Capítulo 39

47 1 15
                                    

Buenos Aires, Argentina
Octubre, 2022

Leonardo:

¿Realmente estás a punto de hacer otra boludez? —alcé mi mirada hacia él sin dejar de caminar— Ni pasó una semana de la pasada

Cállate —me cortó— Necesito olvidarla, Leo. Es lo mejor para ambos

¿Y realmente vas a salir con otra chica por hacerlo? —pregunté exasperado— Ella se llega a enterar y terminarás de romperle el corazón

No se va a enterar —habló despreocupado, bufé—

Ya, estaba cansado de insistirle. Pero realmente me dolía que estuviese traicionando así a mi amiga, también porque Jennifer la conocía desde que habíamos llegado a Argentina.

Bueno, no me voy a meter.

¿Me explicas porque me pediste venir contigo? —me quejé cuando nos pusimos en la cola por entrar al antro— Pasado mañana vamos a ir a la Bresh y cero ganas tenía de meter mi pie fuera de casa hasta ese día

Porque sos mi amigo, y además podrías aprovechar y también encontrar a una que te guste

¿Que mierda le estaba pasando a mi amigo?

Mira, mejor no digo nada —hablé molesto—

Saqué mi celular para distraerme un poco y una notificación en ese llamó mi atención

El mismísimo demonio😈: holi leoooo
El mismísimo demonio😈: como vas??
El mismísimo demonio😈: te escribía para saber si habías logrado hablar con santi al final

Suspirando abrí la notificación y pensé unos cuantos segundos en como decirle que acababa de acompañarlo en salir con otra chica

Yo: Hola nena, yo voy bien, tu??
Yo: Digamos que se me está complicando
Yo: Santiago ya ni siquiera parece él

El mismísimo demonio😈: por acá sobrevivo
El mismísimo demonio😈: en q sentido??

Yo: Mira, mejor ni t cuento

Y antes de que pudiese ver su respuesta, llegamos a la entrada. Tendí mi brazo hacia la chica que ponía las pulseras para después adentrarme en el lugar

La fuerte música inundó inmediatamente mi cabeza, y el montón de gente que había provocó que mi ceño se frunciese en molestia

Están en esa mesa de allá —murmuró mi amigo—

De malas lo seguí. Elettra se llegaba a enterar de que estaba acompañado mi amigo a salir con otra chica y me mataba.

Al llegar a la mesa me encontré con unas caras conocidas de la otra noche. De inmediato Jennifer se levantó por abrazar a Santiago con mucha fuerza

Rodé mis ojos y una voz chillona llegó a mis oídos

— Hola Leo —miré a Ambra— ¿No quieres sentarte? Acá hay espacio

Hoy llevaba puesto un vestido ajustado a su cuerpo de color rojo, pero la verdad, ese parecía más un nuevo tipo de ropa interior que algo con que salir a la calle

Sus ojos azules me miraron en medio de todo ese alboroto, pestañeó repetidas veces y tuve que reprimir una mueca

Negué delicadamente con mi cabeza— Estoy bien de pie

THE JOURNEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora