Parte 39: Invitaciones

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La última vez que Cassiopeia pisó el Monte Targon le ocurrieron demasiadas cosas. Un espectro intentó matarla, empezó a vincularse a Thresh y la pesada de su esposa...

Y fue entonces que conoció a Pantheon... y todo por hacerle un favor a Leblanc...

Ahora el Abrazo de la Serpiente había regresado para su inminente boda.

"¿Y essta ess la cassa donde te críasste?"

"Era de mi abuelo, ya no está entre nosotros"

"¿Y nadie la utiliza?"

"No, la mantienen intacta para cuando vuelvo ocasionalmente"

"Te deben de apreciar mucho"

"Algo así..."

"........"

"No te gusta la casa, ¿verdad?"

"Me parece horrible"

"Supuse que dirías algo así" - dijo mientras sonreía bajo el casco - "No te hace gracia la idea de vivir en Targon..."

"No he dicho esso"

"¿No?"

"No piensso vivir permanentemente en Noxuss, otra vez, ni al lado del Insstituto de Guerra... eternamente..."

"Entonces... ¿aceptas que vivamos en Targon?"

"Ess donde esstán tuss conocidoss, y tampoco ess una mala opción"

"Creí que lo odiarías"

"He analizado la ssituación, desscartado opcioness y... ssí, ¿por qué no?" - admitió con frivolidad - "Ssino, ssiempre podemoss mudar..."

Pero antes de terminar la frase fue levantada por el Rakkor, que la abrazó de felicidad al ver que estaba conforme con ello.

Ella sabía que eso le agradaría, pero no esperaba que tanto.

"Ya bájame o te convierto en piedra"

"Lo siento, lo siento..."

"Arrff... te ilussionass con tonteríass...."

"Para mí es mucho más que eso"

Ella lo sabía. Pero su entusiasmo principal es casarse en tres semanas y terminar por fin con la interminable espera.

Se acomodó lo mejor que pudo en un sillón con cojines y agarró una libreta, y una pluma.

"Bien, entoncess, revissemoss la lissta de invitadoss..."

"Iula, Eshiyme, Leona, Diana..."

"Me cuessta creer que Diana haya aceptado"

"A mí también..."

"¿Por tu parte quién máss viene?"

"Brand, Camille, Brand, Kha'Zix... y Tahm Kench"

"No hace falta decirte que he aceptado a regañadientess que essoss doss últimoss vengan, y como hagan algo mal..."

"Te doy permiso para convertirles en piedra"

"¿Lisssandra no quissso venir?"

"Dijo que tal vez"

"Reinass..."

"Nueve personas... y por tu parte..."

"Leblanc, Elisse, Evelynn, Thressh y mi hermana"

"No creí que invitaras al carcelero"

"Ssi invito a Evelynn lo traerá igualmente..."

"Lo que me extraña es que invites a Evelynn en primer lugar, pese a vuestra cercanía sé que no te hace especial ilusión"

"Ssi sse entera que me casso y no la invito capaz que me acosse de por vida"

"Buen punto"

"¿Esscogisste tu madrina?"

"Leona"

"Ssabía que diríass Leona... yo elegí a Camille..."

"Es extraño, juraría que nunca habéis hablado mucho entre vosotras"

"Ya, pero ess del clan Ferross y ssigo ssiendo una noxiana, ssé jugar miss cartass... ssi tenemoss un retoño al menoss ssu tía le avalará..."

"........"

"¿Qué? ¿Qué ocurre?"

"A veces me olvido que eres de la nobleza noxiana"

"Y me voy a cassar con aquel que mató a un darkin... no ess mala forma de venderlo en lass altass essferass..."

"¿Crees que tus padres..."

"No hubiessen esstado orgullossoss de mi... mi padre ni le hubiesse dado importancia..."

"........"

"¿Passa algo?"

"A mi abuelo le hubieses agradado, de verdad te lo digo"

Cassiopeia pudo permitirse esbozar una leve sonrisa, manteniendo aún su rostro de chica dura. Al menos hasta que llamaron a la puerta.

Y al otro lado se encontraba una rakkor de pelo oscuro, ropas azules...

"Ressidencia de loss Du Couteau... por el momento..."

"¿Por qué tengo que usar tu apellido?"

"Porque tu no tien..."

Pero la mujer lo único que hizo fue lanzarse a abrazarla y levantarla en el aire. 

El Eclipse de DianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora