Parte 138: Al otro lado del espejo

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Ser el Maestro del Mal es complicado, pues siervos leales hay pocos. Y a Veigar le faltó algunos años en hallar a sus secuaces perfectos. Los Doce Súbditos Morados.

Y, como empleada, estaba también la maga Trixie. Aunque ella se encontraba de vacaciones, pasando un par de semanas en Bandle.

"¡Buenos días! ¡Mamá!"

"Oh, Trixie... buenos días..."

"¡Qué buen día hace hoy!"

"Está nublado" - su padre no parecía tan entusiasmado con tener a su hija de visita - "Trixie, ¿por qué no vuelves a..."

"¿Prisión?"

"Sí, ¿por qué no regresas allí?"

"Estoy de vacaciones y quería visitaros"

"Oh, qué... bien..."

Sus padres buscaron cualquier excusa para que se marchara, incluso se replantearon herirla y que pasase sus dos semanas en el hospital...

Pero la propia Trixie decidió marcharse para buscar a una vieja amiga.

"No hay nadie en casa..."

"Ábreme, Yuumi, quiero que uses tus portales"

"No son un juguete, Trixie..."

"Pero quiero saber dónde está Poppy, ¿tu lo sabes?"

"¿Poppy?"

Yuumi entreabrió un poco la puerta, no queriendo abrirla del todo para que no se colase en su vivienda. La tenía muy ordenada.

"Poppy está en el Instituto de Guerra"

"Jooo... pero eso está muy lejos..."

"........"

"¿Podrías llevarme con un portal?"

"Pues..."

"¡Quizás incluso podría volverme una campeones y pasar tiempo juntas!"

Ante esa posibilidad volvió a cerrarle la puerta, ocultándose con Libro bajo la manta que adornaba la zona central del suelo.

Si no podía ver a Poppy, Trixie visitaría a alguien más, ¿pero a quién?

"Alcalde Joeson..."

"¡No! ¡Trixie! ¡No!"

"¿Alcalde Joeson?"

"Oh, lo... lo siento... estaba teniendo recuerdos del año pasado..."

"¿Me deja su espejo de bolsillo?"

"Todo tuyo, puedes quedártelo, juega con él... pero juega lejos del pueblo, muy muy lejos..."

"Oki doki"

Trixie se sentó en un claro cercano al pueblo, usando el espejo de manos para emplear su magia y ver distintos puntos de Runeterra.

"Uuuh... ¿a quién podría visitar?"

"Ho... ¿hola?"

"Uh, una voz, ¿será Akali de nuevo?"

"Pue... ¡¿puedes oírme?!"

"Sí, sí, Trixie pueeeede oírte... seas quien seas... jeje, ¿quién eres?"

"¡Mi nombre es Alune!"

"Bonito nombre"

"¿Cómo puedes contactarme? Estoy en el reino espiritual..."

"Es una laaaarga historia, pero mi magia asimiló la energía espiritual el año pasado, cuando una ninja me pidió contactar con su novio..."

"¿Qué?"

"Todo empezó cuando..."

"Trixie... por favor, escúchame..."

Trixie podía ser algo esquizofrénica, y su mente muchas veces iba más acelerada de la cuenta. Pero aún así parecía atenderla y enfocarse en ella.

Parecía genuinamente preocupada.

"Estoy atrapada, debes... debes de localizar a Yuumi..."

"Localizar a Yuumi"

"Ella me conoce, dile que mi hermano me ha atrapado aquí..."

"Vale, lo copio, ¿algo más?"

"No, yo..."

"Si quieres puedo decirle que hable contigo"

"Que... ¿que hable conmigo?"

"Sí, mientras mantengas el espejo u objeto reflectante que tienes puedo hacerte hablar con quien tu quieras"

"¡Entonces debes encontrar a Diana!"

"Diaaanaaa... ¿la lunari?"

"¿La conoces?"

"Sí, somos amigas"

En ese momento Diana sintió una extraña sensación. Como si otro individuo lunático estuviese creando inexistentes lazos de amistad con ella.

Por algún motivo eso estaba sucediendo a menudo en el último año.

"Bien, Alune, me pondré manos a la obra"

"Gracias, muchísimas gracias..."

"Pero solo tengo una pregunta"

"Dime, ¿qué ocurre?"

"¿Qué es esa sombra que hay detrás de ti?"

"Som... ¿sombra?"

Alune se volteó, pero no había nadie. Aphelios estaba distraído, por lo que simplemente asumió que fue una alucinación de la yordle.

Trixie corrió rápidamente hacia la casa de Yuumi, quien sintió el temor por segunda vez.

"¡Yuumi! ¡He conocido a una amiga tuya!"

"¿Una... amiga mía?"

"¡Es una chica que te pide ayuda! ¡Abre la puerta!"

"Trixie... ¿en qué lío me has metido ahora?"

El Eclipse de DianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora