Capítulo 62

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Ciudad de México, México
Noviembre, 2022

Ruggero:

Horas cinco de la mañana, y nos encontrábamos una vez más en un aeropuerto

Digamos que esta gira estaba siendo algo pesada en este sentido, pero para encajar todas las fechas Santiago tuvo que buscar soluciones

Igual, yo ya me había acostumbrado a ese estilo de vida tan particular durante las giras de mis dos proyectos en Disney

¿El problema? Que mis chicos no parecían tan a gusto con esa rutina...

Desperté hace una hora y llegué a la conclusión de que no veo la hora de volver a dormir —murmuró Ele mientras íbamos entrando al aeropuerto—

Me reí leve abrazándola— ¿Tienes dieciséis o noventa?

Solo soy una chica que ama dormir pelotudo, y, ¿tengo que recordarte quienes va a cumplir treinta en un año?

Uy, golpe bajo —tarareó Santi—

Levanté mi dedo del medio hacia él y los seis nos dirigimos hacia donde dejaríamos nuestras maletas

— Vayamos ya al gate, solo faltan dos horas para que el aéreo despegue

— Si vamos tarde es solamente por culpa de Ruggero eh —señaló Orne—

Todos asintieron de acuerdo y los fulminé con mi mirada. Los únicos en viajar a la meta secreta íbamos a ser cinco, Agus se quedaría en Mexico por unos días aun

Y si, entendieron bien, cinco, no seis. Orne tendría que volver a Rosario

Lamentablemente tuvo una emergencia familiar y ella misma creía que era el momento perfecto para volver a su casa. Extrañaba demasiado su hogar y por Dios, la entendía, realmente lo hacía.

Así que, ya íbamos a separarnos.

— Te voy a extrañar un montón —susurró mientras la abrazaba—

Los dos ya estábamos en un mar de lagrimas. Sabía que ese momento tarde o temprano iba a llegar

Solamente no estaba listo. Las chicas las consideraba ya como unas hijas para mí.

Saludó a Ana y Ele con un gran abrazo, prometiéndose que se iban a encontrar nuevamente en Buenos Aires

Y después de haber saludado a Santiago, le tocó a Leo. Quienes me sorprendió bastante ya que la abrazó realmente de manera sincera

— Te voy a extrañar amiga —murmuró estrechándola más a si—

— Y yo —se separó de él con una sonrisa— Por favor, utiliza el cerebro boludo

Él solo asintió leve y en cuestión de segundos ya estábamos viendo a Orne entrando a su gate.

Cabizbajos nos dirigimos hacia nuestro gate, pero mi emoción y mis ganas de ver sus reacciones iba creciendo con cada paso más

Me volteé hacia ellos al escuchar unos jadeos sorprendidos

— ¿Las Vegas? —cuestionó mi hermano completamente en shock—

Asentí riendo— Nos vamos unos días a Las Vegas

— Por Dios —Ana tapó su boca sorprendida y terminó abrazando fuertemente a Santiago, quienes solamente me miraba sorprendido—

Ele estaba como paralizada

Me acerqué a ella riendo— ¿Que pasa?

¿Vas a ir a los Latin Grammys? —me miró a los ojos—

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