Fiesta parte 2

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Utilicé un poquitín de magia para componer a Yelena y terminar de alistarme. Nos tomó más de cinco minutos y un comportamiento impecable para que nadie escuchara... nuestro arduo trabajo. Revisé mi cabello y mi vestido, no tuve mucho tiempo de escoger, además solo es más bien un compartir que una fiesta. Aunque, conociendo a Yelena uno nunca sabe. Abrí la puerta de mi habitación para encontrarme con Pietro y Loki sentados en un solo sillón bastante acaramelados, Yelena estaba frente a ellos con una cerveza en la mano escuchándolos. Me quede observándola, las lineas de expresión que se le formaban al rededor de sus labios cada vez que sonreía ampliamente, sus pómulos se elevan sutilmente, es una mezcla que me invita a pecar en esos labios a diario. Se escuchó el timbre y ahí su mirada conectó con la mía, sonreí, mientras caminaba a abrir la puerta.

— Oh, Natasha -me sorprendí al verla, no imaginé que viniera. Por la rivalidad que prevalece entre ellas dos- Me alegra mucho que estés aquí.

— No sé cuán segura estés de eso -sonrió algo nerviosa, como aquella vez que llegamos del bar.

— Estaría más segura si tuviésemos una conversación -Yelena, Pietro y Loki dejaron de hablar- Y esto se está volviendo extraño, por favor, adelante -señalé con mi mano hacia la habitación.

Yelena chocó los puños con ella, ¿Están jugando? Deben estarlo. Abrió una cerveza para ella, Nat saludó a Pietro y a Loki, y se sentó al lado de Yelena. Me quedé como un témpano de hielo al ver la dinámica. Todo el tiempo pensé que esto sería extraño, pero terminé siendo yo la rara.

— ¿Vida, estás bien? -Yelena acarició mi brazo y luego mi mejilla, haciéndome caer de nuevo a la Tierra.

— Ah, sí, todo bien -sonreí forzado.

— Necesitas alcohol, lo necesitas -entendió lo que sucedió y fue por una cerveza.

— Dichosos los ojos que te ven, si no fuera por una de tus novias ni te vería -Loki extendía sus brazos esperando por los míos.

— No sabes lo difícil que ha sido -reí envolviéndolo en un abrazo.

— ¿Tener dos novias, que no sé sabe cuál de las dos es más caliente, o todo el otro rollo?

— Por favor -reí muy alto, pero de lo nerviosa que me estaba sintiendo.

Yelena tocó mi hombro para darme la cerveza, salvada por la cerveza, literal. Antes de volver a sentarse, besó mi hombro, mi piel se volvió de gallina al instante. Hablé un poco con Pietro, le pregunté cómo estaba, y si tenía algo nuevo en su vida, pero todo lo demás consume mucho tiempo, es muy difícil empezar a construir un futuro cuando tanto está sucediendo en el presente. No sabía dónde sentarme, si interrumpir la cercanía de Pietro y Loki, o perder el miedo y sentarme entre medio de Yelena y Natasha. Miré a todos lados, pero en el momento justo que decidí sentarme en el suelo, al extremo de todo el mundo, Yelena y Natasha se separaron haciendo hueco en el medio. Yelena me miraba con cara pícara, sabe muy bien lo que estaba haciendo, en cuanto a Natasha, evadía mi mirada intentando seguir la conversación con Pietro y Loki.

Terminé sentándome entre ellas dos.

— Oh, mis niñas. Deben romper con este ciclo destructivo. Les está quitando años y apenas son muy jóvenes -Loki estaba sentado en el borde del sillón, con las piernas cruzadas y señalándonos con su dedo índice.

— Cariño, déjalas. Es muy difícil.

— A ti no se te hizo difícil.

— Loki, no es lo mismo -negó girando los ojos.

— ¿Las orgías con Zeus, no es lo mismo? -empujó su hombro de manera juguetona.

— ¡Loki! -se puso más rojo que un tomate, y nosotras tres solo nos reíamos de esta terrible. pero no tan terrible situación.

LA CHEF Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora