"Obsesión "

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Mis pensamientos se ven inundados por una oscuridad incontrolable

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Mis pensamientos se ven inundados por una oscuridad incontrolable. Aún no puedo creer lo que Natalia ha hecho, y la ira hierve en mi interior. El animal que habita en lo más profundo de mi ser reclama venganza y sangre. Aun mientras pienso en ello, siento la sed insaciable que se apodera de mí, el deseo incontenible de liberar a la bestia.

Natalia cruzó una línea peligrosa, y mi enojo arde con una intensidad incontrolable. A medida que la lucha interna continúa, me enfrento a un dilema interno que amenaza con desgarrarme. Los misterios y las sombras de este lugar oscuro y peligroso amenazan con tragar todo lo que queda de mi humanidad.

Desde el momento en que vi a Liliana en aquella fiesta, su semblante me dejó sin aliento. Su parecido con mi difunta esposa era asombroso, tanto que me dejó conmocionado. A partir de ese día, no pude dejar de pensar en ella.

Recorrí su vida en busca de cada detalle, incluso visité su instituto en varias ocasiones. Investigué a fondo su familia, su historia, su entorno. No podía dejar de obsesionarme con esta joven que parecía un eco de mi pasado. La atracción que sentía hacia ella me empujó más allá de los límites de la razón, y finalmente, tomé una decisión que cambiaría nuestras vidas para siempre.

Liliana se convirtió en mi obsesión, en un deseo incontrolable. Dentro de mi mente, se desatan pensamientos oscuros y desenfrenados. Cada vez que miro a Liliana, la imagen de lo que quiero hacer con ella consume mis pensamientos. Los deseos más salvajes y perversos se desatan en mi interior.

Quiero poseerla en todos los sentidos, hacerla mía de una manera que la haga pertenecer solo a mí. Cada pensamiento me lleva más profundo en esta espiral de obsesión y lujuria. Mi deseo por Liliana se vuelve una necesidad insaciable que no puedo controlar. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para satisfacer esta hambre, sin importar las consecuencias. Liliana se ha convertido en mi obsesión más oscura, y no sé si algún día encontraré el camino de regreso a la cordura.

Mientras sigo perdido en mis pensamientos oscuros, la imagen del dispositivo que le puse a Liliana para evitar que quede embarazada aparece en mi mente. Es un recordatorio constante de mi control sobre su vida, una prueba de que haré lo que sea necesario para mantenerla a mi lado.

Sé que Liliana está confundida y asustada, pero también sé que con el tiempo aprenderá a aceptar su destino. Mi obsesión por ella no tiene límites, y ese dispositivo es solo una de las muchas formas en que la he atado a mí. No importa cuánto luche, sé que al final será mía por completo.

Mi mente está llena de pensamientos contradictorios. Quiero hacerle daño a Liliana, someterla a mi voluntad, llevarla al límite para que se convierta en la sumisa perfecta. Pero al mismo tiempo, siento la necesidad de protegerla, de asegurarme de que nadie más se le acerque.

Es una lucha interna constante, una batalla entre mi deseo de controlarla y mi deseo de mantenerla a salvo. No sé a dónde me llevarán estos impulsos, pero una cosa es segura: Liliana no saldrá indemne de esta situación.
No siento remordimiento por lo que le hago a Liliana. Al contrario, cada vez que la veo sufrir, mi satisfacción crece. Mi obsesión por ella ha tomado un giro oscuro y perverso. Cada lágrima que derrama, cada gemido de dolor o placer que emite, solo alimenta mi deseo de poseerla por completo. Estoy dispuesto a llevarla al límite y más allá, sin importar las consecuencias. Liliana es mía, y no dejaré que nadie más la tenga.

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