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Cuando lourdes por fin salió de trabajar aquella tarde se dirigió a su casa y se dio una ducha. Respondió unos cuantos correos donde uno de sus abogados le confirmaba que acababa de recibir una oferta en el apartamento que había compartido con Galo. Lourdes le dijo que la aceptase quería deshacerse cuanto antes de aquel lugar

Tras un baño relajante y una cena tranquila miro el reloj, eran las nueve de la noche y se preguntó si Martina estaba trabajando.

Quizás estaba a punto de terminar su turno o quizás estaba a punto a punto de empezar. Lourdes esperaba que fueses la primera opción, no le gustaba pensar que Martina hasta las cuatro de la madrugada y volvía a casa sola

Llevaba sin verla varios días pese a que hablaban constantemente y actuando en un impulso tomó sus llaves, su celular y salió de la casa. Estaciono delante del bar y entró, faltaban solo veinte minutos para las diez y vio a Martina detrás de la barra. Lourdes sonrió, eso significaba que estaba a punto de terminar

Lourdes camino hasta la barra y observo como Martina se movía detrás de ella con agilidad

-que te sirvo?- dijo Martina sin levantar la vista de las rodajas de limón que estaba cortando

-Agua por favor, pero me olvide la billetera espero que me dejes pagarte llevándote a casa en mi auto

Martina levantó la cabeza cuando escucho la voz de lourdes y sonrió de oreja a oreja -que haces aqui?-

Lourdes se encogio de hombros-estaba aburrida y decidí visitar a mi camarera favorita-

Martina se movió hasta el grifo para lavarse las manos y después coloco una botella de agua delante de lourdes

-no era broma- dijo la ojiverde mirando la botella -me olvidé la billetera de verdad-

Martina solto una carcajada -no te preocupes, te cobraré con ese viaje en auto que me prometiste-

Lourdes se sento en uno de los taburetes apoyando sus codos en la barra y comenzó a beber pequeños tragos de su botella. Martina se esforzó por hablar con ella pero estaba ocupada, a Lourdes no le importaba verla trabajar. Los veinte minutos pasaron volando y pronto Martina estaba delante de ella con una sonrisa

-listo, voy por mis cosas y nos vamos- lourdes sonrió y asintio

Martina desapareció por la puerta de la parte trasera del bar y unos segundos después un hombre se paro delante de lourdes -vos sos la amiga de las propinas?-

-que?- dijo mirando aquel hombre

-dos cervezas, propina de 6000$-

-ehhh creo que si-

El hombre la miró con los ojos entrecerrados y finalmente la señaló con el dedo -Martina es una buena persona, ni se te ocurra hacerle daño o te las veras conmigo-

Lourdes estaba sorprendida, no sabía quién era aquel tipo pero la estaba intimidando con su mirada seria y sus brazos cruzados

-hey- dijo Martina acercándose a ella - Nicolas déjala en paz-

Martina tomo la mano de lourdes cuando vio su cara de miedo -es un oso de peluche no te dejes intimidad- dijo con una risita -Nicolas esta es mi amiga Lourdes

-el es mi jefe, aunque a veces creo que piensa que es mi padre-

Nicolas seguía mirando a Lourdes con intensidad y estiro su mano por encima de la barra para saludarla, ella hizo lo mismo tragando saliva

-recuerda lo que te dije- dijo el jefe de Martina y se alejo de ellas

-que te dijo?- pregunto Martina claramente entretenida por la cara de la castaña

-que si te hago daño el me va a hacer daño, tengo miedo-

Martina solto una carcajada y tomó la mano de Lourdes para llevarla afuera del bar -no le tengas miedo. El siente la necesidad de protegerme

-no, me alegro de que se preocupe por vos pero me intimido-

Martina volvió a reír y cuando estuvieron en la calle solto la mano de lourdes. La mujer de ojos verdes instantáneamente echo de menos el contacto. Camino hasta su coche y abrió la puerta para Martina -señorita, su auto la espera

Martina hizo una pequeña reverencia y entró en el auto, lourdes no podía borrar la sonrisa estúpida de su cara

-me alegro de que no tengas el turno de cierre- dijo arrancando el auto

-por que?- Martina la miro con curiosidad

-no me gusta eso de que vayas caminando sola a casa a las cuatro de la mañana-

-tengo spray pimienta- dijo Martina mostrandole el bote que llevaba a trabajar siempre

-eso no me consuela Mar- dijo Lourdes mientras conducía

-gracias por venir a verme- Martina observaba el perfil de lourdes mientras conducía

Lourdes sonrió y la miro unos segundos-de nada

El trayecto se les hizo tremendamente corto y cuando llegaron al edificio de Martina ninguna quería despedirse aún

-queres subir un rato? Ver una película o algo- dijo Martina -es tarde, entiendo si no podes

Lourdes giro la llave apagando el motor -me encantaría

Las dos subieron hasta el piso de Martina y cuando llegaron Brisa estaba estirada en el sofá -hola rubia... lourdes- dijo sorprendida y después sonrió-hola

-hola Brisa- dijo lourdes alzando una mano

-ve a sentarte- Martina puso una mano en la parte baja de su espalda -voy a hacer palomitas, dulces o saladas ?- grito

-saladas- respondió lourdes

-buena eleccion- Martina murmuró para si misma con una sonrisa

Una vez que se fue, lourdes miro nerviosa a Brisa, camino hasta el sofá y se sentó junto a ella

-que sorpresa gonzalez- dijo la pelinegra

-fui a ver a Martina al bar y me invito a ver una película

-aja una película- dijo Brisa mirándola con una sonrisa, de repente se levantó del sofá-yo voy a la cama ya, buenas noches-

-buenas noches- dijo lourdes

Brisa seguía sonriendo extrañamente y la ojiverde agradeció un poco que se fuera porque la estaba poniendo nerviosa por como la estaba mirando

Martina se acercó con dos vasos grandes llenos de agua y un bol de palomitas, dejando todo en la mesa de café -y Brisa?-

-se fue a la cama-

Martina asintio y le paso el control de la televisión a lourdes -busca algo interesante para ver, voy a darle un beso a isa

Lourdes asintio y Martina desapareció por el pasillo. Suspiro, esto de ser amiga era una mierda porque cada vez que estaban a solas sentía que aquello era una cita, pero Martina había dejado claro que no quería salir con ella, no de esa forma al menos.

Lourdes se debió quedar pensando bastante rato porque de repente sintió como Martina se sentaba a su lado

-encontraste algo?- dijo con una sonrisa

-eh no, no- dijo y le paso el control a Martina

-estas bien?- pregunto Martina tomando el control de las manos de lourdes y poniendo el bol en sus piernas

-si- lourdes la observo mientras comía palomitas y pulsaba botones en el control, no pudo evitar sonreír, estaba contenta de estar en su compañía -muy bien-



















Estar con ella- MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora