Unos días más tarde, Martina llegó a la oficina con su hija en una mano y Lourdes en la otra. Aunque ya no se escondían, seguían manteniendo su profesionalismo, pero todos sabían que estaban juntas.
-Yo me encargo de Isabella- dijo Lourdes, soltandole la mano y ofreciéndosela a la niña, quien la tomó sin dudar.
Martina asintio, y las tres se dirigieron hacia el ascensor. Lourdes bajó con Isabella en la tercera planta y, antes de salir del ascensor, le dio un beso casto en los labios a su novia, haciendo que sonriera mientras subía hasta la novena planta.
Al entrar en el área de diseño, vio a sus compañeros hablando en susurros.
-Buenos días- saludó -¿esta pasando algo?-
-Mariano renuncio- dijo Lara
-¿Qué?- exclamó sorprendida
Mariano era el director del equipo y habían tenido una reunión el día anterior que había transcurrido con normalidad.
-¿Por qué?-
-¿Conoces a su esposa, Silvia?- dijo otro compañero. -Le estaba siendo infiel con Kim-
-¿Kim?-
-Kimberly- explicó Lara levantando las cejas. -La secretaria que trabaja en la cuarta planta para el equipo de presupuestos-
-wow ¿Y renunció a su trabajo?-
-Silvia le dijo que quería estar con Kim. Supongo que no podía soportar verlas a diario y... que todos hablaran-
Martina se sintió mal por Mariano, pero era comprensible que la gente comentara algo así. Dejó su bolso en su mesa. -tenemos que entregar los diseños en un mes y nos quedamos sin director-
Lara soltó una carcajada.
-¿De qué te ríes?- preguntó la rubia confundida.
-Marti, estuviste dirigiendo el equipo desde que llegaste. Él era el director, pero vos sos la mente creativa de este equipo, todos lo sabemos- explico y otro compañero asintió.
-No vamos a notar mucho su falta, Benza- agregó Maia, otra diseñadora, sonriendo también.
-Eso no es verdad, yo no dirijo el equipo-
-Lo que digas- dijo Lara, encendiendo su computadora y su tableta gráfica de diseño. -Finalicé los cambios en la pulsera que hablamos ayer- dijo la mujer abriendo el proyecto. -Pero ahora que no tenemos director, no sé a quién enseñárselo, solo si tuviera a la persona que hizo el diseño...-
Martina puso los ojos en blanco, pero se dio cuenta de que tenía algo de razón. Ella tenía mucho peso en el equipo, pero nunca pensó que lo estuviera dirigiendo.
-¿Nadie quiere ver los cambios? ¿Nadie que podría ayudarme con las dimensiones de la cadena? ¿Nadie?- bromeó
La rubia bufó. -sos lo peor, déjame ver- Sus compañeros se rieron a su lado y se sentaron en sus mesas.
-Cuando termines, tenemos un problema con el collar principal. Creo que el nexo entre el diamante y el oro, y la transición entre la cadena y el cierre son demasiado débiles- dijo Maia
-Ahora voy- respondió Martina sin separar los ojos de la pantalla viendo los cambios que había hecho Lara
Maia negó con la cabeza sonriendo. Martina era demasiado humilde para todo el talento que tenía.
La rubia y su equipo llevaban aproximadamente una hora trabajando en los diseños cuando Lourdes y Micaela entraron y se dirigieron a sus escritorios. Lourdes los observó con curiosidad, todos estaban concentrados en sus sillas, excepto Martina, que estaba de pie detrás de Joe, otro diseñador, mostrándole cómo podían reforzar el diseño del collar en el que estaban trabajando.
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Estar con ella- Martuli
RandomQuien diría que besar a una desconocida en un callejón iba a cambiar su vida para siempre