Capítulo 24

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- Tal vez llegó el momento de conocer a tus padres - Dije finalmente, ganándome su mirada sorprendida.
- ¿Conocer a mis padres? Christopher te has vuelto loco tú también, ay no que lío - Mencionó tomándose la cabeza con ambas manos.
- Tal vez necesitamos que me conozcan para que confíen en mí y crean que te voy a cuidar de verdad y que por supuesto, hay mucho amor entre nosotros - Comenté.
- ¿O sea que vas a dejarme a mi suerte? - Preguntó incrédula.
- No, no, me explique mal - Dije rápidamente  - Quiero decir que en serio te cuidaré porque serás nueva en Miami, lo que les haremos creer a tus padres es que nos amamos demasiado y que claramente no dejaría que nada te pase, aunque eso también es verdad, el punto es que ya me entendiste, ¿No? - Inquirí.
- Sí, ya me quedó claro, pero aún así, su vida está en Miami, la mía en México, ¿Cómo me voy así de fácil? - Cuestionó afligida.
- Créeme cuando te digo que entiendo perfectamente lo que puedes estar sintiendo, pero te prometo que poco a poco te adaptas, además, nos tendrás a todos nosotros que te apoyaremos, y aún mejor, si quieres podremos ser vecinos, en el edificio donde vivo hay un departamento desocupado justo a un lado del mío, lo compramos y listo, con tu trabajo en el equipo de CNCO ganas dinero, estudias y podrás formar una vida - Mencioné emocionado.
- Lo pintas demasiado fácil Christopher, pero no, no lo es - Admitió.

En cierta parte ella tenía razón.

- ___, de verdad te comprendemos pero llegó un momento crucial para tu vida, y no lo digo solo por la relación porque al final terminará, pero eres parte de nuestro equipo de trabajo, y parte muy importante porque eres quien diseña, debes elegir muy bien - Le hizo saber Haisam.

___'s POV.
Maldita sea, es que ellos tenían toda la razón, y la oportunidad de trabajo que me dieron es tan única que no puedo decir no y mandar todo lejos, al menos no después de que mi rostro ya aparece en redes sociales y que he tenido que aguantar comentarios de todo tipo.

- Está bien, comprendo su punto y sé que tienen razón pero detesto que me hayan tenido que soltar la bomba literalmente sin preparación alguna - Dije.
- En ello tienes razón, discúlpanos ___ - Mencionó Haisam.
- Dale, y en cuanto a hablar con mis padres, supongo que deberé aceptar la propuesta de Christopher y presentarlo ya, de otro modo las cosas van a complicarse - Aseguré.
- Veanle el lado positivo - Dijo Clara.

¿En serio había un lado positivo? Pensé.

- Su relación avanzará ahora que conocerán a sus familias y que podrán ser vecinos, y además podrás desempeñarte profesionalmente ___ -.

Que forma la de toda esta gente de ver la vida, sin duda estaban locos.

- Bien, mañana mismo tenemos que hablar con mi familia, ¿Puedes cenar en mi casa Chris? - Pregunté.
- Sí claro, tranquila que todo nos saldrá bien - Respondió.

Yo solo rogaba porque así fuera.

- De cualquier forma pueden llamarnos que ahí estaremos - Nos dejo saber Haisam.

(...)

- Chris, recuerda que debes verte como el hombre más enamorado del mundo, si puedes lanzar una indirecta de que te ves de viejito conmigo hazlo, inventa el discurso de la feliz pareja que se morirá tomados de la mano con más de cincuenta bisnietos - Comenté.

Chris me miró risueño.

- ¿Más de cincuenta bisnietos? ¿En serio quieres tantos hijos y nietos para llegar a ese número? - Cuestionó divertido.
- El amor hace locuras, tú y yo estamos locamente enamorados y tendremos más de cincuenta bisnietos, así que sí, tendremos muchos hijos, ¿Ok? -.
- Tus deseos son órdenes - Dijo poniendo pose de soldado.
- Ya en serio Chris, sino fingimos bien se darán cuenta de que todo es una mentira, necesito hacerles ver que contigo todo va en serio, que te amo y que haberte entregado mi corazón fue lo mejor que hice - Mencioné con más seriedad.
- Te prometo que así será, vamos a ser tan reales delante de ellos que nuestros hijos, nietos y bisnietos ya irán siendo nombrados y planeados - Aseguró.

Yo reí y puse los ojos en blanco.

- ¿Pinky? - Pregunté levantando el dedo meñique y extendiendo mi mano hacia él.
- Pinky señorita -.

Chris unió su meñique con el mío, y aunque fuera muy absurdo, para mí valía oro.

- Dale, mañana tú y yo estamos más enamorados que nunca antes en la vida - Dije.
- Uf, mucho más de lo humanamente posible -.

(...)

Cuando llegué a casa reuní a mis padres en el living para poder platicar con ellos acerca de lo que venía.

- Y bien, ¿Por qué tanta urgencia en hablar? - Preguntó mi papá.
- Lo que pasa es que llegó el momento de conocer a mi novio - Solté de repente.
- ¿Cómo? - Cuestionó mi mamá.

Ambos estaban incrédulos.

- Mamá, necesito hablar de algunas cosas relacionadas a la escuela y el trabajo con ustedes, no es nada malo, solo que necesito que Chris esté presente y por supuesto que quiero que por fin conozcan al hombre por el que mi corazón volvió a sentirse vivo - Comenté.

A mí lo metirosa cada vez me salía mejor.

- ¿Estás segura? Digo, claro que queremos conocerlo, ¿Pero qué tiene que ver con tu escuela y trabajo? - Inquirió mi padre.
- Prefiero hablarlo cuando él esté aquí, recuerden que trabajo para la banda en la que canta, está demasiado relacionado con mi vida y por eso quiero que por fin conozcan a ese hombre que puso mi mundo de cabeza - Expliqué.
- Hija, en verdad me cuesta trabajo creer que todo esto está pasando, sin embargo reconozco que nos haz demostrado madurez, la suficiente como para saber que las decisiones que tomas son adecuadas para ti, así que tú dime cuándo quieres que prepare algo para conocer a Christopher - Mencionó mi mamá.
- ¿Puede ser mañana? - Cuestione.
- ¿Tan pronto? - Mi papá me miró sorprendido.
- ¿Quieren esperar más? - Pregunté.
- Oh no, mañana mismo está bien, dile que lo vemos en la cena, ¿Te parece bien? - Propuso mi madre.
- Claro mamá, muchas gracias -.

(...)

El primer paso estaba listo, venía lo más difícil pero por ahora solo tenía que avisarle a Chris.

*Mis padres te esperan mañana para la cena, ya los preparé un poco.
*De acuerdo, te veré en tu casa, y por favor, trata de relajarte porque estoy seguro de que van a comprender y entender que llegó tu momento de partir de casa.

|Dos extraños| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora