Tropiezos

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La española se encontraba observando plácidamente una película cuando de repente sintió que tocaban el timbre con intensidad.

—¿Qué pasa? —se preguntó un tanto desconcertada—. ¡Ya abro, por Dios! —dijo impaciente mientras iba directo hacia la puerta—.

Cuando la abrió se sorprendió al presenciar la siguiente escena; Marcia estaba con golpes en el rostro y bastante agitada.

Alba de inmediato exclamó. —¡MADRE MÍA! —¿¡¡Tía, qué te pasó!!?

—Iñaki... —le respondió la pelirroja con los nervios a flor de piel—.

—¡¿Qué le pasó a Iñaki?! ¡¿Qué les pasó?! ¡¿Se accidentaron?!

Ella dio unos paso adelante, entrando al departamento de su amiga y la encaró diciéndole. —No, Alba. ¡Iñaki me golpeó! —un par de lágrimas se escaparon de sus ojos—.

—¿¿QUÉÉÉ?? —gritó la española completamente asombrada—. ¡¿Cómo que te golpeó?! —expresó también muy nerviosa—. Marcia, dime que eso es mentira...

—Ojalá y fuera una mentira, Alba. —comenzó a llorar y su amiga la abrazó fuerte—.

—Tía, no entiendo nada... ¡¿Por qué te golpeó?! ¡¿Qué sucedió?!

—Iñaki ya sabía de mi relación con Esteban... y por eso lo hizo, no tienes idea de todo lo que acabó de ocurrir en nuestro departamento.

—¡Esto definitivamente es increíble! —le contestó aún tratando de procesar lo que estaba escuchando—. Es que se trata de Iñaki... o sea, ¿tú me estás queriendo decir que Iñaki se atrevió a golpearte?

—¡¡Sííí!! —asintió contundentemente—. ¡Créelo Alba! ¡Estoy tan decepcionada! —dijo entre sollozos—.

—¡Desgraciado! —mencionó llena de impotencia y con mucha rabia—. ¡Ahora mismo voy a llamar a las autoridades!

—¡¡No, Alba, por favor!! —le refutó Marcia—.

—¡¡¿Cómo que no, Marcia?!! —le recriminó furiosa—. ¡¡Ese miserable tiene pagar por lo que te hizo!!

—¡¡No!! En este momento lo que más deseo es estar tranquila y en paz. ¡¡Suficiente he tenido por hoy!! ¡¡Por Dios, estoy embarazada!! A veces presiento que este bebé se me va a salir...

—¡Ay, lo siento, tía!—recordó ella lamentándose—. Soy una tonta, por un segundo olvidé que estabas embarazada. Mejor te preparo un té, te ves muy alterada... Siéntate, por favor.

Marcia tomó asiento y sin poder contener sus lágrimas bastante estresada. 
Realmente acababa de vivir acontecimientos muy traumáticos, todavía no podía asimilar el comportamiento del español. Se sentía completamente decepcionada de él.

[...]

Después de que la española le preparara un té para ayudarla a calmarse. Marcia procedió a contarle absolutamente todo, sin omitir ningún detalle.

—Y así fue como pude escaparme y venir hasta acá. —dijo con su rostro húmedo —. Alba, Iñaki es un monstruo... —expresó muy cabizbaja y decepcionada—.

—¡¡Qué miserable y patán!! —expresó la española con mucha rabia—. Definitivamente es otro hombre... de cualquiera lo hubiera creído menos de él. ¡¡Es que es un animal!! ¡¡Cómo carajos se atrevió a violentarte de esta manera y por si fuera poco intentó abusar de ti!! ¡¡Esto hay que denunciarlo, Marcia!!

—¡¡Ya te dije que no!! Ahora lo que más deseo es divorciarme de él cuanto antes. ¡¡No quiero saber más nada acerca de Iñaki Sinisterra en mi vida!!

Mi vicio y mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora