Capítulo 37

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Buenos Aires, Argentina
Septiembre, 2022

Elettra:

Abrí mis ojos quejándome, fruncí mi ceño cuando demasiadas preguntas empezaron a formularse en mi cabeza

Solo que ahora mismo no sabía ni mi nombre.

Tomé mi celular para checar a la hora, mis ojos se abrieron con sorpresa

Jodéme —susurré ya sentándome en la cama— Me eché una siesta de cuatro horas

Bufando me puse de pie y me dirigí a rastras hacia la puerta de mi habitación para salir de ahí.

Eran las ocho de la noche, y yo después de haber ido al gym en la mañana me había dormido todo el día

Productividad es mi segundo nombre, realmente.

De todas maneras, al llegar a la cocina abrí el fregadero y no se me escapo el arroz con verduras que había cocinado Ruggero el otro día, me encogí de hombros tomándolo para después dirigirme al microondas y calentarlo

Al cerrarlo me apoyé a la encimera tomando mi celular, chequé los mensajes que me habían llegado

Rugge💙: Hola preciosa ❤️
Rugge💙: Has comido ?? 🤔

Sonreí totalmente enternecida. Y es que ese hombre nos cuidaba demasiado

Yo: hola ruggeee
Yo: me dormí JAJAJJAJSJ
Yo: igual, me estoy calentando el arroz del otro día

Rugge💙: Bien 😌
Rugge💙: Queres hacer videollamada? Así te hago compañía

Yo: siii
Yo: te llamo en cuanto esté listo

Rugge💙: Dale

Me reí apagando el celular. El hecho de que utilizara continuamente esos emojis me mataba

Ana y yo siempre nos cagabamos de risa

Un sonido me hizo sobresaltar y entendí que mi cena ya estaba lista. Saqué el plato del microondas y me dispuse a llamar a Ruggero

Hola

No pude evitar sonreír al verlo con sus gafas, y es que se veía tan hermoso.

Hola Rugge, mira —levanté mi plato fingiendo felicidad— Ya voy a comer

Él solo suspiró— Dale preciosa, tú podes. Tenes que cenar

Bajé mi mirada hacia la comida sintiendo como mi garganta se cerraba, un suspiro entrecortado logró escaparse de mi boca

Es mucho —mi voz salió en un hilo— Es demasiado

Y cuando volví a mirar a la pantalla mis ojos ya estaban llenos de lágrimas, aunque mirara de manera ofuscada no se me escapó la expresión preocupada de Ruggero

Lo que si me extrañó fue ver otra cabeza asomarse por la pantalla para después sentarse al lado de Ruggero

Hola niña —sonrió de lado— ¿Que tienes ahí?

Arroz con verduras —contesté de manera rasposa—

¿Y porque no lo comes?

Porque es mucho —mi voz salió entrecortada— No puedo comerlo todo

Bueno, a ver —Leo puso sus codos sobre sus rodillas por acercarse a la cámara— No tienes porque comerlo todo, sólo lo que te sienta bien

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