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Durante los días siguientes pasaban tiempo juntas. Lourdes iba a visitar a Martina al bar para llevarla a casa pero también había empezado a visitar el apartamento de las Benza cuando la camarera tenía el día libre. Su amistad con Martina no dejaba de afianzarse de la misma forma que también estaba cada vez más unida a Isabella

Había pasado casi un mes después de su paseo por el parque y aquella noche lourdes volvió a aparecer en el bar, como solía hacer. Sonrió cuando vio a Martina detrás de la barra. Sólo faltaban cinco minutos para que finalizará su turno y la camarera pensó que no iba a aparecer aquella noche

-hola lu- dijo con una sonrisa, después la observo llevaba un vestido preocioso. Normalmente cuando lourdes venía a buscarla al bar iba vestida con ropa cómoda ya que se cambiaba desde de trabajar. Pero hoy estaba deslumbrante

-te gusta?- dijo lourdes dando una vuelta sobre si misma cuando se dio cuenta de que Martina miraba su vestido

Martina se puso instantáneamente colorada -muy bonito, estas muy hermosa-

Lourdes sonrió como si hubiese ganado la loteria y se sentó en uno de los taburetes para después mirar el reloj -no me da tiempo a tomar nada, así que esperaré a que acabes el turno sin molestarte

-me parece bien- dijo Martina mirándola con una sonrisa mientras colocaba un montón de vasos recién lavados en su sitio

Un hombre muy alto se acercó a lourdes y se apoyo en la barra -hola- dijo con una sonrisa

Lourdes sintió ganas de gruñirle se notaba que cada poro de su piel supuraba arrogancia -hola- dijo para después girar la cara y mirar a Martina de nuevo que la observaba con curiosidad

-puedo invitarte una copa?- dijo acercándose un poco más a ella

Lourdes alzó una mano para que no se acercara más -tranquilo don juan, no hace falta invadir mi espacio personal-

Martina tuvo que taparse la boca para no soltar una carcajada y se dio la vuelta rápidamente fingiendo hacer algo en la caja, pero lourdes la vio perfectamente y sonrio

-sos de las que se hacen de rogar?- dijo acercándose una vez más

-y vos sos de los que no entienden que no quiero que te acerques?- dijo la empresaria

-no queres que me acerque?- dijo el hombre que no se iba a dar por vencido

-de hecho agradecería que te alejes de mi- dijo con una sonrisa falsa

Martina estaba bastante entretenida por la escena delante de ella pero el reloj marcaba las diez en punto así que se deshizo de su delantal en tiempo récord y fue a la parte trasera del bar a donde se puso su campera, pronto estaba al lado de Lourdes colocando su mano alrededor de su cintura mientras se apoyaba en ella que seguía sentada en el taburete de la barra

-vamos?- dijo Martina. Lourdes le dedico una sonrisa y asintio

-estaba hablando con tu amiga- dijo el hombre frustrado. Lourdes solto un bufido y Martina negó con la cabeza sonriendo -vamos princesa, deja que te compre una copa- el hombre dio otro paso adelante aprovechando que lourdes se había bajado de su asiento

Martina puso un dedo en su pecho obligándolo a retroceder -lo siento pero esta ocupada esta noche

-con quien? Con vos?-

-ya lo vas entendiendo- dijo lourdes tomando su bolso de su lugar en la barra y entrelazando una de sus manos con las de Martina para guiarla hasta la puerta

Cuando llegaron a la calle las dos empezaron a reír -se lo creyó bastante bien- dijo caminando a su lado en la dirección que suponía que estaba el auto de la otra mujer

Estar con ella- MartuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora