Capítulo 54

35 2 9
                                    

Bariloche, Arg — CDMX, Mex
Octubre, 2022

Orne:

En estos meses habíamos viajado un montón pero literalmente menos de dos horas de duración en el vuelo

Ahora las cosas habían cambiado. Estar sentada en un asiento poco cómodo de avión, con doce horas de vuelo y desconectada del mundo no era mi situación favorita

Pero no podía quejarme. Iba a México.

Uno de mis sueños casi hecho realidad porque aún no aterrizábamos

A mi lado iba Elettra, y Leonardo al lado del pasillo, a mí me tocó ventanilla y digamos que me siento un muy mal tercio. Dos filas atrás estaba Ruggero con Ana y Santi, al italiano no le agradó tanto la idea de ir con Mancini

Aún tenían conflictos ambos.

Miré mi teléfono para cambiar la canción de mi playlist cuando sentí un tirón en mi buzo

Era Elettra

— ¿Qué pasó? —susurré—

— Mm, ¿te puedo cambiar de lugar?

— Estás loca, no no —negué de inmediato— aprovecha el momento con tu hombre

— Estúpida no te metas esa cosa en la cabeza —juntó sus cejas— por favor, te lo pido

— Nop —negué de inmediato— odiaría la idea de estar en medio de ustedes. ¡Dios no!

— Ana lo habría hecho sin problema —acusó—

— Nah, la conozco y respondería lo mismo que yo

— Bueno ya, ¿me lo cambias?

— Que no boluda ya te dije

Suspiró cansada y se dejó caer en el asiento bajándose el buzo cubriendo su cara, reí

Asomé un poco mi cabeza y el italiano estaba con sus audífonos, su gorra y leyendo un libro.

Típico de nerds. No lo juzgo, desearía su inteligencia

Me encogí de hombros y volví a mi mundo escuchando la música.

¿Me despiertan cuando pase algo interesante?

[...]

Me quejé cuando alguien removía mi hombro con insistencia. Bufé abriendo mis ojos y me encontré con la mexicana

— ¿Qué pasa que todos tienen la manía de tomarme del hombro para despertarme?

— Lo siento pero es que, ¿te diste cuenta?

— ¿De qué?

— Leonardo ni Elettra están aquí pelotuda —dijo y entonces me percaté que estaba sola en la fila— ¡no sé dónde están!

— ¿Cómo que no? Apenas y me dormí dos minutos che

— Fueron dos horas y hace nada Elettra se levantó del asiento para ir al baño y poco después Leonardo. Luego ya no los vi más

— A la mierda —me paré rápidamente— vamos a buscarlos

La seguí por el pasillo y observé como todos dormían tranquilos. Llegamos hasta la fila final y Ruggero estaba plácidamente dormido mientras que Santi del lado de la ventana me dio una sonrisa leve saludándome a lo cual se la devolví.

Hasta que escuché unas voces y me percaté de quienes eran

¿Me dices que te pasa? —dijo Elettra, tomé del brazo a Ana deteniéndola—

THE JOURNEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora