El Eclipse de Diana

Parte 98: Acechadores nocturnos

Cuando Diana llegó al templo no encontró a casi nadie. Ni Cygnus, ni la mayoría de lunaris, únicamente las niñas y a una inconsciente Elysia.

Tardó un poco en despertar, con algo de fiebre. Inicialmente Diana pensó que era debido a haber tenido medio cuerpo en la fría agua. 

Pero no... parecía haber sido por otra cosa...

"Elysia... ¿qué ha ocurrido?"

"Las... las flores..."

"¿Flores?"

En el estanque había bastantes pétalos, pero no eran las que solía utilizar...

Eran flores Noctum. Aphelios las utilizaba para potenciar su conexión con su hermana, pero no era el único uso que se le solía dar.

"¿Aphelios hizo esto? ¿Por qué?"

"Me estaba hablando de deshonra... de... de atacar a los solari..."

"Eso parece poco probable por parte de nuestra gente"

"Pero Diana..."

"Ellos no seguirían a..."

"La planta Noctum puede ser un poderoso anestésico... no solo del cuerpo, si no se usa con frecuencia, afecta a la mente..."

"........"

"Creo que también lo ha usado en más lunaris..."

Leona recién llegó a su templo algo cansada tras la larga travesía, observando que muy poca gente se encontraba en el templo.

Vio a Eshiyme sentada en uno de los patios anteriores, con resignación en su rostro.

"Eshiyme, ¿ocurre algo? ¿dónde están Levia y Rahvun?"

"Leona... hija del sol... menos mal que has regresado..."

"¿Qué sucede?"

"Levia y los guerreros solaris han salido a enfrentar a los lunari... por lo visto pretenden ejecutar a Rahvun en una emboscada..."

"Que ellos... qué..."

Rahvun se había abalanzado sobre Cygnus, en un intento de atravesarlo con su lanza.

La cuchilla del lunari era mucho menos pesada que aquella lanza, sus vestuarios igual. Por lo que era algo más ágil que él.

Pero la amenaza de Rahvun también residía en su rapidez pese al peso adicional.

"Sabía que tarde o temprano mostraríais vuestros colores..." 

"Debéis deteneros, todo esto es..."

"¿Un error? ¿Una equivocación?"

Rahvun clavó su lanza en el suelo, liberando parte de su poder y provocando un pequeño estallido que hizo al lunari retroceder.

"No es la primera vez que atacáis a un niño por la espalda... ¿no?"

"........"

"Lunático..."

Una flecha lunar de la arquera Sylph parecía ir hacia su ojo...

Pero fue desviada por un pequeño láser generado por la magia solari que ejercía Daowan. Había creado un escudo alrededor de su casa, para proteger a Leo.

"¿Vas a interferir en su duelo? Arquera..."

"En la guerra todo vale..."

"Sí... una guerra que habéis traído a mis puertas..."

"Nuestro objetivo..."

"Yo, que siempre he dado la virtud de la duda... ¿así me lo pagáis? ¿utilizándome?"

"Nuestra paciencia tiene un límite..."

"Y tus flechas, ¿no?"

"¡Uaaaahhh!"

Las águilas solares de la cetrera Iqnatia se acercaron a Sylph para atacarla, siendo que Aphelios se había arrastrado lentamente hacia Daowan.

Su intención era deshacerse de ella, a la cual veía como la más débil.

Un rayo concentrado de luz, emitido por el cetro de Levia le hizo retroceder.

"El asesino de los herejes..."

"La sacerdotisa de los asesinos..."

"Te me escapaste una vez, escoria... con suerte no habrá una segunda..."

Alune intentaba contactar con su hermano, pero este no había tomado la sustancia Noctum. 

Dejó sus armas a cambio de que su hermana no le chivase a Diana o cualquier otro lunari lo que se tejía entre manos.

"Rahvun... eres su general... detenles por un momento..."

"¿Y que me disparéis otra (bababui) flecha?"

"Por favor..."

Pero al ver cómo se acercaba en la lejanía Diana es que el general cesó en cualquier intento de reconciliación.

Justo en el momento en que un poderoso rayo de sol impactó en el terreno.

Leona apareció para, aparentemente, unirse a la lucha.