Isabella estaba emocionada de participar en el plan para revelar a los Gonzalez que estaban esperando un nuevo miembro en la familia. A Lourdes no le gustaba ninguna de las camisetas de la tienda de niños a la que fueron, así que compraron una camiseta blanca y pintura para tela, y en casa, se puso manos a la obra para decorarla. Cuando terminó, tenía una camiseta preciosa que simplemente decía "La mejor hermana mayor", con mucho más estilo que las de la tienda. Martina sabía que guardaría esa camiseta como recuerdo para siempre.
Cuando Gabriela envió un mensaje diciendo que estaba de camino, Lourdes miró a Isabella -¿Sabes qué hacer, verdad?-
-Sí- respondió la niña mientras Lourdes le ponía la camiseta que había pintado unas horas antes -¿Estás nerviosa, mamá?-
-Un poco- respondió con una sonrisa, terminando de colocarle la camiseta y arreglando su alborotado cabello.
-¿Por qué?- preguntó la niña.
-Bueno...- comenzó -porque los abuelos no esperan que vayamos a tener un bebé y tengo ganas de ver su reacción- explicó.
Isabella asintió -Entonces yo también estoy nerviosa, mamá-
La ojiverde sonrió y le dio un beso en la frente. Justo en ese momento llamaron a la puerta -Vamos, ya sabes qué hacer- se levanto para ir a recibir a sus padres mientras la niña salía corriendo.
Martina apareció por el pasillo en ese momento y le ofreció su mano a Lourdes. Ambas caminaron hasta la puerta y recibieron a los Gonzalez con abrazos.
-¿Dónde está mi nieta?- preguntó Gabriela
-Vengan al salón, ahora viene- dijo la ojiverde -estaba recogiendo sus juguetes-
-Recogiendo sus juguetes- repitió su madre indignada -Le haces recoger en lugar de venir a darle un beso a su abuela-
Lourdes soltó una carcajada -No seas dramática, ahora viene-
Los cuatro adultos se dirigieron al salón y la empresaria obligó a sus padres a sentarse en el sofá, pero ella y Martina se quedaron de pie.
-¿Qué están haciendo?- preguntó Fabian observándolas -Estan actuando muy extraño-
Lourdes sonrió y Martina miró hacia el pasillo, viendo a su hija acercarse. Isabella entró corriendo al salón y se colocó detrás de sus madres.
Gabriela iba a preguntar qué pasaba, pero Lourdes y Martina dieron un paso separándose y dejando ver a Isabella, que estaba parada estirando su camiseta con las manos para asegurarse de que la pudieran leer.
La ojiverde vio cómo sus padres leían la camiseta y diez segundos después ambos estaban de pie abrazándolas con fuerza. Gabriela se aferró a Martina y Fabian levantó en el aire a Lourdes
-¿Es de verdad?- preguntó Gabriela mirando a la mujer de ojos marrones. Ella simplemente asintió sin dejar de sonreír.
-Voy a ser una hermana mayor, abuela- dijo Isabella y la mujer la abrazó con fuerza. Fabian finalmente soltó a Lourdes y Gabriela dejo a la niña para abrazar a su hija.
-Estoy tan feliz- dijo la mujer. La ojiverde no pudo evitar que las lágrimas se acumularan en sus ojos al ver a su madre emocionada -Tenes que cuidar a Martina, hija- continuó diciendo, y Lourdes soltó una risa mezclada con lágrimas de felicidad.
-Creo que ella tiene que cuidarme a mí, mamá-
La mujer la miró directamente a los ojos -No- dijo negando con la cabeza -¿En serio?-
Lourdes simplemente asintió y Gabriela la abrazó fuerte -No puedo creerlo-
Cuando madre e hija se separaron, la ojiverde vio cómo Martina las miraba con una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Estar con ella- Martuli
RandomQuien diría que besar a una desconocida en un callejón iba a cambiar su vida para siempre