After party

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Natasha se inclinó para poder besarme. Incliné mi cabeza y nuestros labios rozaron un poco, espero que eso cuente.

— Lo vi, no cuenta -Loki salió al rescate.

Natasha me besó de manera rápida y ahí acabó todo.
Luego, volvió a intentar besarme, pero solo me puse de pie y fui a mi habitación cerrando la puerta con mis poderes.

No sé cuánto tiempo estuve acostada en mi cama pensando en lo jodido que es todo esto. No sé si se habían marchado, si aún estaban hablando del espectáculo, o si seguían jugando el dichoso juego. No sé cómo enfrentar a Yelena después de lo que hizo, además me debe una conversación. No puedo dejar de pensar que esto todo fue un plan ingeniado para que besara a Natasha, ¿Pero a qué costo? Luego de un rato más de darle vueltas al asunto, decidí que era momento de encararlo de una vez por todas, todo sobre la mesa. Todo aclarado.

Las botellas de cerveza aún están por todos lados, las envolturas, y los platos de papas aún decoraban la mesa, el apartamento está hecho un desastre, y no hay signos de ninguno de ellos. Puedo pensarlo y todo esto ya estaría impecable, pero decidí ser una persona normal e ir limpiando poco a poco, mientras organizo mis pensamientos. Tomé algunas botellas echándolas a la basura, cuando volvía por el resto, noté una escalera dentro del armario de los abrigos, obviamente ese no pertenece ahí. Subí con precaución solo para encontrar a mis invitados acostados al rededor de más cervezas y cajas de pizza, mirando las estrellas.

— Buenas noches -todos voltearon a verme.

— Es momento de nuestra salida -Pietro haló a Loki de la mano, para segundos después salir corriendo de allí.

— ¿Qué fue eso? -pregunté al aire, pero no obtuve respuesta- Bueno, no se peleen por contestar. Que tengan linda noche, quedan en su casa.

— мой дорогой

— Lena, no sé hablar ruso -contesté un poquito molesta.

— Te he dicho mi querida... -sus ojos solo llamaban a la tregua. Me quedé esperando por el inicio de una explicación, pero estaba pidiendo demasiado. Cuando estaba dispuesta a marcharme, corrió detrás de mí- Perdóname por haber sido tan idiota, no debí hacerlo. Quería demostrar que no me importa que estés con ella, respetaré su espacio y su tiempo. Solo deseo que tus ojos me sigan mirando con amor, como siempre. Como te he dicho desde el principio.

— Fue muy gallina de tu parte -hay algo en su sinceridad que hace que me tiemblen las piernas y que se me olvide lo molesta que estoy con ella. Sé que está siendo sincera porque su personalidad diaria no es así para nada. Solo la he visto ser así conmigo- Estoy muy molesta contigo.

— Entendible -hubo un silencio- pero hablé con Natasha estos días en casa. Hemos quedado en que te dejaríamos explorar tus sentimientos y que como adultas -miró a Natasha- podemos llegar a un acuerdo, entendemos que esto es parte de ti. Y yo quiero ser parte de ti -sujetó mis manos llamando mi atención.

— Fui una completa idiota, Wanda -Natasha estaba detrás de Yelena.

— Las dejaré solas para que puedan hablar -besó mi mejilla lentamente- Te quiero -susurró a mi oido, me aferré a su cuerpo, sin dejarla ir, aguantándola más cerca.

— ¿Qué tan segura estás de eso? -mi voz salió temblorosa, tengo miedo de la contestación y que esto solo sea un pie más, un centímetro más, cerca del desastre.

— Tan segura como que soy tu Lena -me alejé dejando un beso en la comisura de sus labios- ¿Me llamas luego? -solo asentí con una sonrisa tímida- Y por favor, si te rellena como pavo, tenemos que buscar una solución para eso.

LA CHEF Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora