Capítulo 46

45 3 8
                                    

Buenos Aires, Argentina
Octubre, 2022

Santiago:

Ya era casi de noche, pero no podía seguir así.

Acababa de terminar lo que tenía con Jennifer, ya estaba cansado de ese juguecito tan estupido que había creado solo por escapar de lo que realmente sentía.

Decidido a hablar de una vez por todas y que ella estaba sola en casa, toque la puerta del departamento, tuve que esperar unos segundos para que la abrieran

— ¿Qué carajos haces aquí? —y era ella—

Solo llevaba un enorme camisón y su cabello suelto húmedo. Creo que alguien estaba por dormir

— Necesitamos hablar —entré sin más— y no acepto un no como respuesta

— ¿Hablar de que? Ya nos dijimos todo hace rato. Creo que te confundiste —cerró la puerta con seguro para acercarse a mi—

— No me confundí en nada, ademas fuiste vos la que empezó todo el drama. Estábamos re bien

— ¿Bien? ¿Te piensas que iba a estar bien después de como te encontré hace unos días?

— Ya te he dicho, es un malentendido

— No creo, te vi muy feliz con ella

— ¡No es así! Joder, escúchame por una vez en tu vida, es lo que te pido en estos momentos

— Santiago, déjalo estar, pasado mañana nos vamos de viaje a Bari y quiero estar tranquila para ese día, por favor

— No voy a permitir que dejemos las cosas así. Yo te quiero de verdad

— No repitas eso por favor —las lágrimas ya la invadían—

— ¿Decirte que te quiero es un delito o una prohibición? —dije dolido— ¡es lo que siento!

— Decirme que me quieres me haces más daño, ¿sabes? Y no quiero sufrir más

— Es por eso que necesito que me escuches

— Tengo mil cosas en la cabeza, el examen para la universidad, estoy buscando un maldito empleo porque mis ahorros están por terminarse, no tengo tiempo siquiera para comer o algo. No duermo, no descanso, y mis problemas contigo ahora arruinan mi vida. ¿Crees que estoy para escucharte? Lo único que quiero es dormir y descansar de todo esto

Claro que estaba preocupado por ella, pero no quería dejar la situación así. Me importaba

— Solo escúchame, no hables

Asintió levemente cruzando sus brazos

— Tienes dos minutos —señaló con sus dedos y asentí rendido—

— Cuando cortamos te dije toda la verdad, y mis razones por las que lo hice. Enserio

Ella solo me escuchaba

— A esta chica la conocí en el gimnasio. Nos hicimos amigos y de a poco nos acercamos, que cuando ya me di cuenta hasta nos habíamos besado, te juro que no es nada oficial. Se dió en el momento

— ¿Y porque seguiste con ese juego sabiendo todo lo que me dijiste?

— Porque creí que la mejor solución era olvidarte tratando algo con otra persona que tampoco quería algo serio. Sino, abierto

— ¡Es que no! ¡No entiendo! ¿Olvidarme porque? ¡Tú mismo me dijiste que más adelante podría existir una oportunidad entre nosotros!

— ¡Pero no ahora maldita sea! —contesté— ¡entiéndeme que no estoy listo!

THE JOURNEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora