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Fue como un alivio a mi pesar verlo nuevamente. No dije nada y no permití que diga nada, me tiré sobre él para abrazarlo y no querer soltarlo jamás, lo quería tener pegado a mi como si fuese un chicle.

- Cariño, te he estado buscando por todos lados ¿Por qué no atiendes mis mensajes? -Dijo-

- Estoy mal, Tae. -Dije- No esperaba verte, me alegro, pero era mejor sin verte porque así no me dolería la despedida.

- ¿Despedida? -Dijo- ¿Ya no volverás a la empresa? Bueno, eso es lo de menos, podemos vernos en otros lugares.

- No Tae, me iré del país. -Dije- Esa fue la solución de mis padres ante el problema, ahorita mi casa es todo un caos y también quiero irme lo más lejos que se pueda, pero no lejos de ti sino de ellos... Mamá dijo tantas cosas.

Noté su rostro decaído, no quería que me fuera pero no había de otra. En lo personal creo es más conveniente que me vaya y cada uno siga su camino.
Me abracé a su regazo, el también lo hizo y unas lágrimas corrieron por las mejillas de ambos.

- Me iré contigo

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- Me iré contigo. -Dijo- No puedo estar sin ti, si no estás yo me muero por desamor. Eres mi motivo para seguir, T/n.

- ¿Abandonar tu carrera? -Dije-

- Así es, en este punto de mi vida tengo el dinero suficiente para poder subsistir el resto de nuestras vidas entonces estaríamos bien tú y yo juntos. -Dijo- Por favor vamonos juntos.

- Tae... -Dije- No puedo.

- ¿Qué es lo que no puedes? -Respondió-

- No puedo hacer que te vayas. -Dije- Sé cuánto has luchado por estar donde estás, sé lo mucho que te gusta estar aquí y sin duda, sé cuánto amas a los chicos y a la música. Amas tu carrera, Tae.

- Pero también te amo a ti. -Dijo- Sobre todas las cosas siempre vas a ser tú. Lo único que te pido es que te quedes o me lleves contigo, no podré estar si tú no estás conmigo.

- Lo vas a lograr. -Dije- Ambos no tenemos de otra, simplemente no puedo hacer que abandones lo que tanto amas solo por mí. En este punto de mi vida créeme que quiero irme lejos y lograr algo por mi sola, he creado un resentimiento contra mi madre y quiero demostrar que soy capaz de hacer muchas cosas por mí misma.

- ¿A dónde quieres llegar con esto? -Preguntó-

- Dame unos años, te lo juro que voy a regresar quizá como una maquillista reconocida o de otra cosa, pero voy a ser exitosa y voy a volver solo para casarnos, pero dame tiempo. Solo un tiempo ¿Podrías esperarme? -Dije-

- Esperaría mil vidas más si me prometes que vas a regresar. -Dijo-

- Lo haré, no me puedo ir de este mundo sin haber estado casada con la persona que amo. -Dije-

- Te amo tanto... -Dijo y me abrazó nuevamente, en este momento sentí como se empezaba a tranquilizar pues le había hecho un juramento que planeo cumplir cueste lo que cueste-

Se separó unos centímetros de mí, sabíamos que ya era momento de la despedida pero ninguna quería desistir. Me solté de su abrazo, sería más difícil irme si lo sería viendo, dí dos pasos atrás pero él tomó mi brazo y me regresó para besarme. Mi cerebro se negaba rotundamente a seguir con este beso porque sabe que es peligroso, pero mi corazón se unía a él y no podía separarme.

 Mi cerebro se negaba rotundamente a seguir con este beso porque sabe que es peligroso, pero mi corazón se unía a él y no podía separarme

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Para este momento la lluvia se había detenido, de igual forma me encontraba un poco mojada.
Nos separamos al sentir esa falta de aire en nuestros cuerpos, solo le sonreí nerviosa y bajé la mirada.

- Nos vemos Tae. -Dije- En unos años...

- Nos veremos T/n. -Dijo- Te estaré esperando y quiero que también lo hagas.

- Te amo. -Dije y caminé de regreso por dónde llegué-

- También lo hago... -Escuché al fondo-

Seguí mi camino sin mirar atrás, pues si lo hacía no iba a ser tan valiente de poderme ir del país y dejarlo aquí solo.
Llegué a la entrada del parque, para este entonces ya no llovía pero habían charcos en el piso. Caminé hasta la parada de los buses y me senté a esperar..

Quise hacerme la valiente, la que no necesita de nadie y que puede contra todo, pero no es así, en realidad no soy tan fuerte y no puedo con todo. Mis lágrimas empezaron a hacerse presentes y poco a poco llegó el llanto a mí, mi corazón se empezó a ahogar en esas lágrimas que pedían una respuesta a lo que estaba sintiendo.

Cómo último acto de amor lo dejé ir...

Lloré tanto como pude hasta que llegó el bus, mi teléfono sonaba cada 2 minutos pero yo no respondía. No tenía ganas de nada, ni siquiera de responder mi teléfono, recosté mi cabeza en la ventana del bus mientas lloraba y así me fuí todo el camino hasta llegar a casa.
Bajé del bus y caminé el poco camino que quedaba para llegar a casa. Mi corazón se sentía tan vacío, como si nunca hubiese obtenido un poco de cariño y mis ojos estaban tan cansados de llorar. Antes de entrar limpié mis lágrimas, traté de controlarme y abrí la puerta.

Respiraba profundamente, caminé hasta más adentro y ahí seguía mi mamá, tan enojada como el principio de todo.

- ¿Dónde estabas? ¿Quién te crees para mandarte sola? -Dijo-

- Ya basta, estoy cansada de todo lo que me dices. -Dije- Ya lo sé, todo lo que me dijiste ya lo sé, no necesitas repetir una y otra vez lo mismo. Y si salí es porque quería dar la vuelta y librarme de ti, además de pasar por lugares que probablemente no voy a ver en un tiempo.

- ¿Por qué vienes llorando? -Dijo-

- ¿Es que acaso no puedo? Estoy pasando por tantas cosas y todavía te atreves a confesar cientos de cosas, no sé cómo tienes el valor para preguntar el motivo... -Dije- Tengo que ir a dormir, espero puedas dormir también. -Fueron las últimas palabras que le dije y subí las escaleras-

Llegué a mitad de las escaleras, no pude aguantar más el llanto y nuevamente me solté a llorar, me senté un tiempo para llorar hasta que logré calmarme y seguí subiendo hasta llegar al final de las escaleras, justo ahí estaba mi padre.

- Ven conmigo. -Dijo- Tú y yo tenemos que hablar a solas...

Caminó hasta su habitación y yo iba detrás de él esperando no soltarme a llorar frente a él. Cada paso era un respiro profundo que me hiciera olvidar que estaba en pleno llanto cuando me habló.
Entramos a su habitación y él cerró la puerta, por alguna razón tenía una cafetera en su habitación y nos sirvió a ambos un café para tomarlo en el sillón de la habitación.

- Muy bien. -Dijo- Tengo algo de que hablar contigo.

"Un amor prohibido" [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora