Mar del Plata, Argentina
Septiembre, 2022Santiago:
Me recargué en la pared esperando a que las chicas pagaran con mi tarjeta sus compras. Se la di a Orne, porque sabía perfectamente que las otras dos iban a negarse
Bajé mi mirada al teléfono cuando mi mejor amigo hizo acto de presencia a mi lado
— ¿Y de qué hablaron en el starbucks? —comentó de la nada y lo miré confundido—
— ¿Qué?
— Con Ana, cabe decir que cuando los recogimos estaban súper raritos
— ¿Realmente me vas a decir esto cuando yo te vi a punto de besarte con Elettra hace unos días? —reclamé y suspiró— No entiendo porque no me contaste nada
— Porque no hay nada por contar, y ya.
No le creía para nada.
— Ah bueno —guardé mi teléfono— De todas maneras, estábamos en discusión porque ella no quería que yo pagara
— ¿Sólo eso?
— Ajam —asentí encogiéndome de hombros—
— ¿Sabes que no te creo?
— Pues no me importa. Acá no hay nada hermano. Está todo bien
— ¿Nada de nada? —negué— la tensión es tremenda y cualquiera se puede dar cuenta
— Leonardo —lo miré— no he venido a Buenos Aires a enamorarme y estar en una relación. Mucho menos después de lo pasé hace cuatro años. —señalé con mis dedos sintiendo ya mi voz entrecortada— viajé para cumplir mi sueño, solamente para eso
— Yo entiendo, lo hago perfectamente, y lo sabes —dijo— pero... la estás confundiendo y eso puede dañarla a ella. ¿O quieres que sufra?
— No, claro que no —negué de inmediato— no me lo perdonaría
— Entonces, pinta tu raya si es que dices que tú tienes más que claro tu relación con ella
— Relación de amistad. —aclaré— hasta ahí
— Bien, pero, díselo a tu cara cada que la ves. Porque creo que no estaría entendiendo mucho
Sin nada que decir entró a la tienda dejándome más confundido de lo normal
¿Ahora que hice yo?
[...]
— Bueno, ¿que quieren para comer? —preguntó Leo—
Nos encontrábamos en un McDonald haciendo una pequeña pausa después de haber pasado toda la mañana visitando distintos lugares
— Para mí un BigMac
— Para mí también —murmuró Ana después de Orne— Pero ya sabes que sin mostaza...
— Pepinillos y tomates —completó Leonardo—
— Tú si que eres un amigo —habló la mexicana divertida, me reí—
— ¿Y tú niña?
— Yo... —tragó saliva—
Vi sus ojos deslizarse por el menú electrónico y no se me escapó el echo de que se volvieran vidriosos
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THE JOURNEY
FanfictionUn artista no sería nada sin sus fans y Ruggero eso lo tiene más que claro. Así que decidió mostrarte tal y como es ante un grupo de fans suyas completamente desconocidas pero a la vez muy queridas por él. Solo pocas podrán acompañarlo en su tour co...