Buenos Aires, Argentina
Octubre, 2022Ana:
— No si —se rió Ele— Debiste ver su cara cuando el pibe del uber nos dio menos dinero del que debía
Yo y Ruggero nos reímos burlándonos de Leonardo
— "Perdón señor, pero nos robó" —lo imitó Ele—
— ¿Como vas a decir eso? —me exalté en voz baja entre risas—
— Soy italiano Ana —exclamó— Hago lo que puedo
Los cuatro seguimos conversando hasta que se escuchó la puerta abriéndose, quedé completamente helada al verlo
— Hola —murmuró moviendo levemente su mano—
— Bueno —alargó Leo— Se me antojó algo para comer
— A mi también —Ruggero se puso de pie—
Elettra se mantuvo sentada en su lugar, todas las miradas fueron a ella
— Ah —rascó su cuello nerviosa— A mí no, la verdad
Leonardo maldijo en voz baja y quise reírme al ver como la llevaba prácticamente a rastras fuera de la habitación
— ¿Como te sientes? —preguntó Santiago cuando los dos ya estuvimos solos—
Lo observé unos cuantos segundos y no se me escaparon sus horribles condiciones, me retuve del preguntarle que había pasado
— Bien —murmuré— ¿Tú?
— Me siento un idiota
Hice una mueca asintiendo— Bien.
Hubieron unos cuantos segundos de silencio hasta que decidí hablar nuevamente
— Santi...
— No —me cortó sentándose al lado de la cama— No vamos a hablar de nosotros ahora, es por eso que estás en esa cama de hospital. Lo hablaremos con calma cuanto te sientas mejor
— Ok —susurré débil—
Y se quedó ahí en silencio hasta que caí rendida ante el sueño.
[...]
Me quejé abriendo mis ojos, pestañeé varias veces intentando acostumbrarme a la fuerte luz
— Hasta que despiertas
Escuché una voz y no pude evitar sonreír al ver quienes estaba sentado al lado de mi cama
— Hola —murmuré débil—
— Holi Anita —ladeó su cabeza mirándome— Dormiste prácticamente toda la tarde
Me reí leve hasta que una punzada atacó mi cabeza, una mueca se me salió
— ¿Todo bien?
— Sisi, solo me duele un poco la cabeza —murmuré— Tranquilo
De inmediato vi como se enderezaba— A ver, a ver
Observé como tendía su brazo hacia la mesita que se encontraba al lado de mi cama, abrió la botella de agua y me miró
— Te ayudo a sentarte
— No es necesario...
— Cállate
Una de sus manos me tomó por el brazo ayudándome a levantarme sin mucha fatiga, hasta que logré sentarme
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THE JOURNEY
FanfictionUn artista no sería nada sin sus fans y Ruggero eso lo tiene más que claro. Así que decidió mostrarte tal y como es ante un grupo de fans suyas completamente desconocidas pero a la vez muy queridas por él. Solo pocas podrán acompañarlo en su tour co...