Después de una semana durmiendo en el sofá, Lourdes y Martina ayudaron a Brisa a mudarse de la casa que compartía con su ex novio, y la ayudaron a instalarse en su nuevo apartamento.
-Ya está todo- dijo Brisa completamente agotada. -Gracias, por todo-
La pelinegra pidió comida y abrió unas cervezas para agradecer a sus amigas por haberla ayudado. Las tres estaban comiendo y hablando en la mesa de la cocina que habían armado hace unas horas cuando sonó el timbre y se levantó para abrir.
-Te extrañé- se escuchó la voz de Angie y rodeó el cuello de Brisa con sus brazos besándola.
La mujer se quedó congelada mientras Angie la besaba, y sus amigas abrieron tanto la boca que pensaron que sus mandíbulas se iban a desencajar. La peliazul se separó al notar que Brisa no correspondía el beso, y la miró con el ceño fruncido.
Brisa balanceó su cabeza en dirección a la cocina, y la mujer miró a su izquierda viendo a Martina y Lourdes sentadas ahí con la boca abierta.
-¡Son unas mentirosas!- exclamo Martina dejando la servilleta en la mesa y apuntándolas con un dedo. Lourdes asintió repetidamente cruzándose de brazos a su lado.
Angie suspiró y soltó el cuello de Brisa, luego comenzó a caminar hacia la cocina -Perdón- se sento en una de las sillas.
Brisa cerró la puerta y volvió a reunirse con ellas ocupando la silla que quedaba libre. Pero primero le pasó una cerveza a Angie dejándola delante de ella en la mesa.
-¿Desde cuándo?- pregunto la rubia moviendo las manos delante de ellas.
Angie iba a contestar, pero Brisa apretó su pierna debajo de la mesa para que la dejase hablar a ella -Quedamos para hablar y... decidimos darle una oportunidad a esto- sintio como Angie entrelazaba los dedos con los suyos -Y yo le pedí que no dijera nada porque me daba un poco de vergüenza-
-¿Vergüenza?- Martina la miro con curiosidad.
-Bueno... no sé... acabo de salir de una relación, no quería que piensen que íbamos demasiado rápido-
-Demasiado rápido- Lourdes rio -Martina me besó la noche que nos conocimos, y después de tres meses estábamos prácticamente casadas. No íbamos a juzgarlas, pero no está bien eso de mentirnos
-Tenes razón- dijo Angie -Pero esto es nuevo para nosotras, así que tengan un poco de paciencia-
Martina alzó su botella -por Brangie-
-¿Por qué?- dijo Brisa confusa.
-Nos llamas Martuli desde hace dos años, ¿y pensas que yo no voy a inventarme un nombre para referirme a ustedes?-
-Por Brangie- repitió Lourdes alzando también su botella
Angie puso los ojos en blanco, pero alzó su cerveza chocándola con la de sus amigas. Brisa hizo lo mismo y las cuatro bebieron. Cuando la pelinegra dejó la botella en la mesa, se inclinó y presionó sus labios contra los de Angie durante un segundo, Martina y Lourdes comenzaron a aplaudir y a gritar, y ella le lanzó una servilleta a cada una.
Terminaron de cenar y las cuatro ayudaron a limpiar. Martina se puso su campera y le pasó la suya a Lourdes, luego caminó hacia Brisa y la abrazó. -Si sos feliz, yo soy feliz-
Su amiga la apretó fuerte -soy feliz-
-Bien- dijo la rubia separándose -Nos vamos ya, tenemos que ir a buscar a Isabella y vos estarás bien acompañada- empujo suavemente a Brisa
Después de despedirse, Lourdes y Martina caminaron de la mano hasta el ascensor.
-No me puedo creer que estén juntas- comentó la ojiverde
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Estar con ella- Martuli
RandomQuien diría que besar a una desconocida en un callejón iba a cambiar su vida para siempre