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Casi tres horas después, Ariana estacionó en el hospital y ambas entraron prácticamente corriendo.

-Guadalupe Benza, es mi hermana. Yo soy Martina, Martina Benza-, informó al personal del mostrador.

La mujer al otro lado le dedicó una mirada comprensiva y empezó a teclear en su computadora

-Van a tener que esperar unos minutos. Voy a informar de que están aquí- señaló unas sillas.

-¿No puedo verla?- preguntó de inmediato.

-Solo serán unos minutos- insistió la mujer.

Ariana puso una mano en el hombro de la rubia tratando de tranquilizarla y la llevó hasta una de las sillas, sin decir nada, simplemente se quedó a su lado.

Martina esperaba la llegada de un médico, pero para su sorpresa fue un policía quien se acercó a ellas.

-¿Señorita Benza?-

Martina se levantó rápidamente -¿Dónde está mi hermana?-

-Venga conmigo-

Ariana estaba cada vez más nerviosa, pero trató de mantener la calma por su cuñada. El policía las llevó a una sala y les pidió que se sentaran.

-Su hermana intento suicidarse- la rubia se quedó sin aliento y no pudo contener las lágrimas al escuchar esas palabras. Ariana la abrazó inmediatamente para consolarla.

-Guadalupe está bien, pero las circunstancias en las que ocurrió el incidente provocaron una investigación criminal. ¿Cuándo fue la última vez que habló con ella?-

-Hace... hace una semana. No podemos hablar mucho últimamente porque mis padres... no nos dejan estar en contacto. Pero... iba a pedir su tutela la semana que viene. ¿Qué paso?-Dijo entre sollozos.

-Sus padres la encerraron en su habitación, según su hermana hubo una discusión muy fuerte entre ellos, le quitaron el teléfono y la encerraron desde fuera. Su hermana... estaba deshidratada y mostraba signos de llevar varios días sin comer. Creemos que el intento de suicidio fue inducido por alucinaciones-

Martina se llevó una mano a la boca escuchando aquel horror, sus padres no eran las mejores personas, pero aquello era demasiado incluso para ellos.

-Puede ver a su hermana en unos minutos, pero sus padres están bajo arresto. Su hermana me dijo lo de la tutela, pero en estas circunstancias usted es el mayor de edad más cercano a ella, si así lo desea estará inmediatamente a su cargo-

-Sí, claro, sí. ¿Puedo verla ya?-

-Claro, pero está muy frágil mentalmente, este episodio puede ser muy traumático para alguien tan joven-

-Por favor, llévenos con ella- Dijo Ariana y el policía asintió y las guió hasta el área de psiquiatría del hospital.

Detrás de la puerta, Guadalupe estaba tumbada en una cama durmiendo. Martina comenzo a caminar hasta su hermana, dudó qué hacer, no sabía si debía despertarla. Pero finalmente se subió a la cama recostándose a su lado para abrazarla. Ella despertó y cuando sintió el abrazo de su hermana se aferró fuerte a ella.

-Marti, se... se volvieron locos-

-Shhh, ya lo sé, estoy aquí-

Ariana observaba la escena desde la puerta y caminó dentro de la habitación acercándose a la cama por el lado contrario al que ocupaba Martina y tras unos instantes observando a las hermanas tomó la mano Guadalupe. La adolescente se giró en los brazos de su hermana para mirarla.

-Todo va a estar bien, te lo prometo- Dijo Ariana mirándola a los ojos y la joven asintió pero el ruido del teléfono de Martina las interrumpió

La rubia busco el teléfono que estaba en su bolsillo pero al ver de quien se trataba apretó la mandíbula y colgó la llamada

Estar con ella- MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora