Capítulo 41

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|Al día siguiente|

Mi mamá ya casi llegaba, ___ estaba terminando de probar la cena ya que juntos arreglamos la mesa y ya teníamos todo listo para recibir a mi madre.

- Oh, ven, déjame arreglar eso - Dijo.

Yo me acerque a ella y esperé a que acomodara el cuello de mi chaqueta.

- Listo, tan guapo como siempre - Mencionó.
- Vaya cumplido señorita Galindo -.
- A veces me llaman Romea -.
- Ya lo creo preciosa - Dije riendo, estoy seguro de que la cena será muy divertida.

De pronto el timbre comenzó a ser tocado, mi mamá ya está aquí.

- Vamos, es hora - Mencionó con una sonrisa.

Ambos caminamos hacia la puerta y abrimos para recibir a mi mamá con una sonrisa, un beso y un abrazo.

- Querida ___, que bonita te ves - Le dijo mi mamá.
- Señora Yenny, muchas gracias, debo decir que usted también se ve preciosa, de verdad - Respondió ___.
- Gracias cariño -.

___ comenzó a conversar con mi mamá mientras se adentraban al comedor, yo solo la miraba con felicidad, menos mal mi novia y mi mamá se llevan bien, aunque me preocupa mucho lo que pueda pasar después, cuando nuestra mentira termine.

|Dos semanas después|

___'s POV.
Me sentía como el peor ser humano en este planeta, y quiza lo soy, realmente supongo que lo soy, pero mi tormento había llegado, lo que menos quería había sucedido ya, Olga ya había llegado a Miami, ella y Zabdiel ahora van a estar juntos y felices, mientras yo observo y finjo una sonrisa, y parece que en mí aplica el dicho 'con amigas así, para que quiero enemigas', si Olga supiera que su llegada es complicada para mí, seguro me manda al carajo, y lo merezco, pero debo callar, debo mantener una mentira, debo fingir que estar con Christopher es lo único que deseo.

- Solo finge que todo está bien ___, hazlo sin titubear - Dije mirándome en el espejo.

Debo dar la mejor sonrisa que tengo, no hay alternativa.
Solté un suspiro y salí al pasillo, en donde me encontré con un sonriente Christopher.

- Hola bonita - Dijo.
- Hola Chris - Mencioné devolviendo la sonrisa.

Tampoco él debe saber que no estoy feliz con la llegada de Olga, es que se supone que es mi mejor amiga, no puedo estar sintiendo ésto, no está bien.

- ¿Lista para irnos? - Preguntó.
- Claro, estoy ansiosa - Respondí.

Y aunque lo dije con todo el sarcasmo del mundo, parece que Chris no lo notó, afortunadamente para mí.

(...)

Cuando llegamos al departamento de Zabdiel mi estómago comenzó a doler, no sé si estoy lista para verlos juntos, no sé si quiero y voy a poder soportar verlos abrazados, o incluso dándose un beso, me estoy volviendo loca y aún ni siquiera los he visto.

- ¿Te pasa algo? - Me preguntó antes de bajar del auto.
- No, para nada, ¿Por qué lo preguntas? - Inquirí.
- Te noto rara, no sé, pareces molesta - Dijo.
- ¿Molesta? Chris, obvio no, estoy feliz, por fin volveré a ver a mi mejor amiga - Mentí.
- ¿Estás segura? - Cuestionó dudoso.
- Claro, no te preocupes, anda, vamos que nos esperan -.

Una vez que ambos estuvimos en la puerta del departamento de Zab entramos en papel, nos tomamos la mano y esperamos pacientes a qué nos abriera.

- ___, Chris, que bueno que llegan, pasen por favor - Dijo Zabdiel con una sonrisa recibiendonos de la mejor forma.

Ambos lo saludamos y sin más entramos a su departamento.
De pronto, de no sé de que lugar, Olga salió corriendo para acercarse a mí y abrazarme eufóricamente.

- Amiga, Dios, no puedo creer que estamos juntas otra vez - Mencionó entre lágrimas.

Maldita sea soy el peor ser humano en este planeta.
De no sé dónde tuve que juntar fuerzas para llorar tambíen, para dejarle saber que estoy feliz de que esté aquí.

- Por fin pulga, no tienes idea de lo mucho que te extrañe - Dije mirándola con una sonrisa.

Ella me volvió a abrazar dejándome saber que su sentir es sincero, que lo que me demuestra y cada palabra suya salen de su corazón.
No puedo creer que puedo sentir ésto tan horrible por dentro hacia mi mejor amiga, es algo que jamás voy a perdonarme, jamás.

- Que bonita estás, cada día te quiero más - Comentó.
- Yo a ti pulga, en serio me alegra mucho que estés aquí, tenemos mucho que hablar, mil cosas que poner al corriente, espero que disfrutes tu estancia aquí -.
- No lo dudo, he tenido un recibimiento maravilloso - Aseguró.

(...)

Zabdiel ya había servido la comida, él y Chris bebían cerveza mientras Olga y yo tomábamos un poco de limonada, estábamos hablando cómodamente, Olga me contaba como le va en México y como han cambiado las cosas, así como también yo la he estado poniendo al corriente de lo que pasa en Miami con mi novio.

- ¿Cuánto tiempo estarás en Miami? - Pregunté de repente.
- No lo sé, quizá dos semanas cuando mucho - Respondió.
- ¿Ya tienes en dónde quedarte? -.
- Sí amiga, me quedaré aquí con Zabdiel - Me hizo saber.

Ni siquiera puedo explicar lo que estoy sintiendo por dentro, se van a quedar juntos, y no creo que lo único que hagan sea platicar cada noche.
Ay maldita sea, quiero gritar, decirle que se tiene que quedar conmigo, o que mejor se regrese a México.

- Ah, ya me imagino - Dije tratando de sonreír.

Ella se sonrojo y eso bastó para confirmar lo que mi cabeza ya se hacía ideas, definitivamente quiero llorar de impotencia.

- Que cosas piensas, todavía no somos Christopher y tú -.
- ¿Qué te puedo decir? Solo míralo -.
- Estás completamente loca, en serio, pero me alegra verte tan feliz con él, solo de estar en la puerta se podía sentir hasta acá esa vibra de amor que emanan - Aseguró.
- ¿En serio lo crees? - Inquirí.
- Pero claro que sí, son tan lindos juntos, la verdad es que mi cabeza sigue sin poder creer que están de novios, en serio fue algo tan inesperado pero se ven felices y mejor que nunca, ¿Me equivoco? - Cuestionó.
- Ni un poco pulga, ni un poco -.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora