UN AÑO DESPUÉS
Lourdes se dirigía a la guardería de la empresa, pero decidió hacer una parada en la quinta planta, a pesar de que no era su destino habitual. Caminó por el pasillo mientras recibía miradas extrañadas de sus compañeros hasta que llegó a su destino.
-Silvina-
La mujer levantó la cabeza de la computadora en la que estaba trabajando -Lourdes- dijo sonriendo al verla.
-Voy a ver a Mimi, ¿Me acompañas? Te invito a un café-
-Claro, deja que avise a mi supervisor- respondió la mujer levantándose de su mesa. Lourdes sonrió y esperó por ella -Listo- se acercó con su bolso.
-Vamos- las dos caminaron hacia los ascensores.
-¿Guada los invito a la cena de hoy?- preguntó la mujer.
Lourdes asintió -¿Sabes de qué se trata?-
Silvina negó con la cabeza -Solo sé que tenemos que estar ahí a las seis, ¿Crees que se comprometieron?-
-Espero que no, porque Martina y yo no ayudamos a ninguna con un anillo, y eso sería una ofensa-
Llegaron a la tercera planta y la ojiverde fue directa por Emily, alzando a la pequeña de casi dos años contra su pecho y dejando besos en su cara mientras que Silvina las miraba con una sonrisa.
-Vamos a bajar a la cafetería, la subo en un rato- dijo Lourdes -Toma abuela- le paso a la pequeña y tomando la bolsa de Emily por si necesitaban algo.
Silvina tomó a la niña y dejó también un beso en su frente. Cuando llegaron a la cafetería, las dos estaban entretenidas por la pequeña que hablaba sin parar, era una fotocopia de Isabella cuando Lourdes la había conocido por primera vez.
-Cuál es mi sorpresa cuando me entero de que mi hija no está en la guardería y que mi mujer elegio tomar un café con mi madre en lugar de hacerlo conmigo- dijo Martina acercándose a ellas y abrazando a su madre por la espalda y acariciando la cabeza de su hija.
-¿Y qué hacías vos en la guardería a media mañana?- preguntó su mujer
-Lo mismo que vos, Gonzalez- respondió sin dejar de sonreír, dejando un breve beso en sus labios y sentándose a su lado.
-Mami- dijo la niña estirando los brazos en dirección a Martina quien la alzó y la colocó sobre su regazo.
-¿Mamá sabes algo de la cena de hoy?-
-No, le pregunté a Lourdes hace unos minutos, tu hermana estaba actuando muy raro-
La morocha asintió y siguieron hablando hasta que fue hora de volver a sus trabajos. Martina le pasó a Emily a su madre para despedirse.
-Nos vemos esta noche- dijo Lourdes con una sonrisa, tomando de nuevo a la niña de los brazos de la otra mujer.
-¿Con quién se quedarán las niñas?-
-Angie y Bri- dijo la morocha abrazando a su madre.
-Está bien, manejen con cuidado, nos vemos-
Se despidieron y ambas mujeres fueron juntas a la guardería, ambas preguntándose qué estaban tramando sus hermanas.
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Esa noche, las dos se dirigieron al apartamento de Ariana. Guadalupe se había mudado hace unos meses ya que pasaban la mayoría del tiempo juntas
Justo cuando estaban entrando en el edificio, se encontraron con Gabi y Fabi, quienes tampoco sabían nada. Una vez dentro, los padres de Martina ya estaban ahí, y después de los saludos, todos se sentaron en la mesa. Ariana intentó preguntar por sus sobrinas, pero Lourdes la interrumpió directamente.
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Estar con ella- Martuli
DiversosQuien diría que besar a una desconocida en un callejón iba a cambiar su vida para siempre