Afrontando la verdad

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2:30 am

La pelirroja continuaba sumergida en sus pensamientos, con gran parte de su almohada húmeda producto de sus lágrimas. Estaba posada de lado y con la fotografía de su exesposo apretada contra su pecho.

Flashback

—No te voy a mentir, todavía me siguen asechando los fantasmas de desconfianza. Sin embargo, todos estos días he hecho gran trabajo por creer que en algún momento me vas a demostrar que siempre he sido una ciega y que soy yo quien te va a tener que pedir perdón por mis acciones... quiero creerte, necesito creerte, necesito creer que al final sí seré inmensamente feliz a tu lado así como lo he sido este fin de semana, necesito creer que al final sí criaremos a nuestro hijo juntos y que seremos esa familia que siempre soñamos ser hace más de veinte años... —una par de lágrimas afloraron de sus ojos—. Soy una completa contracción, pero esta soy yo. —lo encaró limpiándose su rostro húmedo—Yo te amo, y siento que este sentimiento cada día, estando a tu lado se fortaleza más y más... y me destruye la idea de pensar que nunca estuve equivocada.  

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—Ambos hemos cometidos errores y nos hemos fallado, Marcia. Una vez más permitimos que terceras personas nos separaran... —la pelirroja se quebró entre lágrimas y a Esteban se le entrecortó su voz cuando digo lo siguiente— es una lástima que darse cuenta de que nunca hemos sabido sostener tanto amor... —sin poder contener su llanto, el moreno también se quebró—. A mi tampoco me importa con quien carajos te hayas acostado después de mi... yo sé la clase de mujer que eres y estoy seguro de que también cumpliste con tu palabra de entregarte por completo a mi, a pesar de ser yo el amante. Al fin de cuentas, terminé haciendo exactamente lo mismo que tú, y sería muy doble moral si te lo reprochara. Si de verdad decidimos estar juntos nuevamente, habrá que trabajar muchísimo en la confianza, esa que definitivamente ha sido la raíz de todo nuestro maldito sufrimiento. 

[...]

Presente

—Tienes razón... —dijo en voz alta y resonó su nariz— siempre has tenido razón...

Un rato después, finalmente se rindió ante su cansancio físico y mental quedando inconsciente exactamente en la aquella posición.

[...]

[Día siguiente]...

Marcia se despertó a causa del ruido de su alarma y bastante agotada se removió de su cama y la apagó.

En lo primero que pensó fue en Esteban y en su situación, y las tripas de su estómago se revolvieron. En ese momento, deseaba desde lo más profundo de su alma que todo fuese un sueño. Sin embargo, no lo era y tenía que hacer frente a su compleja realidad.

A pesar del cansancio decidió ir a su trabajo. De alguna u otra manera debía distraerse para no enloquecer. Además, en los últimos días había descuidado muchísimo sus labores.

[...]

La pelirroja se alistaba con poca ligereza y sin ánimos. Incluso, ni siquiera quiso maquillarse. Ahora, una evidente palidez y un par de ojeras adornaban su cara.

[...]

—Mamá, pensé que no irías a Spectacles.

—Sí, tengo que hacerlo.

—¿Dormiste bien?

—Perfectamente bien, creo que mi aspecto reluciente te lo puede confirmar—le respondió de manera seca y con sarcasmo—.

Mi vicio y mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora