[Horas antes]...
[Habitación Marcia]...
—¡Esteban! ¡Esteban! ¡Este hombre definitivamente no me escucha!
La pelirroja salió de su habitación y entró a la de su exesposo. —Esteban, necesito que me ayudes.
Él se encontraba abotonando su camisa frente al espejo. Volteó a verla y la cuestionó. —¿Con qué?
Ella dio la espalda y tenía toda la cremallera abierta, lo que significaba que no había podido cerrarse el vestido.
—No puedo cerrarlo, no me dan las manos. —dijo un tanto impaciente—.
—Tranquila, ya te ayudo.
El moreno comenzó a forzar un poco la cremallera.
—No, no te sube. —afirmó forzándola—.
—¡¡No puede ser!! —exclamó frustrada—. ¡¡Me he medido todos los malditos vestidos y ninguno me entra!!
—¿Estás segura de que todos?
—¡¡Sííí!! —se volteó llena de rabia—. ¡¡Estoy gordísima!! ¡¡Apenas voy a tener seis meses!! ¡¡Yo no debería tener este peso!!
—mencionó con un par de lágrimas recorriendo sus mejillas, se sentía muy impotente—.—¡No! ¡Tú estás perfecta! —la sujetó por su mano derecha acariándola sutilmente—.
—¡¡No me mientas para que me sienta bien!! —se despegó de su agarre y se sentó en la cama malhumorada—. ¡No pienso bajar a cenar! ¡Así que, por favor, atiende a Alba y a Gaspar!
—A ver, a ver... —la tomó por el rostro logrando que lo encarara—. ¡Eres hermosa y siempre te has visto como tal! No tienes el mismo peso de antes porque sencillamente estás embarazada, embarazada, no gorda, y aunque lo estuvieras, para mi y para el resto de la gente seguirías estando hermosísima.
—¡¡Es que... nada me queda bien!! —comenzó a llorar—.
—Claro que sí. ¡Por Dios, si a ti te queda espectacular hasta un costal de papas! —Marcia medio rió—. ¡Te pongas, lo que te pongas! Sólo es cuestión de que encuentres una prenda que te genere comodidad y también a nuestro hijo.
—dijo sonriéndole y le palpó la nariz de manera cariñosa—. ¿Estás segura de que te probaste TODOS —enfatizó fuerte en esa palabra— los vestidos?—Bueno, no todos pero sí los más bonitos.
—Además, tú no usas únicamente vestidos, tienes blusas, pantalones, no sé —dio de hombros—. Yo te los he visto en más de una ocasión... —le sonrió picaramente y le dijo— y también te los he quitado...
Marcia se sonrojó y le dio un leve golpe en su hombro. —¡No hace falta que entres en detalles!
Él se echó a reír y le respondió. —Anda, prueba con un pantalón.
Ella rió con ironía y le contestó. —Como se nota que eres hombre...
—¿¿Por qué?? —le preguntó un poco confundido—.
—¡Por favor, Esteban! Si los vestidos me quedan apretados ¿cómo crees que voy a entrar en un pantalón con esta panza? —rió llena de ternura e insconcientemente se acarició el rostro—. Es por eso mi frustración, los vestidos eran mi única salvación.
—¿Y si te compro uno?
—¡¿Te enloqueciste?! —frunció el ceño y sonrió—. ¿En estos momentos? ¿Ya faltando cuarenta minutos para la cena?
—Bueno, yo puedo salir un momento con Lucía para que lo elija, porque realmente no confío en mi buen gusto. Prometo traértelo lo más rápido posible, en una hora.
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Mi vicio y mi condena
FanfictionEsta es una historia basada en la telenovela La Madrastra 2022 de Televisa. Los protagonistas son Marcia Cisneros y Esteban Lombardo.