Capitulo LIV

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Salí del aula dando brinquitos y acercándome a la escalera cuando una mano se interpuso en mi camino.

—¿Pensabas bajar todas las escaleras con el pie esquinzado? Todavía no pasaron los tres días y ayer apuesto que te olvidaste por completo de tu pie —adivinó Lau tomando mi cintura y pegándome a él.

Sonreí inocentemente y él enarcó su ceja.

—Obvio que me acordé de él. No me moví en todo el día de la cama —aseguré hipnotizada en sus ojos.

—¿Ayer no fuiste a ver a tus abuelos? —Desvié mi mirada a Luis e hice una mueca alejándome lentamente de los chicos para tomar el hueco en la ronda y salir corriendo, pero Leo me rodeó con sus brazos y me pegó a su pecho, dejando un azote breve en mi trasero.

Me quejé cuando cayó en el mismo lugar que el de Lucas.

—Mamá está afuera —avisó el mismo guardando su móvil.

—Vamos —dije intentado escapar de los brazos de Leo e ir por mi propia cuenta, pero Lis me interrumpió.

—Tú no bajas ni por casualidad todas las escaleras con el pie mal —negó Lis tomando mi mano y dándome la espalda —. Sube —ordenó.

Obedecí por esta vez y me monté a la espalda de Lis.

Lucas tomó mi mochila y se la colgó.

Bajamos las escaleras y cuando salimos del instituto, vi la camioneta de Luz en la puerta. Cuando nos subimos, noté que estaba Mara en el asiento de copiloto, así que me tocó ponerme en el regazo de Luis.

—Buenas tardes —saludé acomodándome encima de él.

Estaba en medio de Lis y Leo. Lau estaba en la ventana del lado del último y Lucas del otro lado.

—Hola, chicos y Beth. ¿Cómo están? —preguntó Mara haciendo algo con el móvil.

—Todo bien —contestó Luis asomando su cabeza por mi hombro.

Yo me apoyé en su pecho para que tenga mejor vista.

—¿Ustedes? —preguntó Leo.

—Bien. Venimos de hacer algunos trámites —explicó Luz conduciendo a casa.

—¿Ahora siguen trabajando?

—No. Hoy nos pedimos el día. Y salen Axel y Keyla temprano. Creo que iremos a cenar a algún lado —dijo dejando el móvil y viendo como manejaba Luz.

Pasaron algunos minutos y los chicos se pusieron con los móviles o viendo por la ventana, pero Mara seguía mirando a Luz. En un momento se hizo evidente y giró cuando se cruzó un semáforo en rojo.

—¿Tengo algo? —preguntó bajo.

—Hermosura en todos lados —contestó Mara y vi por primera vez a Luz sonrojada.

—Mara...

Ella rio y dejó un beso en su mejilla.

—Verde —anunció y Luz aceleró, todavía distraída.

Sonreí con ternura.

***

Llegamos a casa y nos bajamos del auto. Entramos los ocho y nos encontramos con Axel persiguiendo a Liam y Levi mientras esos dos estaban mojados de pies a cabeza.

Luz y Mara se miraron entre ellas y luego volvieron la vista a la situación. Axel, en ese momento, nos vio y exhaló.

—Gracias a dios. Necesito ayuda. Se tiraron a la pileta sucia y no se quieren bañar —explicó intentando atraparlos.

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