Capítulo 58

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Ciudad de México, México
Noviembre, 2022

Ruggero:

Y ahí estábamos. Subiendo todo el auto que entregaríamos en el aeropuerto ya que lo alquilamos para estos días

Eran múltiples de maletas y creo que hasta podrían bajarnos del avión. Las compras de las chicas multiplicaron la carga

En la parte de adelante subió Leonardo conmigo, atrás, Orne, Ele y Ana con Santiago, quien la cargaba en sus piernas ya que la mexicanita estaba muy dormida

Cada uno venía con sus pantalones deportivos y hoddies enormes, ya las niñas no se desmaquillaron y se vinieron así

Era tarde

¡Ah mi pie! —chilló Ele en cuanto paré en el semáforo— joder Ruggero maneja bien

Hey relájate. No te enojes —la regañé a lo que rodó los ojos—

¿Ya casi llegamos? —preguntó Santiago— Ana me está encajando su codo en mi panza y ya me duele

Pues acomódala hermano —dijo Leonardo—

Podría pero está muy dormida y no hay un aire que la despierte

Se iban queje y queje y yo quería explotar.

Suspiré aliviado cuando al fin después de diez minutos llegamos. Me adentré al aeropuerto techado donde estaba la agencia donde renté el auto y lo estacioné

— Anita, despierta —susurró Santi besando su mejilla—

La mexicana abrió los ojos despacio y con ayuda de Orne dejó libre a Santiago en su asiento así sentándose a un lado

Comenzamos a bajar cuando Elettra gritó como nunca en su vida

¡Qué asco! —chilló y fruncí mi ceño volviendo al auto—

Santiago reía a carcajadas y mi hermano se tapaba los ojos

¡Tengo a los hijos de Ruggero en mi mano!

Y efectivamente. Me palidecí cuando Ele y Ana sostenían el condon lleno de algo que no era necesario decir

— Hijas de puta —las regañé quitándoles el plástico y lo guardé en mi bolsillo— dejen de estar esculcando mis cosas

— Ya, ¿con quién cogiste? —preguntó Orne sonriendo pícara— y dime porfavor que no estamos sentados en donde fabricabas a tus hijos

— ¡Orne cállate! —gritó Ele— ¡y tú! —me señaló— ¡deja de tirar los tontos condones en el auto que nosotros también venimos aquí!

Ya, descuido mío. —dije restándole importancia—

— Estoy traumada —susurró la mexicana limpiando su mano en la hoddie de Santi—

— Claro, límpiate en mi —la fulminó—

Hermosa noche

[...]

Monterrey, México

Ana:

Terminé de plancharme mi pelo y dejé el aparato sobre la mesa. Orne se encontraba duchándose, mientras que Ele elegía que ponerse

No veía la hora de llevar a todos a comer a mi restaurante favorito.

Anoche había sido algo muy de locos, después del incidente en el carro, un show para subir al avión y documentar, el aterrizaje malísimo, la salida al aeropuerto de mi ciudad y con un frío horrores fue algo digno de contar

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