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Caminé a dónde debo tomar el bus. Estaba algo retirado, así que tenía que caminar y hacía frío. Aunque me lo merezco, hace dos semestres dejé casi todas las materias y por eso me quitaron el auto.
Por suerte, el bus no tardó mucho en llegar. Solo cerca de 5 minutos, me subí y ese bus me dejaba justo enfrente de la empresa de mi familia. Esa empresa siempre llamaba la atención, pues todos sabían que ahí se encontraban personas famosas y no es fácil trabajar ahí, quién se baje en esa estación es realmente afortunado, pues seguro trabaja ahí.

Todos en la empresa me conocen, a pesar de no ir muy seguido saben que soy hija del Sr. Lee. Aunque los que llevan más años ahí, seguro me vieron cuando era pequeña.

- ¡Buenas tardes! -Dije a la recepcionista-

- ¡Buenas tardes, T/n! Qué milagro verte por acá. -Dijo- Hace cuánto no vienes.

- Hace años ¿Cambié mucho? -Pregunté-

- Estás más linda, te pareces a tu hermana. -Dijo- Recuerdo ver qué siempre andaban juntas para todos lados.

- Sigue siendo exactamente igual. -Reí-

- Me imagino. Cuando se refiere a ti siempre dice "bebé" y ya todos sabemos que eres tú. -Dijo-

- Siempre me dice así, solo ella me dice así. -Dije y sonreí- Bueno, voy a entrar.

- Sí, adelante. A ver cómo te va porque andan vueltos locos con todo el trabajo que tienen. -Dijo-

-Desee suerte. -Dije y sonreí-

Entré a la empresa, había cambiado mucho desde la última vez que vine. Recuerdo que dejé de venir porque uno de los trabajadores era un chico de mi edad que entró a trabajar desde muy pequeño para poder solventar los gastos de la escuela, empezamos a tener una relación pero él me fue infiel, y ese fue el motivo para ya no volver. Eso fue hace más de 5 años.
Saludé a algunos trabajadores que aún se acuerdan de mí, creo no he cambiado mucho.

Subí al elevador y fuí hasta el penúltimo piso que es donde se encuentran las áreas de trabajo de mi familia.
Una chica de staff me reconoció como la hija del jefe y me llevó a dónde está mi papá, hace tiempo no entro acá y se me olvidó como llegar.

- Que bueno que viniste, contigo quería hablar. -Dijo- ¿Ya pediste tu lugar en Busan?

- Aún no repruebo. -Dije-

- Le hablaré a tu mamá. -Dijo- Tiene que estar presente en la plática. Ven conmigo a mi oficina.

Subimos por las escaleras al último piso, ahí se encontraba las "oficinas importantes" que en realidad son solo las oficinas de la familia, pues ahí está solo su oficina, la de mamá y la de mi hermana. Podría tener mi oficina ahí pero no me quisieron contratar..

Mientras caminábamos por las escaleras, él me iba dando uno de sus mil textos reflexivos. Llegamos y enseguida llegó mamá con una cara de enojo que no podía ocultar. Además de que se podía ver qué no habían dormido nada.

- ¡Uh! No has dormido bien. -Dije en cuanto ví a mamá-

- No intentes distraer. -Dijo-

- Tu maestra de matemáticas llamó ayer por la noche, nos dijo que no has entrado a clases los últimos meses. -Dijo mi padre- ¿A dónde te vas? ¿Por qué no entras?

- Espero ya estés apartando tu lugar en el internado de Busan porque te irás. -Dijo mi mamá- Donde vea un 80 o menos en tu boleta, te irás a Busan.

- ¿Podrían relajarse? Solo fue un malentendido, no voy a reprobar. También me hablaron y resulta que se equivocaron de nombre, no soy yo. -Dije- Voy bien en clases.

"Un amor prohibido" [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora