Cuando Iqnatia era joven siempre se encargaba de alimentar a las águilas de los solari, criaturas también conocidas como Águilas Solares.
Por lo general eran usados en la caza y poco más, se decía que había que alimentarlas poco, ser duros con ellas, y quizás por eso...
"Eh, ¿qué estás haciendo?"
"A... alimento a las aves..."
"No deberías de hacer eso" - le dijo un joven - "Las sobrealimentarás"
"No las sobrealimentaré"
"........"
"Oye, yo te conozco, tú estás algunos cursos por delante mía... ¿has venido también a alimentar a las águilas?"
"Águilas solares"
"No veo qué tienen de solares"
"Su plumaje puede almacenar un poco la luz del sol, haciendo que la desprendan en las noches, y así asustar a sus enemigos"
"Oh, eso suena genial"
"........"
"¿Cómo sabes ese dato tan chulo?"
"Es conocimiento común, yo no soy un erudito, tú eres mala estudiante"
"Ñeh, pero soy muy capaz..."
"¿Como soldado?"
"Bueno, como... como cuidadora de estos amigos..."
"Las águilas se usan en la caza, rara vez han sido vistas en combate"
"Yo confío en que un poco de entrenamiento haría maravillas en ellas... lo tengo tan claro como que el sol sale cada mañana..."
"........"
"Quizás... quizás así me acepten entre los soldados..."
"¿No eres buena en el manejo de armas?"
"La espada no se me da mal, pero no es mi mayor fuerte"
"........"
"Quizás solo..."
"Adiéstralas entonces"
"¿Eh? ¿De verdad crees que puedo?" - preguntó confundida - "Ni siquiera yo tengo tanta fe en mi misma..."
"Muéstrame resultados y te ganarás un lugar en el ejército"
Aquel fue el momento en que Iqnatia conoció a Rahvun, cuando todavía era joven y con aspiraciones, antes de aceptar la realidad.
¿Esa es la mano derecha de Rahvun?
Es una simple cetrera, ni siquiera maneja la espada excepcionalmente...
Sí, yo soy mejor que ella con una espada o lanza...
Como estratega tampoco es la gran cosa
Ella estaba acostumbrada a escuchar ese tipo de comentarios.
Entrenaba con su espada, pero no tenía el talento, habilidad o fuerza para ello. Dependía de sus estrategias, y en uno contra uno improvisado... perdería...
"¡Grrriaaaah!"
"Ahora iremos a almorzar, en cuanto terminemos de..."
"Disculpa..."
"¿Sí? Quién..."
Muchos de los presentes se quedaron mirando fijamente el cómo Leona, la recién ascendida heredera del sol, se le acercaba.
"¿Tu eres la cetrera llamada Iqnatia?"
"Sí, soy yo..."
"Rahvun me ha hablado de ti y tenía ganas de conocerte"
"........"
"¿Ocurre algo?"
"No, nada..."
Leona al ascender fue tomada bajo el ala de Rahvun en todo lo referente a cómo funcionaba el ejército solari a mayor profundidad.
Y en varias ocasiones escuchó sobre Iqnatia, por lo que quiso conocerla.
Pero la cetrera consideraba que esto era meramente protocolario o incluso lástima.
"Oye, Rahvun, ¿por qué me elegiste de segundo al mando?"
"Porque eres perseverante..."
"........"
"Eres débil, pero buscas fortalezas, esa es la mentalidad de un buen soldado"
"Discrepo..."
"¿Has vencido a oponentes con la ayuda de esas águilas y siendo mala con la espada?"
"Sí... y lo sabes..."
"¿Y cuántos podrían hacer algo así?"
Finalmente despertó tras haber recordado aquel encuentro con Rahvun...
Su rostro estampado contra el suelo era una deshonra, ni siquiera la habían querido acabar como una enemiga digna.
Y al levantarse a su lado estaba esa yordle raro...
"¡Está viva! ¡Vive de nuevo!"
"Niña, no me morí en ningún momento... que yo sepa..."
"Ya lo sé, pero así es más emocionante"
"Emocionante, eh..."
Detrás de Giselle se encontraba aquel otro ruidoso yordle, charlando con Leona como si se conocieran. Diana lo mencionó, era un campeón...
Era alguien más relevante...
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El Eclipse de Diana
FanficBienvenidos a este fanfic, secuela de "Los Viajes de Nautilus" y "La Sombra de Zed" que contará con las aventuras de Diana y los lunari, tanto en el Monte Targon como con otros individuos de Runeterra. En sus intentos por cambiar la vida de los suyo...