Destapando el baúl de los recuerdos

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[...]

—¡Lucía! —exclamó Marcia sorprendida y dios unos cuantos pasos para salir trás ella—.

—¡No! ¡Mejor déjala! —afirmó Esteban atajándola—. Con ir detrás de ella no vas a lograr que desvea lo que vio.

La pelirroja asintió nerviosa y lo encaró.
—Nada más esto nos faltaba... ¡Qué vergüenza, Dios mío! —empezó a acomodarse el cabello y su blusa holgada—.

El moreno se quedó callado y procedió el peinarse su cabello.

Luego ella le dio la espalda y dijo.
—No debimos cruzar esa linea, Esteban. Lo que acaba de suceder entre nosotros fue un error.

Esteban asintió serio y le contestó.
—Tienes razón, me queda clarísimo que fue un error. —caminó hacia la salida y recogió del suelo los restos de la taza de té—.

[...]

[Día siguiente]...

[Lom-Ent]...

—Esta propuesta no me resulta viable y te voy a decir el porqué...

—¡¡Hugo!! ¡¡No me estás poniendo atención!! ¡¡¿Dónde diablos tiene la cabeza?!! —exclamó fuerte, muy impaciente y un poco enojado—.

El joven volteó a verlo y le contestó arrepentido. —Lo siento, papá...

—¡¡Llevo varios minutos explicándote esta bendita propuesta y sólo volteas para esa maldita ventana!! —le habló fuerte—.

—Papá, ¿qué te pasa? —lo cuestionó desconcertado—. Pareces malhumorado, tú no eres así de grosero conmigo, con nadie eres así.

—Es verdad, hijo. —pasó sus manos por su cara lleno de frustración—. Yo no soy este, yo no soy este tipo de padre. ¡Perdóname por haberte gritado! —se levantó de su escritorio y lo abrazó—.

—¿Tienes problemas, cierto?

—No te voy a mentir, ya estás grande. ¡Estoy peleado con la vida!

—¿O con mamá? —preguntó bastante convencido—.

Él le sonrió y le dijo. —No, no me he peleado con ella. Pero sí, tiene mucho que ver por cómo me siento.

—Papá, tú sabes que siempre he sido muy respetuoso con la relación de ustedes y nunca me ha gustado entrometerme en sus asuntos pero... ¿qué es lo que pasa realmente entre tú y mamá?
Lo digo porque según ustedes: "no tienen nada y mamá sólo está viviendo con nosotros temporalmente por la situación con Iñaki" y luego, a veces los veo y actuan como un pareja normal... —Hugo frunció su ceño y abrió las manos como señal de confusión—... también otras veces los noto distantes como estos últimos días. Y ayer Lucía —rió de repente lleno de vergüenza— me contó aterradísima lo que vio en tu despacho...

—¿Te lo dijo? —medio rió avergonzado—. ¡Esa chamaca! ¡Definitivamente la discreción es su mayor cualidad! —afirmó él entre dientes—.

Igualmente, Hugo medio rió y le respondió. —En realidad la compadecí...

[...]

[Noche anterior]...

La joven subió las escaleras como si la estuvieran persiguiendo y cuando llegó al pasillo de las habitaciones, de la misma velocidad que llevaba, se tropezó con su hermano.

—¡¡Lucía!! ¡¡¿Por qué no miras al frente cuando caminas?!! —él la encaró un poco enfadado y ella retrocedió unos centímetros—.

—Perdón, no, no te vi... —negó con su cabeza—.

Mi vicio y mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora