Martina se reunió con el equipo de diseño y Lourdes se quedó con isabella en la guarderia jugando con ella. Era consciente de las miradas curiosas que le enviaban algunos empleados que entraban pero no le importabay por mas que quería estar presente en la reunión sabía que era mejor si Martina hacia esto sin ella
Casi una hora después la rubia volvió a entrar en la guarderia y se acercó a ellas con una sonrisa -hola-
-que tal te fue?- pregunto Lourdes en el suelo con Isabella quien estiro sus brazos para que su madre la alce
-bien, vamos a mi casa y te contaré todo- dijo Martina viendo como Lourdes se levantaba mientras asentía -me llevas?-
Lourdes la miro confundida -vos tenes mi auto-
Martina le paso las llaves -ya no, el médico te dio el okey para hacer tu vida normal y eso significa manejar así que te lo devuelvo
-pero...-
-no- interrumpió Martina sonriendo
Lourdes suspiro sabiendo que no iba a ganar esto y las dos salieron del edificio. De camino al departamento Lourdes se dio cuenta que hacia mucho que no iba ahí, desde antes de su accidente, ya que Martina siempre iba a verla a ella
Una vez en el departamento comieron algo e Isabella se quedo dormida en el sofá
-queres hablar de la reunión?- pregunto Lourdes y Martina asintio estirando su mano para ir hasta el pequeño balcón para poder hablar sin despertar a Isabella. Las dos se sentaron en el banco que estaba ahí y la ojiverde pasó un brazo por los hombros de Martina
-me fue muy bien. Al director del equipo la impresionaron los diseños y quiere empezar a trabajar conmigo en este collar. Cuando terminamos de hablar del proyecto Micaela le dijo que me habías ofrecido un puesto permanente y parecía... muy feliz ante la idea de que me uniera al grupo- Lourdes sonrió escuchando esas palabras -quieto hacer esto pero todavía me da miedo todo lo que hablamos antes-
Lourdes la apretó un poco más contra su pecho -lo se pero sabes que te admiro como persona y madre y esto es una gran oportunidad para vos y para Bells, no tendrías que trabajar de noche y estarías cerca de ella en el trabajo además el equipo creativo es muy flexible... no me gustaría que rechaces este trabajo por miedo, pero tampoco quiero presionarte
Martina suspiro -con esa plata podría comprarme un auto
Lourdes solto una carcajada -y eso me haría demasiado feliz, aunque si aceptas el trabajo ya no tendrías que trabajar en el bar que era la principal razón porque estaba preocupada por vosy aparte soy feliz de ser tu taxista personal-
-dirigis una empresa multimillonaria, no tenes tiempo para ser mi taxista-
-siempre voy a tener tiempo para vos-
Martina no pudo evitar sonreír como tonta ante aquellas palabras y se incorporo un poco para dejar un beso en sus labios -decime que te dijo el medico- pidió apoyándose en el pecho de Lourdes otra vez
-todo esta perfecto, puedo hacer mi vida normalmente pero si tengo dolor en la cabeza tengo que descansar y si pasa eso volver en unas semanas para hacerme otro escaner por las dudas
Martina comenzó a jugar con los dedos de la mano de Lourdes -no te dijo nada más? No hay nada que no... que no puedas hacer?-
-no que yo sepa, puedo manejar y trabajar- dijo arrugado su frente
Martina suspiro comenzando a evitar su mirarla y Lourdes noto su nerviosismo -mar?
-bueno- suspiro otra vez aun sin mirarla -no hablamos de esto pero... a ver no hay apuro... solo quería saber.... si vos y yo...-
De repente una sonrisa se extendió por el rostro de Lourdes cuando comprendió a que se refería Martina. La empresaria uso su mano libre para levantar la barbilla de la rubia y obligar a mirarla
-yo tampoco puedo esperar a estar con vos de esa forma Mar, quiero todo con vos, pero no tengo apuro, se que me dijiste que no estuviste con nadie desde Santiago y no quiero presionarte tampoco-
-presionarme?- Martina la miro sorprendida -creo que podemos decir que soy yo quien tiene más dificultades para mantener mis manos alejadas de vos- dijo con una sonrisa pese a que estaba algo avergonzada de estar hablando de eso
Lourdes no pudo evitar dejar un beso en sus labios -si estas lista, encontrare el momento perfecto, lo prometo-
Martina sonrió antes de dejar varios besos en los labios de Lourdes haciéndola reír -te quiero- murmuró entre besos
-yo también amor- respondió Lourdes y Martina la miro con una sonrisa
Era la primera vez que le decía de esa forma y se sentía tan bien escucharlo. Se sentía completa, con Lourdes a su lado sentía que volvía a vivir
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Estar con ella- Martuli
AcakQuien diría que besar a una desconocida en un callejón iba a cambiar su vida para siempre