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Hacer el amor con su novia era maravilloso pero Lourdes descubrió que hacer el amor con su prometida era aún mejor. Llevaban horas celebrando su compromiso pero cada vez que intentaban dormir, terminaban en la misma situación otra vez

La ojiverde recorrió el cuerpo de Martina, cubierto por una fina capa de sudor, después de darle uno de los orgasmos más intensos de la noche o más bien de la mañana, ya que había amanecido. Cuando se acercó a los labios de su prometido la beso apasionadamente

-no se como vamos a parar- dijo la rubia entre besos

-no paremos- respondió Lourdes mientras Martina las giraba para quedar sobre la otra mujer y comenzaba a besarla por los hombros y cuello

-pero tenemos una hija y una adolescente a cargo y son las... siete de la mañana y todavía no dormimos nada- se separo un poco para ver la hora

-Isabella esta con sus tías que tanto la quieren al igual que Guada, aparte ella ya no es una adolescente, tiene 18 casi 19 va a sobrevivir sin nosotras por unas horas más- tiro del cuerpo de Martina para acercarla de nuevo -y no hablemos más de ellas, después de lo que acabo de hacer aún te siento en mi lengua

La mujer de ojos marrones sonrió y besó a Lourdes saboreando su propio sabor. Su mano comenzó a bajar por el cuerpo de su prometida y se detuvo a medio camino -bueno, si no vamos a parar...- trazo formas en el abdomen de la castaña -vamos a la ducha-

-¿a la ducha?- se incorporo viendo como Martina saltaba de la cama completamente desnuda

-ya escuchaste- puso sus manos en la cadera -vamos a la ducha- Lourdes sonrió y la siguió al baño

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Después de una ducha nada corta, ambas prepararon sus cosas y pasadas al medio día abandonaron el hotel donde se quedaban listas para volver a casa. Martina iba conduciendo por pedido de Lourdes que se paso todo el trayecto mirando la joya que tenia en su dedo sin dejar de sonreír.

Al llegar a casa Lourdes estaba a punto de salir del auto pero Martina la detuvo

-antes que salgas tengo que decirte que hay algo más-

-¿algo más? ¿Otra sorpresa?- la miro con curiosidad y la rubia saco su teléfono mandando un mensaje

Un minuto después ambas bajaron del auto y Martina la llevó directamente al patio de su casa donde estaba su familia. La ojiverde la miraba confusa no sabía que estaba haciendo solo se dejó llevar y sonrio de oreja a oreja cuando vio a todos

-¡Mamá!- exclamó Isabella corriendo hacia la castaña -¿dijiste que si?

-si, dije que si- se agachó para enseñarle el anillo

Pronto fue rodeada por los brazos de su madre y vio como su hermano y su papá tenían a Martina en un abrazo y sonrio aún más. Después de todas las felicitaciones Isabella y Guadalupe se acercaron a ella con unos papeles en la mano

-yo tengo otra pregunta- dijo la niña y le mostró los papeles a Lourdes que los tomó sospechando de que se trataba leyendo la parte superior 'solicitud de adopcion' -ya sos mi mamá pero, ¿queres hacerlo oficial?- dijo repitiendo las palabras que había estado ensayando

Lourdes comenzó a llorar y abrazo a la niña con fuerza -si, nada me haría más feliz-

Guadalupe se acercó a ella también y Lourdes, al verla, se puso de pie -ya que estamos haciendo preguntas, ¿que te parece añadir otra Gonzalez más a la familia?- y también le paso un papel, Guadalupe había comenzado el tramite de cambiar su apellido

Estar con ella- MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora