay cosas que uno no puede manejar y termina saliéndose de las manos, lo mejor que pudimos hacer fue dejarlo hasta aquí para no hacernos daño - Mentí.
- ¿Por eso te quedaste en México tanto tiempo? ¿Por qué no nos dijiste nada hija? - Inquirió.
- Porque no quería preocuparlos, son cosas que debo afrontar y saber dejar atrás, no voy a decirte que no me duele hasta lo más profundo de mi alma, pero así está bien - Dije sin dejar de llorar.

¿Acaso soy tonta por extrañar algo que fue de mentiras? Aunque, muy en el fondo sentía que no había sido solo eso, había más, creo que había más, mi error fue no aceptarlo tal vez y dejarle saber a Chris que jamás pasaría de una actuación.

- Hija mía, me duele demasiado que estés así corazón mío, quisiéramos estar contigo para consolarte, por ahora vamos a estar muy pendientes de ti, lo que sea que ocupes llámanos mi amor, solo tú sabes porque esa decisión, te vamos a apoyar siempre, no lo dudes -.
- Gracias mamá, hablamos después -.
- Claro hijita, cuídate mi amor, tranquila por favor - Pidió.

Asentí para mí misma y corte la llamada.
Inmediatamente después atendí la de Olga.

- Dime que paso amiga, ¿Por qué tan de repente? - Preguntó sorprendida.
- Ni siquiera nosotros nos dimos cuenta pulga, lo mejor que pudimos hacer fue alejarnos para cumplir lo que queremos, y sobre todo para no hacernos daño -.

Estoy segura de que hace más daño alejarte de una persona que te hace bien, que está dispuesto a todo por apoyarte y volar de regreso a ti para abrazarte, para ese simple acto lleno de todo lo bonito.
¿Qué más daño que estar lejos? Estoy cansada de mentir, de tener que guardarme lo que siento porque a nadie puedo decirle que Christophe jamás va a salir de mis pensamientos ni de mi corazón, pero que no se lo puedo decir porque el maldito miedo no se va, estoy harta de malditos contratos que manejan mi vida a su estúpido antojo, no es justo que otra vez tenga que olvidar a esa persona porque no podemos estar juntos, por mi absurda cobardía.
No sé que pensar o hacer ahora, me siento en un pozo sin fin que honestamente me tendrá presa mucho tiempo, estoy segura, pero tengo que seguir fingiendo, tengo que demostrar que no pasa nada, que terminar esta falsa relación no me duele en lo absoluto, y que por supuesto, no he aceptado aún que me siento completamente atraída en muchos sentidos por Chris.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora