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Cuando lourdes anunció a mica que iban a salir de trabajar una hora antes la secretaria alzó una ceja

-por que?-

-porque voy a ver a marti- dijo Lourdes organizando informes tratando de parecer ocupada para evitar la mirada de su amiga

Mica la miro unos segundos y decidió dejarla, no quería presionarla más

A las cuatro menos diez Lourdes estaba lista para salir. Reunió sus cosas y se dirigió a los ascensores no sin antes despedirse de mica. Cuando llegó a la entrada se sorprendió de ver su auto parado en la puerta mientras Martina hablaba con uno de los guardias de seguridad del edificio desde el asiento del conductor

-pero ella me dijo que la espere aqui- dijo Martina enseñándole su teléfono

-señorita no puede parar aquí y punto- dijo el hombre sin hacerle caso -mueva el auto-

Lourde se acercó a ellos a toda velocidad -algun problema?

-señorita Gonzalez- dijo el hombre -solo le decía a esta mujer que no puede estacionar aquí-

Lourdes bajo la vista para leer el nombre de la tarjeta que colgaba de su camisa -Lucas, dime- dijo formalmente -acaso no has visto el auto que conduce?-

El hombre volvió a mirar el auto en el que estaba Martina y se estiro para mirar la matricula inmediatamente reconociendo que se trataba del auto de la dueña y directora de la empresa. El hombre trago saliva -lo siento señorita Gon...-

-está bien- dijo lourdes alzando una mano -por favor, ve al control de seguridad e incluye a Martina Benza en la lista de personas autorizadas en todo el edificio esta bien? Y la próxima vez cuando alguien esté hablando contigo, escucha lo que dicen-

El joven asintio con la cabeza y salio disparado hacia el edificio. Lourdes miro a Martina con una sonrisa -me encantará ver como escribe Martina Benza, te apuesto a que no da ni una

Martina solto una carcajada -sube al auto Gonzalez

Lourdes se sento en el asiento del copiloto y se giro cuando escucho a isabella gritar -¡uli, uli, uli!-

-hola pequeña Benza- dijo dirigiéndose a la niña y estirando su brazo para hacerle cosquillas en la barriga. Lourdes no pudo evitar mirar la silla de seguridad en el que estaba sentada, era un poco vieja y estaba muy usada pero por alguna razón verla en el asiento trasero de su auto la hizo sentir bien

Martina arranco el auto -queres ir a tomar un helado?-

Lourdes asintio y dejó su maletín en el asiento trasero y comenzó a sacarse el saco. Desabrocho el cuello de su camisa y se armango para estar más cómoda

-no se si te molesta que pusiera la silla- dijo Martina mientras conducía -pero no podía traerla sin ella, perdon si te molesto-

-claro que no- dijo lourdes apoyado la cabeza en el asiento -me molestaría que no lo hubieras hecho-

Martina sonrió -me asegure de no estropear el asiento ni nada de eso- dijo aun un poco nerviosa

Lourdes puso una mano en el hombro de Martina-mar, esta bien-

Martina asintio y condujo hasta una pequeña heladería que estaba cerca de un parque. Aún ni había apagado el motor y la empresaria ya estaba abriendo la puerta trasera para sacar a la niña de su asiento. Martina las observo todavía desde su lugar detrás del volante

Lourdes había alzado a Isabella y la había elevado sobre su cabeza haciéndola reír -hola señorita Bells- dijo sin dejar de hacer reir a la pequeña -te extrañaba-

Estar con ella- MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora