Cancún, México
Diciembre, 2022Ana:
Desayuno. Era la hora
Un día más en esta playa preciosa pero ahora todo lo sentía diferente y saben perfectamente porque
Entré al elevador junto a mi mejor amiga que obviamente aún llevaba sus ánimos por el suelo
Dios, quiero pegarle a Leonardo Pasquarelli.
— Ya, sonríe amiga —la abracé por los hombros— anda vamos a tomarnos una foto para subirla a nuestras redes
— Me veo horrible —repuso tapándose la cara—
— Ya somos dos —contesté y voltee la cámara al espejo del elevador— ¡sonríe!
Creo que ninguna de las dos veníamos con ropas adecuadas, y es que anoche nos desvelamos y hoy se nos pegaron las almohadas
Ele iba en unos pantalones deportivos y un camisón, yo por mi parte en shorts y una hoddie que le robé a Santi. Simplemente queríamos desayunar cómodas
Salimos del cubículo y vi a mi amiga correr hasta el restaurante, personas se nos quedaban viendo, perdón, horrible outfit.
Terminé de etiquetar a Ele y sonreí subiendo la historia cuando sentí unos brazos rodearme por atrás
— Hola —susurró besándome tras la oreja— ¿cómo durmió mi princesa?
— Acostada —bromeé y me miró ofendido—
— ¡Dios! Intento ser romántico y eres una mata momentos —me soltó tomándome de la mano siguiendo el camino al restaurante—
— Ya, perdón, así soy yo y lo sabes —me encogí de hombros y sonrió— ¿qué tal tu noche?
— Mm, agobiada —hizo una mueca— Leonardo es un idiota
— No debiste pelearte con él
— Claro que debí —fruncí mi ceño— se lo merecía por hijo de puta
— Pero mírate esos golpes
Lo detuve en la entrada para examinar su cara, llevaba un moretón en su ojo, una ceja partida y sobre su labio yacía una pequeña herida
— Au —hizo una mueca cuando toqué levemente su mejilla— me dolió
— Pues mi curación te ha quitado un poco la hinchazón, si sigues tomándote el analgésico que te di, mira, en dos días estarás listo —troné mis dedos en un click—
— Buen diagnóstico futura doctora —intentó sonreír abiertamente pero no pudo—
Sonreí leve y tomé sus mejillas— ¿Seguro que estás bien?
— Sí, ¿porque me lo preguntas?
Analicé su rostro y a pesar de que con el golpe se disimulara podía notar que había llorado, y claro, esos ojos rojos hinchados puedo identificarlos.
— ¿Qué hiciste anoche después de que nos dormimos?
— Me fui a mi habitación para bañarme —contestó tratando de no mirarme a los ojos— y me dormí
— Mm, no te creo
— Yo no te miento
— Pero esta vez lo estás haciendo —contraataqué— ¿porque lloraste?
— No he llorado —bajó la mirada— de verdad, solo no dormí bien
— Santiago te conozco
No contestó y apretó sus labios levemente ahora mirándome, entonces lo abracé al sentir lo que iba a suceder, de pronto sentí sus lágrimas en mi hombro
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THE JOURNEY
FanfictionUn artista no sería nada sin sus fans y Ruggero eso lo tiene más que claro. Así que decidió mostrarte tal y como es ante un grupo de fans suyas completamente desconocidas pero a la vez muy queridas por él. Solo pocas podrán acompañarlo en su tour co...